
El presidente Javier Milei vuelve a quedar en el centro de la escena política tras autorizar, por decreto, el ingreso de tropas estadounidenses al país y la salida de fuerzas argentinas hacia Chile para participar de ejercicios internacionales. La medida llega en un contexto de fuerte rechazo social a la instalación de una base militar de EE.UU. en Tierra del Fuego.
Un decreto que esquiva al Congreso
El anuncio se concretó mediante el Decreto de Necesidad y Urgencia (DNU) 697/2025, publicado en el Boletín Oficial. De esta manera, Milei evitó la discusión en el Congreso, a pesar de que la Constitución establece que el ingreso de tropas extranjeras debe ser aprobado por el Poder Legislativo.
El primer operativo, denominado Ejercicio Solidaridad, se desarrollará del 6 al 10 de octubre en Puerto Varas, Chile. Tropas argentinas participarán junto a las fuerzas chilenas en simulacros de catástrofes naturales.
El segundo, Ejercicio Tridente, tendrá lugar entre el 20 de octubre y el 15 de noviembre en Mar del Plata, Ushuaia, Puerto Belgrano y áreas marítimas del Atlántico Sur. Allí se desplegarán tropas y medios de Estados Unidos con operaciones navales conjuntas y entrenamientos de asistencia humanitaria.
Rechazo social a la presencia militar extranjera
Un estudio realizado por Zuban Córdoba & Asociados (29 y 30 de septiembre de 2025) reveló que el 71,5% de los argentinos está en desacuerdo con que Milei permita una base militar estadounidense en Tierra del Fuego a cambio de un acuerdo económico. Apenas un 21% se mostró de acuerdo y un 7,5% no opinó.
El resultado evidencia un marcado rechazo social hacia la injerencia extranjera en el territorio nacional, especialmente en una zona estratégica como el sur del país.
Seguridad y soberanía en debate
Mientras el Gobierno argumenta que estas maniobras buscan fortalecer la cooperación internacional, la decisión profundiza el debate sobre los límites de la soberanía argentina. La autorización por decreto, sin discusión parlamentaria, suma cuestionamientos en un contexto de crisis económica y electoral.
Los críticos advierten que la política de defensa del oficialismo se subordina a los intereses de Washington, mientras que sectores cercanos al Ejecutivo sostienen que la cooperación militar refuerza la integración regional y la capacidad de respuesta ante emergencias.