Francisco I murió a los 88 años. Durante su papado, desde el 2013, se encargó de manifestar su fanatismo por el fútbol en general y por San Lorenzo, su club del cual fue hincha, en particular.
Describiéndose como un “patadura”, se encargó de remarcar su amor por San Lorenzo cada vez que podía.
Además, recibió mientras fue Sumo Pontífice, entre otros futbolistas y personas ligadas al ambiente futbolero, a Diego Armando Maradona y Lionel Messi, dos ídolos de la historia del fútbol argentino y mundial.
Su amor por San Lorenzo
Corrían los años 40 cuando un joven Jorge Mario Bergoglio, nacido en el barrio porteño de Flores, se unió afectivamente a San Lorenzo, una institución fundada por el padre salesiano Lorenzo Massa.
El equipo campeón de 1946, protagonista de una inolvidable gira por Europa, en la que goleó dos veces al seleccionado de España y otra al de Portugal, generó su admiración cuando apenas tenía 9 años. Desde ese entonces, comenzó a frecuentar el viejo estadio Gasómetro de Avenida La Plata, donde su padre Mario José, contador y exempleado del ferrocarril, practicaba básquetbol.
En la década del ’90, antes de convertirse en Arzobispo de Buenos Aires, el padre Bergoglio visitaba con regularidad la Ciudad Deportiva como un referente espiritual para todos los hinchas del Ciclón. Era tal el vínculo que estuvo a cargo de la misa por el centenario del club en 2008.
Francisco I, campeón
Ya iniciado su papado, en 2013 su querido San Lorenzo increíblemente salía campeón del torneo local. Y digo increíblemente porque poco tiempo atrás San Lorenzo logró evitar el segundo descenso de su historia.
Tras esa consagración doméstica, dirigentes y parte del plantel viajaron hasta El Vaticano para ofrecerle la Copa a Francisco.
Las buenas noticias no terminaron allí, sino que al año siguiente San Lorenzo conseguía la Copa Libertadores por primera vez en su historia. Para continuar con lo hecho el año pasado, nuevamente el Papa hizo lugar en su agenda y brindó una audiencia para recibir a Matías Lammens y Marcelo Tinelli, presidente y vice de la institución en aquel entonces, a Sebastián Torrico, Julio Buffarini y Juan Mercier, jugadores símbolos de ese plantel, y al técnico Edgardo Bauza, entre otras personas que acompañaban.
Lammens recordaba por aquel entonces: “Recuerdo que mientras lo esperábamos, le pregunté a uno de sus custodios si miraba los partidos y me dijeron que no por la diferencia horaria, pero sí para saber el resultado de la final se levantó cerca de las 4 de la mañana”. Además, confesó que Francisco no pudo creer cuando recibió de regalo los guantes del arquero Torrico.
Su encuentro con Messi y Maradona
Pocos meses después de su elección, Francisco recibió a las Selecciones Argentina y de Italia quienes jugaron un amistoso previo al Mundial 2014 que se desarrolló en Brasil.
En dicha ceremonia, el Papa fue homenajeado como el primer pontífice americano por los dos combinados nacionales. En ese acto, Francisco entregó un ramo de olivos, símbolo de paz, a los capitanes de ambas selecciones: Gianluigi Buffon para Italia y Lionel Messi para Argentina.
“Para nosotros hoy es un día muy especial. Estoy orgulloso de haber estado aquí para ver al Papa, también porque es argentino. El fútbol me ha llevado por todo el mundo, pero esta ha sido una jornada inolvidable”, declaró Messi tras la ceremonia.
Por otro lado, también pudo conocer a Maradona. El encuentro se dio en el 2014 en el marco de un partido por la Paz organizado por Scholas Ocurrentes en el Estadio Olímpico de Roma.
“En el terreno de juego fue un poeta, un gran campeón que dio alegría a millones de personas, tanto en Argentina como en Nápoles. También era un hombre muy frágil”, así definía Francisco 1 a Maradona, remarcando que uno de sus recuerdos más felices en el fútbol fue el Mundial conseguido por la Selección en México 1986.
Durante el velatorio de Maradona, el 26 de noviembre del 2020 se supo que el Papa envió un rosario bendecido para la familia.