La reciente renuncia de las futbolistas Lorena Benítez, Julieta Cruz y Laurina Oliveros ha dejado claro que la situación del fútbol femenino en el país aún continúa siendo delicada. La disparidad con el fútbol masculino continúa, a pesar de la profesionalización y los diversos compromisos que se asumieron hace cinco años, cuando se vivieron en el fútbol femenino circunstancias muy similares.
Las renuncias no son por temas particulares en sí, sino por la falta de interés en líneas generales que hay hacia el fútbol femenino, lo cual está impactando negativamente en su profesionalización. Además, con el viraje político que está liderando el liberal, Javier Milei, la difusión del fútbol femenino argentino está viviendo un momento sumamente crítico, pues el gobierno, con la medida de desfinanciamiento de los medios públicos, las transmisiones de los partidos se han reducido sustancialmente a tan solo 2 encuentros semanales.
Esta realidad también se puede percibir en plataformas digitales. En efecto, la posibilidad de hacer apuestas en la versión femenina está limitada a unas pocas casas de apuestas de fútbol argentino, como Codere. Esto, indudablemente, también afecta la posibilidad de captar patrocinios, con lo cual se ven afectados los ingresos y, por consiguiente, la capacidad independiente de su operación.
Entendiendo la situación desde las críticas realizadas por las tres jugadoras que renunciaron
Siendo el fútbol uno de los deportes con más seguidores en Argentina resulta muy injusta la marginación que sufre el futbol profesional femenino en el país, hasta el punto de brindar una deficiente alimentación “por falta de plata”. Así lo indicó, Lorena Benítez al momento de renunciar:
«El primer motivo, una situación que desde los 14 años cuando formaba parte del SUB17 no me tocaba vivir, que fue no tener la posibilidad de un Desayuno o Almuerzo en las citaciones de entrenamiento con la Preselección del día martes y miércoles pasado, la respuesta de siempre? “NO HAY PLATA”. El cual esos días recibimos al finalizar el entrenamiento un SÁNDWICH DE J&Q CON UNA BANANA, teniendo que llegar a nuestras casas alrededor de las 15 hs,16 hs o más, sabiendo que tenemos compañeras que vuelven en Transporte Público.
Otro motivo fue enterarnos de que los viáticos que normalmente recibía por la fecha FIFA NO IBAN A SER PAGADOS (Ya que se hacía en Buenos Aires). También remarcar que fue hecho acá para “NO TENER GASTOS” y que las jugadoras no reciban nada “YA QUE NO HAY PLATA”, pero a nuestras familias si COBRARLES $5000 EL INGRESO AL ESTADIO. Y así millones de cosas que hemos pasado, siendo BOLUDEADAS una y otra vez».
Julieta Cruz también reseñó una situación similar: “Se necesitan mejoras en la selección argentina femenina de futbol y no hablo solo desde lo económico, hablo de entrenar y tener un almuerzo, un desayuno. No un sanguchito de fiambre con una banana… solo deseo que generaciones futuras no pasen por esto y puedan realmente disfrutar de estar en la selección”.
Por su parte, la jugadora Laurina Oliveros también se proclamó ante el actual estancamiento del fútbol femenino de esta manera: “Con el corazón partido y mil ilusiones que se esfuman de a poco. ¿Mi deseo para el año y los que siguen? Que las generaciones que vienen puedan disfrutar y ser felices corriendo atrás de la redonda, como quizás en algún momento lo fuimos nosotras”.La decisión de estas jugadoras fue apoyada por otras referentes del fútbol femenino como son: Estefanía Banini y Agustina Barroso, las cuales también aplaudieron el valor que tuvieron para declarar.