Desde su estreno en 2019, la aclamada pieza «Paraguay« de la Compañía Absoluta ha brillado con creces en la cartelera porteña y cautivado a críticos y público por igual.
Esta magnífica producción se centra en el descarnado mundo de la emigración latinoamericana hacia los Estados Unidos y explora las duras realidades que enfrentan quienes emprenden esta incierta travesía en pos del sueño americano.
Un espectáculo que combina actuaciones sobresalientes, una dirección impecable y momentos musicales llenos de diversión y ternura. Las próximas funciones serán los domingos 16 y 30 de junio a las 19 en el Teatro Astros (Av. Corrientes 746, CABA).
Esta tragicomedia musical, diseñada de manera colectiva, tiene una dramaturgia de la mano de Lucía Maciel y Paula Grinszpan. Su trama presenta a dos mujeres paraguayas, madres de familia, que se embarcan en este viaje plagado de adversidades.
A través de sus vivencias, los espectadores son testigos de los abusos, el machismo, la extorsión y la explotación a los que se ven sometidas desde el primer instante. Con una prosa contundente y milimétrica, ni una sola palabra está de más en este texto que refleja con crudeza la realidad que atraviesan miles de inmigrantes.
Esta sorprendente propuesta está cargada de un profundo mensaje social y político, pero lo que realmente cautiva es el tono que logra imprimir.
El humor inteligente contrasta de manera magistral con la dureza de la trama, creando momentos memorables que oscilan entre lo tierno y lo absurdo. Es una síntesis brillante de tradición e innovación, un musical colorido, kitsch y trash, pero también profundamente comprometido.
Un equipo actoral increíble
La obra se caracteriza por ser un espectáculo sencillo y accesible para todo tipo de espectadores. Su brillantez reside en su capacidad de lograr ser una experiencia increíble con mininos recursos y en un tiempo reducido, ya que casi no llega a una hora de duración.
El equipo artístico es todo una joyita, las actuaciones de Manuela Martínez y Olivia Daiez en los roles protagónicos son sencillamente magistrales. Inundan a sus personajes de ingenuidad y anhelos, lo que permite a la platea empatizar de inmediato.
En su travesía se cruzan con Liliana, una figura interpretada de manera brillante por Mariano Saborido, quien encarna a esta funcionaria aduanera que resulta totalmente querible.
Esta artista con letras mayúsculas, es estupendo tanto en su actuación como en voz en los momentos musicales. Migue Canevari, por su parte, aporta una magistral ambientación sonora y acompaña las escenas con su virtuosa guitarra y voz.
La dirección de Maciel y Grinszpan es simplemente exquisita. Cada gesto, cada movimiento en escena está cuidadosamente calculado, logrando que la narración fluya de manera orgánica sin dejar resquicios. El ritmo es perfecto, manteniendo al espectador cautivado durante toda la función, dejando al espectador con ganas de más al caer el telón.
La escenografía de Gabriella Gerdelics y el vestuario también de esta última junta Camila Pérez son sencillas pero efectivas. En escena con un par de sillas y tan solo un cajón rodante que se transforma en distintos espacios de suma practicidad alcanza para crear la magia.
El diseño de luces de Exequiel Casanello complementa a la perfección, alternando entre atmosferas poéticas e hirientes según lo dicta la trama.
«Paraguay», en resumen
«Paraguay» es una verdadera joya teatral que no decepciona. Con actuaciones sobresalientes, una dirección impecable y un mensaje contundente envuelto en capas de ingenio y belleza.
Este espectáculo de creciente éxito desde su estreno, ya se ha consolidado como una de las propuestas más relevantes del nuevo teatro argentino. Es una obra profunda, sencilla y asequible que cautiva a todo tipo de público, y una excelente manera de cerrar el fin de semana con muy buen teatro.