El fútbol engrana muchas anécdotas y curiosidades a lo largo de su existencia, las cuales a veces son difíciles de comprender. En la actualidad es más común ver como diversos futbolistas poseen la posibilidad de representar a dos países, pero en el pasado era poco frecuente. Uno de los casos más emblemáticos en Argentina tiene como protagonista a David Trezeguet, quien 30 años atrás tuvo su bautismo en la disciplina con Platense.
Un 12 de junio de 1994 se produjo el debut del delantero con la camiseta del Calamar, en un encuentro como local ante Gimnasia de La Plata que finalizó 1-1. De esta manera, el nacido en Ruan, Francia, logró jugar en la Primera División del fútbol argentino con el técnico Ricardo Rezza y tan solo 16 años. En aquel entonces, nadie esperaba que el galo dure en el país y mucho menos, que tiempo más tarde toque el cielo con las manos al ganar un Mundial.
Una estadía sin penas ni glorias
El goleador comenzó su sueño futbolístico en el club de Vicente López, donde realizó todas las divisiones inferiores. En total estuvo dos temporadas en el conjunto argentino pero solo disputó 3 encuentros en cada una sin marcar goles. La primera campaña, el Torneo Clausura 1994, Platense no estuvo a la altura y culminó en la 18° posición con solo 14 unidades como producto de 3 triunfos, 8 caídas y 8 igualdades.
En tanto, para el Torneo Apertura las cosas cambiaron y el equipo alcanzó una 6° colocación con 21 puntos tras 7 triunfos, 7 empates y 5 derrotas. No obstante, a mediados de 1995 el club sufrió varios problemas institucionales que precipitaron la salida de Trezeguet. Bajo el consejo de su representante, Rafael Santos, de buscar nuevos horizontes, el delantero se mudó a Francia luego de quedar en libertad de acción.
De menor a mayor
Su camino en suelo francés comenzó con unas pruebas para incorporarse al Paris Saint Germain pero por desacuerdos económicos y cuestiones burocráticas, no se produjo el fichaje. No obstante, el Mónaco lo contrató por un sueldo anual de 180 mil francos y bajo el aval del entrenador Jean Tigana. A inicios de 1996 llegó su debut en la Ligue 1 frente, de manera curiosa, el cuadro parisino que no lo adquirió en su arribo a territorio galo.
Durante su primera temporada solo fue partícipe de 5 partidos, no anotó goles y su equipo finalizó tercero en la liga. En la campaña siguiente, mantuvo la misma estadística pero logró consagrarse en el torneo local. Un año más tarde se afianzó como titular tras la salida de Sonny Anderson y no defraudó tras anotar 18 goles y quedar como el segundo goleador del campeonato. Desde el primer momento demostró talento, habilidad y visión de juego, pese a su posición.
En 1998 llegó su bautismo en competencias europeas con la Champions League, donde anotó su primer gol ante el Manchester United en el mítico Old Trafford. La anotación sirvió para superar los cuartos de final; aunque, en semifinales no tuvo la misma suerte y la Juventus lo eliminó. En 1999-2000 se adjudicó otra liga doméstica en dupla con Thierry Henry y anotó 22 goles. Incluso, obtuvo también la Supercopa del país de 1997 tras vencer 5-2 a Niza en la final.
Una etapa que duró 10 años
A mediados de 2000 llegó la gran oportunidad de Trezeguet al fichar por la Juventus, equipo que abonó 45.000 millones de liras por un contrato de 5 años. En su arribo estuvo bajo el ala de Carlo Ancelotti y arrancó en el banco por la presencia de los delanteros Alessandro Del Piero y Filippo Inzaghi. Sin embargo, fue el máximo goleador del equipo con 14 goles en su primera campaña, cuya debut en la red fue en octubre ante el Milan.
La siguiente temporada obtuvo su primer título al ganar la Serie A con la bonificación de que fue el goleador de ese certamen con 24 goles. En agosto de ese año consiguió su segundo éxito en Italia con la Supercopa local al derrotar 2-1 al Parma. Asimismo, en los dos años posteriores obtuvo otra liga local y la misma copa doméstica, aunque; sufrió varias lesiones que impidieron que mantenga la continuidad y titularidad.
Para las temporadas 2004-2005 y 2005-2006, el cuadro de Turín consiguió el bicampeonato italiano con un total de 32 goles por parte de Trezeguet. Sin embargo, en aquel tiempo salió a la luz el conocido caso de Calciopoli, escándalo que involucró la manipulación de ciertos partidos. Por esa cuestión, los dos últimos títulos ligueros de la Juventus fueron anulados y el equipo sufrió su primer descenso a la Serie B.
En aquel momento la polémica alcanzó también a Lazio y Fiorentina, equipos que siguieron el mismo camino que la Juventus. Incluso, en la Vecchia Signora hubo un fuerte éxodo de jugadores; aunque, Trezeguet decidió quedarse para devolver el equipo a la elite italiana. De este modo, y tras rechazar ofertas de poderosos clubes europeos, el delantero fue fundamental en el ascenso, que llegó un año más tarde, con 15 goles en 30 partidos.
La primera temporada tras su regreso a la Serie A, Trezeguet no perdió su racha goleadora, la cual le permitió meterse en la lista de los máximos artilleros del club. La siguiente campaña estuvo marcada por diferentes lesiones que implicaron intervenciones quirúrgicas para regresar en enero de 2009. Sus dos últimos años en la institución no fueron buenos por falta de minutos y malas actuaciones colectivas. En agosto de 2010 le puso fin al vínculo tras una década al no llegar a un acuerdo económico.
Un cambio de aire inesperado
Luego de quedar libre de la Juventus, Trezeguet llegó al Hércules de España a mediados de 2010 bajo un contrato por dos temporadas y un sueldo de 1.5 millones de euros. La primera rueda ilusionó a los hinchas ya que cosechó victorias resonantes pero al final de la temporada perdió la categoría por problemas económicos y dirigenciales. Pese a un aporte de 12 goles en 29 cotejos, el delantero se fue del fútbol ibérico debido a una clausula estipulada.
Su próximo destino lo llevó el exótico fútbol de Dubái para formar parte del Baniyas, donde estampó un vínculo por un año con un sueldo de 1,7 millones de euros. No obstante, las constantes lesiones le impidieron desempeñarse con normalidad, por lo que solo jugó 3 partidos y no pudo marcar goles. Frente a esta situación, rescindió el contrato y buscó nuevos horizontes. Nadie hubiera imaginado que su siguiente parada sería en Argentina y por su propio fanatismo.
Un refuerzo de lujo
En diciembre de 2011, River Plate contrató del atacante de 34 años, quien era hincha confeso de la institución. El francés llegó en el peor momento de la historia del club y afrontó la segunda mitad del torneo de la Primera B Nacional. Desde el comienzo representó una inyección de jerarquía que de a poco compensó con goles. En febrero de 2012 marcó por primera vez ante Independiente Rivadavia y dos meses después lo hizo por duplicado ante Ferro.
En junio se volvió una leyenda del conjunto riverplatense al anotar los dos goles para vencer a Almirante Brown y consolidar el regreso a la Primera División. En total acumuló 13 anotaciones en 19 partidos durante la temporada. Durante su primera estadía en la elite argentina, Trezeguet se ganó la capitanía por decisión del técnico Matías Almeyda tras lo hecho en segunda división.
Una fuerte tendinitis no le permitió ser protagonista en la primera parte de la siguiente campaña. Sin embargo, la vuelta de Ramón Diaz al banco de suplentes en 2013 ayudó a que se recupere y mantenga su posición de capitán. Pese a las grandes expectativas, el Riojano de a poco dejó de tenerlo en cuenta y a mitad de año se fue en condición de préstamo. Con la camiseta de River disputó 38 cotejos y marcó 17 goles, con dos que quedaron en la historia.
Trezeguet y un cierre lejos de los focos
Una vez concluida su etapa en Núñez, se fue mediante una sesión de un año a Newell’s en junio de 2013. Con el cuadro leproso disputó 30 cotejos y anotó 9 goles durante la única temporada en la que estuvo. Asimismo, en noviembre se pudo dar el lujo de alcanzar la cifra de 300 goles cuando marcó un doblete ante Colón por el Torneo Inicial. Luego de su paso por el equipo rosarino, Trezeguet pretendió retirarse en River, el cuadro de sus amores.
Más allá del fuerte deseo de colgar los botines con la camiseta millonaria, la dirigencia rescindió su contrato por una mala relación con Fernando Cavenaghi, capitán del equipo. Frente a este panorama, en julio de 2014 se incorpora al Pune City de la India. Con solo seis meses en el equipo asiático, dijo presente en nueve compromisos y marcó solo dos goles. Para enero de 2015, el goleador decide ponerle punto final a su carrera profesional con 37 años.
La consagracíon mundial del Rey David
En cuanto a su relación con su seleccionado nacional, Trezeguet comenzó con la Sub-20, con quien fue partícipe del Mundial de la categoría en 1997. En dicha competición el equipo galo cayó en cuartos de final ante Uruguay y el delantero se quedó con el Botín de Plata por cosechar cinco goles en total. Por otro lado, en enero de 1998 tuvo su debut con la divisional mayor ante España en un amistoso que finalizó 1-0 para los franceses.
Cinco meses después de su bautismo en la mayor, marcó su primer gol frente a Finlandia en un cotejo informal. Asimismo, el entrenador Aimé Jacquet lo convocó para la Copa del Mundo de ese año, certamen en el que jugó seis compromisos y anotó un solo gol, contra Arabia Saudita. A pesar de no haber disputado la final, se consagró campeón tras el triunfo 3-0 sobre Brasil. A inicios de 2000 continuó con su suplencia pero dentro de la Eurocopa logró consolidarse.
Junto a Henry forjaron una dupla imbatible con anotaciones decisivas como el 2-1 que marcó en la final ante Italia bajo la denominación de gol de oro. En el Mundial 2002 dijo presente pero solo disputó la fase de grupos ya que Francia no logró la clasificación a octavos. En tanto, en la Eurocopa 2004 jugó cuatro partidos, anotó un gol y quedó eliminado en cuartos al caer 1-0 con Grecia.
Para el Mundial 2006 arrastraba varias lesiones pero de todos modos fue convocado por el entrenador Raymond Domenech. En aquella edición solo disputó tres encuentros, con la final como el último al ingresar en la prórroga frente a Italia. El partido finalizó 1-1 en el tiempo reglamentario y Trezeguet falló su penal en la tanda, lo que permitió la consagración italiana. En marzo de 2008 jugó su último cotejo con la selección tras un 0-0 ante Inglaterra ya que meses después anunció su retiro al quedar relegado de la Eurocopa.