
Cinco periodistas de la cadena Al Jazeera murieron el domingo en un bombardeo israelí dirigido contra una carpa de prensa en Ciudad de Gaza. Entre las víctimas se encuentran dos corresponsales y tres camarógrafos, incluyendo a Anas al Sharif, a quien el ejército israelí calificó como un terrorista que usaba su rol periodístico para encabezar una célula de Hamás y facilitar ataques contra Israel.
Confirmación y acusaciones oficiales
El ejército israelí reconoció haber llevado a cabo el ataque, afirmando que Anas al Sharif estaba vinculado a actividades terroristas y proporcionaba información para disparos de cohetes contra civiles y fuerzas militares israelíes. Según Daniel Blumenthal, corresponsal de RFI en Tel Aviv, Israel encontró documentación que respalda esta acusación.
Por su parte, Al Jazeera informó que Al Sharif, de 28 años, era uno de sus corresponsales más destacados, conocido por sus reportes diarios desde el norte de Gaza. El medio confirmó también la muerte de los corresponsales Mohammed Qreiqeh y los camarógrafos Ibrahim Zaher, Mohammed Noufal y Moamen Aliwa.
Reacciones internacionales y condenas
El Sindicato de Periodistas Palestinos calificó el ataque como un “crimen sangriento”. Reporteros Sin Fronteras (RSF) expresó su horror ante la muerte de los periodistas y criticó el patrón israelí de etiquetar a reporteros como militantes sin pruebas creíbles, señalando que esto genera serias dudas sobre el respeto a la libertad de prensa.
Sara Qudah, directora regional de RSF, enfatizó la gravedad de estos hechos en un contexto donde más de 200 periodistas han fallecido desde el inicio del conflicto en Gaza hace 22 meses.
Contexto y tensiones históricas
Al Jazeera y el Estado de Israel mantienen una relación conflictiva desde hace años, con vetos, allanamientos y acusaciones cruzadas, en medio de un conflicto donde Catar —que financia parcialmente a la cadena— ha sido escenario de conversaciones indirectas entre Israel y Hamás.
En este marco, la Asociación de Prensa Extranjera en Israel ha presentado una demanda para que el gobierno israelí permita el acceso libre a periodistas internacionales en Gaza, argumentando la necesidad de reportes independientes en un contexto de censura y restricciones.