Hace años que les habitantes de la localidad de Profesor Salvador Mazza, en Salta, reclaman la falta de acceso al agua. A ella se suman las dificultades propias de la pandemia y la problemática de la desnutrición en distintas zonas de la provincia, que afectan sobre todo a integrantes de las comunidades originarias.
En diálogo con Nota al Pie, el Cacique de la Comunidad Yanderenta, Carlos Cuellar, explicó que comenzó a publicar cómo viven en su pueblo “porque acá lo quieren tapar”. Además, afirmó que tras la viralización de la información espera una respuesta “no de provincia pero sí de Nación”.
“El tema de la desnutrición está cada vez más avanzado, y no sólo acá en provincia de Salta”, afirmó el Cacique e hizo referencia a Santa Victoria, en el Chaco salteño, que fue noticia porque allí fallecieron niñes del pueblo Wichí. “Nosotros también estamos en ese proceso, ahora que tenemos uno de la comunidad, que es de la etnia Guaraní, el chico es discapacitado y necesitamos leche por ejemplo, y no tenemos ayuda de Nación ni de provincia”, reclamó Cuellar.
“Si allá desde Nación pueden poner una mano en el pecho, en el corazón, y decir ‘voy a ayudar con esta gente’ porque la gente de las comunidades hoy en día somos muy discriminadas, como que nos apartan de la sociedad”, se lamentó el integrante de la comunidad Yanderenta, que es parte del pueblo Guaraní, y deseó: “ojalá no nos fijemos en el color ni nada, porque acá todos somos iguales acá en esta tierra”.
Un reclamo de años que se agrava con la pandemia
Los casos de desnutrición dejan en evidencia una problemática más profunda y antigua, como es la falta de acceso al agua. Carlos Cuellar afirmó que la mayoría de las comunidades indígenas están afectadas por la ausencia de este recurso. “La verdad que estamos pasando momentos difíciles” expresó y agregó que “no hay agua en ningún lado, en todo el pueblo general, y en la comunidad tampoco”.
El Cacique explicó que, en el marco de este reclamo, en diciembre de 2020 cortaron la ruta “y vinieron, nos reprimieron, y nos dieron esa respuesta: balas. Nadie sabe quién ordenó que nos repriman, no se hizo cargo la policía, ni la municipalidad, ni los intendentes”.
“Hubo mujeres, niños, heridos de bala, mujeres embarazadas, ancianos”, expresó Cuellar y agregó que “seguimos sin tener respuesta, vivimos sin agua, y quedó todo en la nada”. Sin embargo, aseguró que tiene “esperanza de que todo va a cambiar”.
Como todo ciclo, la falta de agua también es una de las causas de la desnutrición, ya que “si se siembra hay muy poca cosecha, o se echa a perder la cosecha por la falta de agua, los animales mueren”, manifestó y recalcó que “si tenemos un lugarcito para los merenderos, entonces sí o sí nos hace falta”.
Cuellar explicó que Yarendenta significa «mi hogar, mi casa». En ese sentido, aseguró, como quien defiende su hogar, que “estamos con los hermanos, estamos unidos, para lo que venga, o para otra represión, y si tenemos que estar ahí vamos a estar para que nos solucionen, y no sigamos acá con falta de agua porque aparte del Covid tenemos miedo del contagio del cólera”.
Además, el Cacique comentó que con la llegada del frío están pidiendo ayuda para les chiques de las comunidades, sobre todo buzos y ropa de abrigo, ya que si bien cuentan “con la ayuda de Gendarmería que nos apadrina con el camión, todavía no tenemos respuesta de ningún lado, así que nos quedamos acá todavía”.