En un contexto donde la violencia de género y el descreimiento hacia las víctimas son moneda corriente, un grupo de abogadas formó la Red federal de abogades querellantes en delitos sexuales. Con presencia en casi todas las provincias de la Argentina, trabajan de manera integral, con perspectiva de género y de derechos humanos, para acompañar a quienes sufrieron estas vulneraciones.
Para conocer más sobre esta iniciativa, Nota al Pie dialogó con Andrea Verónica Quaranta, una de las fundadoras de la Red. “En este espacio se realizan consultas, se comparten vivencias, es interesante poder apoyarse en colegas con visiones diferentes”, explicó.
Por su parte, Astrid Acuña, abogada catamarqueña e integrante de la red, señaló: “En conjunto, muchas veces, se pueden diseñar estrategias para abordar un caso u obtener distintos enfoques”.
Los últimos datos oficiales sobre estos delitos datan de algunos años, según el Ministerio de Seguridad de la Nación en 2020 se registraron 5.613 agresiones sexuales. Cabe mencionar que el 80% de las víctimas son mujeres.
A su vez, la última Encuesta Nacional de Victimización, publicada por el Instituto Nacional de Estadìsticas y Censos (INDEC), afirma que la tasa de “no denuncia” de los delitos de “ofensa sexual” es del 87%, uno de los registros más altos. “De los delitos violentos, el menos denunciado es la ofensa sexual, que sólo es reportada en el 12,5% de los casos”, señala el informe.
Un espacio para compartir experiencias
Andrea contó que la idea de formar la Red surgió junto a Nadia Rivas, una colega con la comenzó a trabajar casos en 2017. Ambas decidieron crear un lugar que les permitiera poner experiencias en común con otres abogades.
Al respecto, Quaranta mencionó que, en general, la abogacía es un trabajo solitario, por lo que surge la necesidad de compartir espacios. “Empezamos a armar un gran grupo de conocidas. Luego, en 2019, armamos un grupo de WhatsApp y ahora somos más de 60 profesionales de muchas provincias”, contó. Mediante este medio realizan consultas, comparten experiencias y recursos de casos puntuales, y organizan conversatorios.
“Las preguntas, por más bobas que parezcan, a alguien se las tenés que hacer y es por eso que está bueno tenernos”, explicó. Además, la red no tiene grandes requisitos, solo se solicita que les abogades apliquen la perspectiva de género y de derechos humanos en sus casos.
Por otro lado, las entrevistadas coinciden en que los espacios virtuales, como esta red, permitieron el acceso a la información de manera más federal. En este sentido, Astrid aseguró que “antes las capacitaciones eran presenciales en las ciudades más importantes y al NOA (Noroeste argentino) no llegaba nada”.
La importancia de la perspectiva de género
Consultadas por su trabajo como querellante en causas de delitos sexuales, las abogadas aseguraron que dentro de las principales trabas se encuentran la prescripción y la vergüenza de las víctimas de contar lo sucedido.
Respecto a la prescripción, Andrea sostuvo que “después de Thelma Fardín comenzaron las consultas sobre esto”. “Muchas veces se realizan juicios por la verdad, donde hay condena pero los culpables no van a prisión”, lamentó.
Otro de los problemas es el descreimiento hacia la víctima, tanto por aparte del poder judicial como de la sociedad. “Es curioso porque es algo que con otros delitos no sucede, si alguien te dice que le robaron el auto nadie duda si es cierto o cuestiona a la víctima”, advirtió Quaranta. A su vez, agregó: “Se suele creer que hay problemas con las pruebas, pero ese aspecto no creo que sea complejo”.
Para Astrid, en estos casos, “la perspectiva de género es un método que todos deberían aplicar”. En ese sentido, detalló que “muchas veces se utilizan estereotipos de género en las víctimas, se empieza a investigar su vida en lugar de centrarse en los hechos”.
Asistir a las víctimas de modo integral
Ambas profesionales coinciden en la necesidad de abordar de manera interdisciplinaria los delitos sexuales y de atender de manera integral a las víctimas. “Nosotras trabajamos el área jurídica, pero no podemos obviar otras cuestiones. Por eso tratamos de trabajar con recursos para abordar otros aspectos”, aseguró Astrid.
En esa línea, para Andrea lo ideal sería trabajar estos temas de forma conjunta con otras áreas, cosa que remarcó que se consigue muchas veces desde las ONG que acompañan a las víctimas, pero no se garantiza desde el Estado. Asimismo, enfatizó en la importancia de la escucha activa y la importancia de que las víctimas cuenten con otros espacios de contención.
Por último, la fundadora se refirió a la Justicia: “Hoy hay grandes avances, pero se ha tenido que batallar contra muchos prejuicios propios de la cultura patriarcal”.