El Gobierno Nacional oficializรณ el pasado viernes el Decreto 1112/2024, que establece una nueva normativa para el Sistema de Defensa Nacional, ampliando el alcance y las capacidades de las Fuerzas Armadas frente a amenazas contemporรกneas como el ยซterrorismo y los ciberataquesยป. La medida tambiรฉn habilita su actuaciรณn en zonas del interior del paรญs en una coordinaciรณn de los militares con las fuerzas de seguridad.
El nuevo decreto deroga la normativa 727/2006, que restringรญa la acciรณn militar a agresiones externas por parte de Estados. En su lugar, se adoptan conceptos mรกs amplios de amenaza, incorporando la posibilidad de enfrentar ataques de actores no estatales, como grupos terroristas o paramilitares, y escenarios novedosos como el ciberespacio y el espectro electromagnรฉtico.
Entre las disposiciones clave, se autoriza a las Fuerzas Armadas a operar en zonas de seguridad de fronteras para tareas de vigilancia y control durante tiempos de paz. Tambiรฉn podrรกn brindar apoyo logรญstico ante emergencias, segรบn lo establecido en el artรญculo 17 del decreto.
El plan incluye la implementaciรณn de un Ciclo de Planeamiento de la Defensa Nacional, diseรฑado para mejorar la actuaciรณn conjunta y la interoperabilidad con fuerzas internacionales. Ademรกs, se prioriza la modernizaciรณn tecnolรณgica mediante el uso de inteligencia artificial y sistemas no tripulados.
La iniciativa tambiรฉn busca โfortalecer la respuesta a actividades ilรญcitas, como el narcotrรกfico, en รกreas estratรฉgicasโ. Aunque por motivos de seguridad no se divulgaron detalles especรญficos, se informรณ que se identificarรกn zonas del interior clave para proteger infraestructura crรญtica, como represas y centrales nucleares.
Una gestiรณn de Gobierno a puro decretazo
Uno de los primeros lineamientos del gobierno de Javier Milei fue el uso intensivo de los Decretos de Necesidad y Urgencia, como el que cumpliรณ un aรฑo hace pocos dรญas y sigue vigente: el DNU 70/2023. En ese instrumento legal, apenas rechazado por el Senado y sin tratamiento de Diputados, se avanzรณ en normas y desregulaciones que son propias del Congreso.
El DNU, tambiรฉn fue cuestionado sobre todo por el fuero laboral del Poder Judicial. En su articulado, que incluรญa modificaciones parciales y hasta totales de cientos de leyes, venรญa inserta cual Caballo de Troya una especie de Reforma Laboral. Obviamente de carรกcter antiderechos y antipopular.
Primer gran decreto del gobierno de Javier Milei:
- Objetivo: Derogar 300 normas nacionales.
- Contrato de alquiler con Bitcoins: Se firmรณ el primer contrato de este tipo.
- Sociedades anรณnimas deportivas: Apertura legal para su creaciรณn y funcionamiento.
- Figura del trabajador independiente con colaboradores: Introducciรณn de esta nueva categorรญa laboral.
En cuanto a los temas militares, otra bandera libertaria sobre todo de Villarruel, la reciente normativa habilita a las Fuerzas Armadas a realizar tareas tradicionalmente reservadas a las fuerzas de seguridad, como actuar en casos de flagrancia sin autorizaciรณn del Congreso, lo que ha generado crรญticas por presuntas violaciones a las leyes de Defensa Nacional y Seguridad Interior, asรญ como a resoluciones de la Asamblea General de Naciones Unidas.
El Decreto 1112 redefine los ยซobjetos de valor estratรฉgicoยป, delegando al Poder Ejecutivo la facultad de enumerar las instalaciones y entidades que deben ser protegidas. Sin embargo, el artรญculo 3ยบ del texto ha sido seรฑalado como contrario a la Ley de Defensa Nacional, al disponer que las Fuerzas Armadas colaboren con policรญas provinciales, la Policรญa de la Ciudad de Buenos Aires y fuerzas federales en la custodia de esos objetivos.
Adicionalmente, un segundo decreto permite a los militares portar armas para garantizar su propia seguridad durante actividades de entrenamiento o servicio. Tambiรฉn los autoriza a repeler agresiones y realizar aprehensiones transitorias en casos de delitos flagrantes, lo que refuerza su involucramiento en tareas de seguridad interna.
El especialista en Defensa y docente de la Universidad de Buenos Aires, Sergio Eissa, advirtiรณ sobre el impacto de estas disposiciones. ยซLo que se hace ahora es volver a incluir el terrorismo, grupos paraestatales, narcotrรกfico y organizaciones criminales como hipรณtesis de empleo de las Fuerzas Armadasยป, explicรณ al sitio La Polรญtica Online.
Eissa tambiรฉn vinculรณ estos decretos con iniciativas legislativas en curso, como el proyecto para modificar la Ley de Seguridad Interior y la Ley Antimafia, que ya cuenta con media sanciรณn y contempla medidas excepcionales similares a un estado de sitio sin control parlamentario.
Si en algo la democracia argentina, que acaba de cumplir sus primeros 41 aรฑos, tenรญa ciertos consensos bรกsicos es en los temas de Defensa, Seguridad e Inteligencia. Un acuerdo que variaba de formal a real, de acuerdo a cada gobierno de turno.
La Ley de Defensa es de la gestiรณn del presidente Raรบl Alfonsรญn. Eran los aรฑos de la inicipiente democracia y la presencia militar se habรญa hecho notar en los diversos alzamientos carapintadas, que le arrancaron al radicalismo las leyes de Punto Final y de Obediencia Debida, para frenar el juicio y castigo a los responsables del Terrorismo de Estado.
Luego, ya con Carlos Menem โpacificandoโ a travรฉs de los indultos, llegรณ la Ley de Seguridad Interior. La Ley de Inteligencia, vino con el gobierno breve de Fernando De la Rรบa, en 2001.
Es decir, tres gestiones diferentes y una lรญnea que se mantuvo, con altibajos, hasta el presente.
Hasta la llegada de Milei-Villarruel, que van mรกs allรก que nadie en eso de llevar hasta las รบltimas consecuencias el regreso al pasado. Queda claro que el Protocolo Antipiquetes de Patricia Bullrich no les alcanza. Por eso esta iniciativa, que proyecta un escenario en el cual sigue mรกs viva que nunca la fรณrmula que plantea que no hay ajuste sin represiรณn.