
Emergencia silenciosa. Así define el psiquiatra Emilio Hidalgo a la situación actual de la salud mental en Argentina. En un contexto de crisis económica persistente, las consultas por ansiedad, depresión y adicciones se han triplicado, y el suicidio se posiciona como la segunda causa de muerte entre jóvenes de 15 a 25 años. La falta de políticas públicas específicas, sumada a factores sociales y económicos, agrava una problemática que ya no puede ser ignorada.
Una pandemia que no se ve, pero mata
Durante una entrevista en el programa “Dialogando” de Radio Sudamericana de Corrientes, Hidalgo —especialista en Psicología Médica, Trastornos de Ansiedad, Depresión y Duelo— advirtió:
“Estamos viviendo una pandemia de salud mental a nivel global”, y los efectos se sienten con fuerza en el país.
Según el especialista, los casos más críticos se presentan entre los 15 y 25 años, pero también se observa un crecimiento preocupante en adultos mayores. “Se han triplicado las consultas. La depresión, las adicciones y la ansiedad son las principales causas”, detalló.
23 intentos de suicidio por día
Uno de los datos más alarmantes que compartió el profesional es que en Argentina se registran, en promedio, 23 intentos de suicidio por día.
“Del 100% de los intentos, el 5% logra concretarlo. La mayoría son varones, porque consultan menos por vergüenza o estigma social”, explicó Hidalgo.
En el caso de las mujeres, si bien tienen más consultas por depresión, los hombres encabezan las cifras de suicidios consumados.
¿Qué papel juega la economía?
“La situación económica también influye en el cerebro”, advirtió Hidalgo al ser consultado sobre el impacto de la crisis.
El desempleo, la inflación, la pobreza, el estrés financiero y la incertidumbre son factores que actúan como detonantes o agravantes de trastornos mentales. “No es posible separar lo emocional de lo económico”, aseguró el psiquiatra.
Primavera: el momento más crítico
Contrario a lo que muchos creen, los meses más peligrosos en materia de suicidios son septiembre y octubre, cuando aumenta la intensidad de la luz solar. Este fenómeno tiene bases biológicas: puede activar a algunas personas, pero también agravar los cuadros depresivos en quienes son vulnerables.
Además, las provincias del sur del país registran mayores tasas de suicidio, debido a factores como el frío, los días grises y la menor exposición al sol.
Salud mental y vulnerabilidad: una responsabilidad colectiva
“La salud mental puede afectarnos a todos. Nadie está exento”, remarcó Hidalgo.
También hizo foco en los adultos mayores, quienes suelen manifestar su malestar con señales más sutiles, como dejar de tomar medicación o descuidar la alimentación.
En este sentido, el especialista resaltó la importancia de la prevención, la educación y la comunicación abierta:
“Hablar de suicidio no genera suicidios, los previene. Lo que hay que evitar es el morbo o la espectacularización del tema en los medios”.
Política pública y urgencia
“La salud mental debe ser priorizada por los gobiernos. No puede seguir siendo secundaria”, advirtió.
Para Hidalgo, visibilizar el problema es el primer paso, pero también se necesita inversión, capacitación profesional, campañas de prevención y dispositivos accesibles en todo el país.
“El suicidio se puede prevenir, aunque no siempre se puede predecir. La clave es que quien sufre no se sienta solo”, concluyó.