Créditos: Twitter de Sergio Massa.
Tras la aprobación de la cuarta revisión del programa del Servicio Ampliado del Fondo (SAF) del Fondo Monetario Internacional (FMI), Argentina recibirá un nuevo desembolso de USD 5.400 millones, en el marco del acuerdo de USD 28.900 millones.
El comunicado oficial del FMI explicó que “el Directorio Ejecutivo consideró que se cumplieron todos los criterios cuantitativos de desempeño hasta fines de diciembre de 2022, con cierto margen”.
Bajo la misma línea, el titular de la cartera económica, Sergio Massa, se reunió con la subdirectora gerente del FMI, Gita Gopinath, con quien dialogó sobre el problema de la sequía en el país.
En ese sentido, el organismo internacional expresó que “aprobó modificaciones a la meta de acumulación de reservas para acomodar parcialmente el impacto de la sequía severa, junto con políticas más firmes para salvaguardar la estabilidad, abordar los reveses y asegurar los objetivos del programa”.
Es preciso señalar que el acuerdo que el FMI mantiene con el país fue aprobado el 25 de marzo del 2022. El mismo obtiene ayuda del fondo para paliar la balanza de pagos y el presupuesto, para sentar las “bases de un crecimiento económico sostenible e inclusivo”.
Sin embargo, este acuerdo trajo aparejado recortes en diversos sectores fundamentales para la sociedad. Entre estos: el recorte de presupuesto, en los programas sociales y en los subsidios.
Cuarta revisión
En medio de la reunión por la cuarta revisión del programa, la subdirectora gerente del FMI expresó: “La situación económica se ha vuelto más desafiante desde principios de este año a la luz de la sequía cada vez más severa y los reveses de políticas”.
En ese sentido, y bajo las circunstancias que atraviesa el país, se implementarán “algunos ajustes a la baja en los objetivos de acumulación de reservas”.
Si bien a inicios de marzo se acordó una reducción de las metas de reserva por casi USD 2.000, ahora se aprobó un paquete de políticas más fuerte para salvaguardar la estabilidad.
Frente a los nuevos objetivos que el gobierno nacional empleará se encuentra la quita de subsidios a los sectores de más altos ingresos, a partir de mayo del 2023.
“Será fundamental garantizar que las tarifas de energía para usuarios residenciales y comerciales de altos ingresos avancen para alinearse completamente con los costos, incluyendo para reducir la regresividad del sistema”, expresó Gopinath.
Créditos: Twitter de Sergio Massa.
Aun con la cuarta revisión aprobada, el porcentaje del Producto Interno Bruto (PBI) del déficit fiscal seguirá siendo del 1,9%.
Por otra parte, este viernes, Argentina deberá pagarle al fondo USD 1.296 millones en concepto de las obligaciones establecidas en el programa.
En ese sentido, alrededor de USD 5.300 millones le habrá pagado Argentina al organismo internacional en un mes. Por otra parte, otro de los pagos que deberá realizar es por USD 105 millones a organismos multilaterales.
Dólar agro
El año comenzó con un golpe duro a las reservas nacionales, ya que debido a la sequía extrema el sector agro no pudo exportar las cosechas. Es por ello que, a la hora de liquidar, Argentina se encuentra al rojo vivo.
En el mes de abril, la implementación del tercer programa del dólar soja sería la excusa para que el Gobierno pueda liquidar dólares. Este nuevo cambio diferencial se mantendría por 45 días, hasta fines de mayo, con el fin de sumar dólares en la campaña agrícola.
Si bien se estima que el cambio diferencial ronde los $300 por dólar, quedan aproximadamente 7 millones de toneladas de soja por venderse. Por otro lado, el dólar de exportaciones, que incluyen al vino, maní y otros tendría vigencia por 90 días a partir de mayo.
Con el Banco Central casi sin reservas, el Gobierno nacional debe implementar políticas cambiarias para liquidar granos y ganar divisas.
Créditos: Agrolatam.com.
“Dado que los riesgos a la baja han aumentado aún más, incluyendo en el contexto de una sequía muy severa, la formulación ágil de políticas sigue siendo indispensable para respaldar el éxito del programa”, sostuvieron desde el FMI.
En este contexto, el Gobierno prioriza la ampliación de reservas, como una estrategia para no caer. Atada de manos y pies, la cartera económica conducida por Massa está buscando ayuda de otros organismos, entre ellos el Banco Mundial, el Banco Interamericano de Desarrollo (BID) o el Banco de Desarrollo de América Latina (CAF).
“Es posible que se requiera un endurecimiento adicional de la política macroeconómica y modificaciones adicionales a la política cambiaria para salvaguardar la estabilidad macroeconómica”, sostuvieron desde el organismo internacional.
Aunque en 2020 el gobierno argentino volvió a negociar los términos del préstamo con el FMI, la situación económica de Argentina aún sigue siendo frágil. Entre desembolsos y políticas de ajustes, hoy el Gobierno nacional se encuentra en la desesperación por falta de reservas.