Los incendios forestales arrasan miles de hectáreas en la Patagonia, dejando a su paso un desastre ecológico y social. En este contexto, ciudadanos argentinos han lanzado una campaña en Change.org para que el ecocidio sea tipificado como delito en el país. Con la consigna «Argentina Sin Ecocidio», la iniciativa ya reunió más de 20.000 firmas y busca que crímenes ambientales como incendios intencionales y contaminación sean castigados con penas de prisión y multas.
Una problemática sin castigo
La campaña denuncia la falta de legislación específica para sancionar a los responsables de crímenes ambientales. «En Argentina, es más punible robar una manzana que quemar cientos de hectáreas de bosques», afirman los organizadores de la iniciativa. Esta ausencia de penalización permite que los incendios forestales, la contaminación y el tráfico de especies ocurran con impunidad.
La situación se agrava con los recientes incendios en El Bolsón, donde ya se han destruido casi 20.000 hectáreas. Investigaciones determinaron que el fuego fue provocado intencionalmente, lo que refuerza el pedido de una legislación que castigue estos delitos.
Un movimiento con impacto global
El colectivo «Argentina Sin Ecocidio» forma parte de «Stop Ecocidio», un movimiento internacional que busca que la destrucción grave del medio ambiente sea considerada un crimen universal. En países como Brasil y Chile ya se han presentado proyectos para tipificar el ecocidio, mientras que en Argentina la falta de legislación sigue generando impunidad.
Para revertir esta situación, la campaña solicita el apoyo de instituciones políticas, académicas y sociales para incorporar el ecocidio en el Código Penal y garantizar la justicia ambiental.
Una propuesta concreta
Actualmente, existe un anteproyecto elaborado por Miguel Ángel Asturias, director de la Asociación de Investigadores de Derecho Penal Ambiental y Climático (AIDPAC), que adapta la definición internacional de ecocidio al derecho argentino. La iniciativa busca imponer penas de cárcel y multas a quienes provoquen la destrucción masiva del medio ambiente.
Mientras tanto, la crisis ambiental sigue cobrando víctimas. En Río Negro, los incendios han obligado a evacuar a más de 800 personas y se registró el fallecimiento de Ángel Reyes, un vecino de 84 años que murió tras inhalar humo en la localidad de Mallín Ahogado. Además, el fuego consumió 2.000 hectáreas y destruyó el Centro Sanitario Costa del Río Azul.
Impacto ambiental a largo plazo
Los incendios forestales no solo destruyen la vegetación y el aire que respiramos, sino que también afectan la disponibilidad de agua, un recurso vital. Según el monitoreo de la Comisión Nacional de Actividades Espaciales (CONAE), en 2024 se registraron más de 148.000 hectáreas afectadas por incendios en Córdoba y San Luis. Estos eventos dañan los patrones de precipitación, afectan la vegetación que retiene el agua y aceleran la evaporación, reduciendo la disponibilidad del recurso incluso años después.
Un llamado a la acción
La campaña «Argentina Sin Ecocidio» continúa sumando firmas en Change.org con el objetivo de lograr un marco legal que proteja al medio ambiente y castigue a quienes lo destruyen. La ciudadanía exige que la política actúe para frenar la impunidad de los crímenes ambientales y garantizar el derecho a un ambiente sano para las generaciones futuras.