En el marco del aniversario por los 44 años de lucha, las Madres de Plaza de Mayo convocaron a un acto virtual.
La cofundadora de la asociación, Hebe de Bonafini fue la encargada de dar el discurso y comenzó diciendo: “¿Qué maravilla no? Cumplir 40 años sin dejar un solo día de hacer algo por nuestros hijos y nuestras hijas.”
Asimismo, la Madre de Plaza de Mayo señaló que “no es un discurso de bronca, es un discurso de amor, de amor a mis compañeras que ya no están pero están con nosotros en la plaza cada jueves, están en todo lo que hacemos, en todo lo que pensamos y en todo lo que decimos.” Comentó que las mismas “están como nuestros hijos, siempre presentes”.
“Vivimos y convivimos juntas, discutimos, amamos, viajamos. Nunca negociamos, nunca nos callamos, nunca olvidamos, nunca se nos ocurrió negociar con el enemigo. No negociaremos, no nos callaremos, no olvidaremos.” destacó.
En ese sentido, Bonafini reivindicó la decisión de la organización por declararse como kirchneristas, “no nos arrepentimos para nada, al contrario, estamos orgullosas de ser kirchneristas”.
“La casa de las madres fue un mundo que nadie conoce, hicimos una comunidad, donde discutíamos muchísimo” expresó recordando.
Y argumentó que “cada madre dejó su vida en la casa de las madres, porque en la casa de las madres había mucho trabajo.”
Esther
Comenzó hablando de Esther, una Madre de San Juan. Recordó que pudo lograr 2 encuentros increíbles de 40 madres que estuvieron 2 días, pero que nunca pudo hacer una marcha debido a que “es muy difícil marchar en San Juan”.
Contó que “ella que si quería que los jueves fueran de ella, consiguió que un joven le diera un pedacito de su mesa. Ella todos los jueves estaba en la plaza vendiendo el material de las madres, los periódicos, las revistas y los libros”.
Elsa
Hebe continúo hablando de Elsa, una Madre de Mendoza. Comentó que “estaba muy enferma, tenía un corazón muy grande y le daba mucho trabajo”. Contó que ella “esperaba con ansias la salida de su hijo de la cárcel, lo iba a ver siempre y venía muy dolida”.
María Rosa
María Rosa, tenía su casa a la orilla del río Luján. Contó que “tenía otros 2 hijos, y un día llegó la inundación y le llevó todo. No le dejo nada, pero nada, ni un plato.” Expresando el deseo de Madres por ayudarla, le dijeron “decimos María Rosa que precisas”. En tanto, María Rosa respondió “no, lo demás ya vendrá, solo quiero el guardapolvo y los libros donde estudian mis hijos que van a la escuela”.
Chiqui
Recordó a Chiqui, que a ella “le gustaban mucho los teros, tenía 2 teros en la casa que la seguían a todos lados”. Rememoró que ella “siempre estaba dispuesta para salir, para ir, para hablar, para hacer”. “Con una claridad de la política de las madres como pocas veces vi en otras madres” concluyó.
Madres de la casa
“Lo que no saben ustedes es que las madres vivimos siempre juntas, desde que tuvimos la primer casa pasó a ser nuestra propia casa. Por eso nunca se llamó oficina, siempre fue la casa de las madres.” continuó diciendo.
Hizo referencia a Cota que “era la mamá que tenía más años, no le gustaba hablar. A ella le gustaba hacer, a ella le encanto el boletín.” Recordó que ella “cuando estaba en el geriátrico me pidió fotos de la plaza, y le pidió a los hijos que la trajeran a la plaza para despedirse de la plaza” y señaló que “las fotos las pego en el costado de la pared y se acostaba horas hasta que murió mirando las fotos de la plaza”.
Recordó a María y María del Carmen, que “son las madres que empezaron a hacer casi el archivo podríamos decir”. A Marta “una gran compañera, también de venir todos los días todas las horas. Marta cocinaba y le gustaba y cocinaba muy bien”. Y a Porota, que comentó que “es muy triste lo que pasó muy terrible porque no pudimos acompañarla”
Hizo alusión a Chela que “cuando decíamos que íbamos a salir ella preguntaba ¿a qué hora salimos? Nunca preguntaba si era lejos, si era cerca, si hacía frío, si hacía calor.” Señalo que “ella estaba siempre dispuesta y se encargó siempre de enviar las revistas y los periódicos, un trabajo que le llevaba todo el mes”
A Elsita la señaló como “la dulzura caminando”. Ella se quedó con un nieto y una nieta, sin embargo “del principio nunca faltó a la plaza”. Y a Josefina como que “era muy callada, hablaba muy poco, pero cuando hablaba decía mucho.”
Sobre Ana comentó que “tenía el dolor inmenso de la hija que le llevaron y un dolor tal vez igual o más grande porque su hijo se fue a Paraguay y su hija se fue a Israel.” Señaló que “ella no sabía donde vivía, se enteró que la hija y la nieta tuvieron que hacer 4 años de servicio militar”
A Susana, que se encargaba de hacerle la comida a los que hacían el diario, hizo referencia en torno a que “era muy difícil que Susana pasara un dia sin que llorara por algo pero ella igual venía”
Recordó a Elisa, que fue secuestrada junto con sus hijos y marido. En un principio desde el sur ella “sufría horrores, nos escribía y de vez en cuando venía a una marcha y estaba desesperada por estar con las madres”. Posteriormente, “empezó a venir todos los jueves desde San Clemente hasta la plaza”.
Sobre Elena indicó que “le gustaba colaborar. No gritaba, no le gustaba cantar en las marchas”. Incluyó a Hebe que “la conocen por estar en el puesto de las madres, ella se encargaba de la venta de nuestro material”. “Ella me decía no importa a donde vayas, yo te acompaño pero no me hagas hablar” recordó.
Y sobre Juanita recordó que “vino a la casa hasta que cumplió sus 101 años, sin faltar un día.” Expresó que “a veces hacía cosas que no estaban permitidas, ella no entendía el protocolo”.
Azucena, Mari y Esther
Sobre Azucena, Mary y Esther, Bonafini comentó que “nos dieron lo que sabemos” y advirtió que “fueron asesinadas, torturadas, violadas, tiradas vivas al río por la Marina Argentina”.
Agregó que “la Marina nunca se hizo cargo” y que las Madres “tenemos aún la esperanza de que alguien de la marina se saque la careta y diga algo”.
Banderazo
Otra actividad presentada por las Madres de Plaza de Mayo fue un banderazo, se invitó a colgar banderas argentinas en los balcones y/o ventanas. Sobre esto, Hebe de Bonafini en su discurso señaló que “estamos tan contentas el resultado que ha tenido, estamos tan contentas con todo lo que pasó en el día de hoy. 44 años de lucha sin negociar con nadie, sin callarnos por nada.”