“Vivimos al día”, dice Amjad Shawa, director de la red de oenegés (PNGO), mientras advierte que en Gaza se está “orquestando sistemáticamente la hambruna como un castigo colectivo contra los palestinos”. Esto se debe al bloqueo impuesto por Israel para impedir el ingreso de ayuda humanitaria en la Franja, que según Benjamin Netanyahu es una forma de presionar a Hamás para liberar a los 59 rehenes. Sin embargo, la medida afecta a millones de civiles que están privados de agua, alimentos, suministros médicos y combustibles.
Tras la ruptura de la tregua por parte de Israel, activistas y organizaciones internacionales denuncian que Gaza está al borde del colapso. Los civiles deben recurrir así a los comedores comunitarios que, según la Organización de las Naciones Unidas (ONU), son el último salvavidas para cerca de un 80% de los más de dos millones de habitantes de Gaza. “Tenemos entre 70 y 80 comedores comunitarios y se espera que la mayoría cierren en menos de una semana, en cinco o seis días como máximo”, advirtió Amjad Shawa.
Esta realidad asfixiante hizo crecer los índices de malnutrición y desnutrición. De acuerdo a la Oficina de Asuntos Humanitarios de la ONU (OCHA) desde enero se detectaron unos 10.000 casos de malnutrición aguda en niños, de los cuales 1.600 son casos graves. Mientras que Unicef eleva a 60.000 niños al referirse a varios grados de desnutrición.
Como explicó Gavin Kelleher, trabajador humanitario británico del Consejo Noruego para los Refugiados (NRC), “no se trata solo de un corte en la cadena de suministros” sino de una “campaña más amplia para convertir Gaza en inhabitable”. En ese sentido, apuntó también a la destrucción o incorporación en las zonas de exclusión israelíes de la mayor parte de las tierras agrícolas del enclave y a los ataques de la Marina israelí contra pescadores (en varios casos, mortales), contra maquinaria pesada, tanques de agua, fuentes de energía, torres de telecomunicaciones y campamentos de tiendas de campaña.
Nueva ofensiva militar
Este lunes, Netanyahu anunció en sus redes sociales que Israel se dispone a ampliar operaciones en la Franja de Gaza y a desplazar a su población por “su propia protección”. El primer ministro israelí afirmó que la nueva ofensiva será una operación militar intensiva destinada a derrotar a Hamás, pero no detalló qué parte del territorio del enclave sería tomada.
La decisión se produjo horas después de que el Ejército de Israel anunciara que estaba llamando a decenas de miles de reservistas para ampliar su ofensiva contra Hamás en el asediado enclave. Los reservistas serían desplegados en zonas de la frontera con Líbano y la Cisjordania ocupada, mientras que los soldados pasarían a los batallones que entrarían en Gaza.
Las tropas israelíes ya se apoderaron de un área que equivale aproximadamente a un tercio de la Franja de Gaza, desplazando a la población y construyendo torres y puestos de vigilancia en terrenos despejados, que los militares caracterizan como zonas de seguridad, pero el nuevo plan iría más allá.
Mahmoud Mardawi, funcionario de Hamás, rechazó lo que calificó de “presión y chantaje”. “No hay acuerdo excepto uno integral, que incluya un alto el fuego completo, la retirada total de Gaza, la reconstrucción de la Franja de Gaza y la liberación de todos los prisioneros de ambas partes”, afirmó.
El último deseo de Francisco
En este marco, desde el Vaticano informó que el papa Francisco pidió que su papamóvil se convirtiera en una unidad sanitaria para los niños de Gaza. Según detallaron, el Papa confió la iniciativa a Cáritas Jerusalén, buscando responder a la terrible crisis humanitaria de Gaza, donde cerca de un millón de menores fueron desplazados. Además, recordaron las palabras del Sumo Pontífice, quien con frecuencia afirmaba que “los niños no son números. Son rostros. Nombres. Historias. Y cada uno es sagrado”.
El papamóvil reutilizado se equipará con material de diagnóstico, examen y tratamiento, incluidas pruebas rápidas de infecciones, instrumentos de diagnóstico, vacunas, kits de sutura y otros suministros vitales. Una vez que se restablezca el acceso de la ayuda humanitaria a la franja, el papamóvil contará con médicos y personal sanitario que atenderán a los niños de los rincones más aislados de Gaza.
En un comunicado de prensa, Peter Brune, Secretario General de Caritas Suecia, escribió: “Con el vehículo, podremos llegar a niños que hoy no tienen acceso a la atención sanitaria: niños heridos y desnutridos”. “Se trata de una intervención concreta, que salva vidas, en un momento en que el sistema sanitario de Gaza está casi totalmente colapsado”, agregó.
Por su parte, Martín Saade, vocero del Centro Islámico de la República Argentina, expresó: “El último deseo del Papa simboliza no solo su profunda búsqueda de la paz, sino la materialización en acciones concretas. Nos habla de una urgencia moral. Lo que Israel está haciendo en Gaza no es una simple operación militar: es una política de castigo colectivo que desconoce los principios más elementales del derecho internacional”.