Alrededor de todo el mundo, millones de personas siguen de cerca el día a día de menores a través de sus redes sociales. En la actualidad, la infancia ha encontrado un nuevo escenario para desarrollarse: el universo digital. Desde videos virales hasta cuentas que documentan cada paso en la vida de menores, este fenómeno crece a una velocidad que resulta preocupante. ¿Qué efectos tiene esta sobreexposición?
Desde la Agencia de Noticias Científicas de la Universidad Nacional de Quilmes (UNQ) se propusieron indagar en esta cuestión y recolectaron la opinión de varios especialistas para analizar desde la psicología cómo el uso excesivo de las pantallas afecta a les menores. Al respecto, la Sociedad Argentina de Pediatría alerta que un uso excesivo de más de dos horas de medios electrónicos “puede afectar el cerebro de los niños/as pequeños debido a su inmadurez y desencadenar repercusiones en el desarrollo de habilidades cognitivas, motoras, del lenguaje, socioemocionales, que repercuten fuertemente en el aprendizaje”.
Sin embargo, el tema se torna aún más complejo cuando un niñe, además de utilizar de forma excesiva algún dispositivo digital, está del otro lado de la cámara expuesto a una audiencia masiva bajo la presión de generar contenido constante.
Las infancias en la era digital
En la actualidad, millones de menores tienen cuentas en redes sociales, ya sea gestionadas por sus padres o por elles mismes. Es allí donde comparten su día a día: bailan, cocinan, juegan o simplemente realizan situaciones divertidas. Daiana López Cross, licenciada en Psicología y especialista en infancias, explicó que esta exposición constante puede ser perjudicial para su bienestar emocional.
“Dejar expuesto a un niñe a ser influencer es aversivo porque su sistema cerebral no está preparado para recibir información de manera masiva. La exposición puede resultar traumática y generar consecuencias psicológicas en la adultez”, afirmó. Durante la infancia, la identidad y las funciones cognitivas están en pleno desarrollo, lo que los hace vulnerables a críticas, violencia verbal o la falta de validación.
El impacto emocional de la fama temprana
El caso de Kuky Jazz, una niña argentina de nueve años que comenzó publicando videos de danza y ahora es conocida en todo el país, es un ejemplo claro de la influencia de las redes en las infancias. Con más de 500 mil seguidores en Instagram y colaboraciones con grandes marcas, su vida se encuentra expuesta a millones.
Si bien su éxito parece inofensivo, López Cross alerta sobre los riesgos: “Es fundamental monitorear la salud mental en momentos de exposición pública. Los adultos deben estar atentos a las emociones de les niñes y asegurarse de que realmente disfruten lo que hacen”.
Otro caso notable es el de Tomás Cuanta Facha, quien saltó a la fama luego de que un video suyo se volviera viral. Con más de 35 mil seguidores, su vida era seguida de cerca por sus fans, hasta que sus padres decidieron pausar las publicaciones. Aun así, los seguidores continúan pidiendo actualizaciones sobre el menor. Esto plantea una pregunta crucial: ¿Están les niñes preparades para gestionar la demanda de atención de una audiencia tan amplia?
Responsabilidad adulta en la crianza digital
Uno de los puntos más importantes que destacan les especialistas es la responsabilidad de les adultes a la hora de decidir sobre la exposición de les niñes en redes sociales. La relación entre les menores y su audiencia suele basarse en una aparente cercanía y familiaridad, lo que puede distorsionar los límites entre la vida privada y pública.
“Siempre hay que escuchar lo que elles quieren. ¿Desean realmente seguir expuestos? ¿O prefieren una vida más privada?”, sostuvo López Cross. La psicóloga enfatiza que la clave está en respetar los deseos de les niñes y, si presentan signos de estrés, irritabilidad o perfeccionismo, acudir inmediatamente a un profesional de la salud mental.
Infancias famosas, infancias vulnerables
El fenómeno de las infancias influencers no se limita a casos aislados. Figuras como Mirko (hijo del actor Marley, con 5,8 millones de seguidores) o Matilda Salazar (hija de Luciana Salazar, con 398 mil seguidores) también forman parte de esta tendencia, que combina entretenimiento y exposición a niveles que antes solo se reservaban a les adultes.
El reto, entonces, es encontrar un equilibrio entre la vida digital y el desarrollo saludable de las infancias. Además de trabajar en la prevención de adicciones a videojuegos y lograr el uso saludable de la tecnología, limitar el uso de pantallas es un consejo que vienen dando los pediatras especialistas del país.
Según las recomendaciones de la sociedad Argentina de Pediatría para un uso saludable de dispositivos: “Es importante tener en cuenta los riesgos de acuerdo a patrones de consumo y sus consecuencias: sobrepeso, obesidad, alteraciones del sueño, afecciones psicológicas, irritabilidad, poca tolerancia a la frustración, alteraciones cognitivas, de la memoria y la atención, hiperactividad, bajo rendimiento académico y comportamientos problemáticos”.