En un contexto donde el mundo laboral cambia de forma constante, la Oficina de País de la Organización Internacional del Trabajo (OIT) para la Argentina se propuso visibilizar las expectativas y experiencias de las juventudes respecto al acceso al trabajo decente. Para ello, lanzó la campaña de sensibilización #Laburencers, para la cual se seleccionó a jóvenes que, a partir de entrevistas y recursos digitales, dan a conocer sus historias sobre crecimiento y desarrollo en diferentes áreas laborales de forma digna. De este modo se busca promover el debate público sobre las nuevas formas de empleo, los desafíos de los jóvenes en la transición entre escuela y trabajo y en su inserción en el mercado laboral.
Dicha campaña surgió en el marco del IV Programa de Trabajo Decente por País Argentina 2022-2025, que se basa en los principios y estándares de la OIT y propone impulsar la formación profesional, el desarrollo de competencias y el acceso al trabajo de la población joven.
Elías realizó un curso de Operador de Conectividad en el Barrio Villa 20, que lo llevó a descubrir su vocación tecnológica y, de a poco, a insertarse en el mundo laboral de la economía verde.
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Los jóvenes y el trabajo
Cabe mencionar que en Argentina, aunque se registró una leve mejora en el 2023, la tasa de desempleo de los jóvenes es del 20%. Esta población es de las que más dificultades encuentran para tener un empleo formal: durante el primer trimestre de 2024, la tasa de informalidad para este grupo fue del 60%, contra el 42,2% de las personas adultas, según datos del Instituto Nacional de Estadísticas y Censos (INDEC). Además, la brecha revela factores de género, ya que entre las personas de 18 a 24 años, la tasa de ocupación de las mujeres jóvenes para el mismo período del año fue del 36,2% versus el 47,9% de sus pares varones.
Por su parte, la directora de la Oficina de País de la OIT Argentina, Sara Luna Camacho, sostuvo que “el dinamismo y la innovación de las personas jóvenes son fundamentales para construir un futuro laboral sostenible”. “Las innovaciones de la revolución digital, las reconfiguraciones de la organización del trabajo y las situaciones heterogéneas en el mundo laboral abren interrogantes sobre la creación de empleo juvenil seguro, las transiciones de la escuela al trabajo, de la informalidad hacia la formalidad y la extensión de derechos fundamentales de trabajo”, reflexionó.
La pandemia llevó a Celeste a posponer sus estudios, pero su vocación por el cuidado de las infancias le abrió las puertas al mundo laboral. Para ella, es clave que las y los jóvenes se informen sobre sus derechos laborales.
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Desde la entidad afirmaron que tras la pandemia de COVID-19, las perspectivas del mercado de trabajo a escala global mejoraron para los jóvenes de 15 a 24 años. De acuerdo al informe Tendencias Mundiales del Empleo Juvenil (OIT, 2024), las tasas de desempleo juvenil en 2023 volvieron a sus niveles anteriores a 2019 o se situaron por debajo de ellas en la mayoría de las subregiones. Según proyecta dicho estudio, se espera que la tasa mundial de desempleo juvenil continúe en baja hasta situarse en el 12,8% en 2024 y 2025.
Sin embargo, el informe advierte que la recuperación no fue universal y evidencia brechas por género. Al respecto, la especialista en empleo y desarrollo productivo de la OIT Argentina, Bárbara Perrot, aseguró que “la tasa de desempleo juvenil aumentó en el mundo más bruscamente en el caso de las mujeres durante la crisis de 2020”, asegura. “Dos de cada tres jóvenes que ni estudian, ni trabajan ni reciben formación son mujeres. Allí se observa un condicionamiento motivado por el género”, detalló.
Para los jóvenes que sí trabajan, el informe señala la falta de avances en la obtención de empleos decentes. En todo el mundo, más de la mitad de este grupo tiene un empleo informal. También se destaca que mantener el desarrollo de competencias al ritmo de la evolución de la demanda de competencias ecológicas y digitales será fundamental para reducir los desajustes educativos.