En Argentina, más de 160 organizaciones conforman la Red Creer. Esta iniciativa busca generar oportunidades de inclusión socioeconómica para personas privadas de la libertad, liberados y liberadas. Ejemplo de esto es el caso de Griselda Díaz, especialista en belleza de uñas, quien con la ayuda de la Red creó su negocio “Gri Nails” mientras cumple su arresto domiciliario.
Griselda es mamá de tres hijos y cuida a sus sobrinos como sostén económico y afectivo. Además, mientras cumple con su arresto domiciliario, trabaja en su emprendimiento de belleza de uñas. En el encierro lidia con los estereotipos de género, ya que la expectativa de que las mujeres deben maternar dificulta la obtención de permisos para salir a trabajar y poder así sostener la casa. Es ahí cuando aparece la Red Creer, la cual le otorgó un Fondo Semilla y la posibilidad de formarse para desarrollar su negocio pese a las dificultades.
Cuando una mujer que es jefa de hogar está privada de su libertad, lo más cotidiano se convierte en un desafío. “En la domiciliaria vos sos la responsable de todo, lo que vuelve difícil de resolver situaciones comunes como comprar una leche”, explicó Griselda. Durante el primer año de arresto, que “es el más difícil”, también cuidó en su casa a sus sobrinos.
Cabe resaltar que los varones que atraviesan la detención domiciliaria tienen más posibilidades que sus pares mujeres de que la Justicia los autorice a salir a trabajar bajo un régimen de horarios. “Nosotras cuidamos a los hijos en casa, pero no te permiten trabajar. Entonces, ¿cómo cuidar? Y al hombre no le dan la responsabilidad de cuidar a sus hijos tampoco”, reflexionó Díaz. “Yo solicité trabajar varias veces y no me dejan salir a hacer ningún tipo de trabajo”, contó.
Según datos del Sistema Nacional de Estadísticas sobre Ejecución de la Pena (SNEEP), al 31 de diciembre de 2023 el país registraba 111.967 personas privadas de libertad en establecimientos penitenciarios federales, de las cuales el 5% eran mujeres. Además, se contabilizaron 13.074 personas en prisión domiciliaria, sin especificar sus géneros. “Desde la Red Creer nucleamos a más de 160 organizaciones públicas, privadas y sociales de todo el país a través de las que brindamos capacitaciones y oportunidades sociolaborales para personas que están, no solo en el sistema penitenciario federal sino quienes se encuentran en unidades provinciales o quienes ya recuperaron la libertad”, explicó Florencia Sequeira, coordinadora del espacio.
Un emprendimiento en casa
Griselda tenía un trabajo en relación de dependencia que le insumía muchas horas y le quitaba tiempo para estar con sus hijos. Por eso, decidió hacer un curso de belleza de manos y uñas. Esa formación previa es clave mientras se encuentra privada de la libertad porque es lo que le permite llevar adelante su negocio “Gri Nails”.
La Red Creer le otorgó un Fondo Semilla, un aporte económico no reembolsable que utilizó para comprar insumos y acondicionar su casa para recibir a su clientela. “Ese acompañamiento me permitió creer o ver que podía cuando me estaba ahogando”, expresó. También accedió a una mentoría para emprendedores que brindó la Red junto con Juaga y la Universidad Nacional de La Plata (UNLP).
El encuentro con personas que atraviesan una situación similar, sobre todo si también son mujeres, es muy importante en el camino de fortalecer la confianza en sí mismas para llevar adelante un proyecto. “Con domiciliaria estás medio en la marginalidad, aislada. Pero entonces empezás a ver qué podés, qué no podés, que te va a traer problemas, qué no. Es importante contar con otra”, comentó Griselda sobre la importancia de construir redes de apoyo.
Desde la Red Creer, el trabajo con mujeres como Griselda busca abrir caminos, derribar barreras y generar oportunidades reales para que puedan sostener sus hogares sin que la privación de la libertad signifique la exclusión total de sus derechos.
Acerca de la Red Creer
La Red Creer es un espacio colaborativo y multiactoral para el diseño, la implementación y la evaluación de distintas iniciativas de impacto colectivo orientadas a la inclusión socioeconómica de personas privadas de la libertad o liberadas, y para sus entornos directos. Está conformada por más de 160 organizaciones privadas, sociales y públicas de todo el país.