En un entramado social que normaliza las violencias hacia las mujeres y diversidades, un grupo de mujeres abogadas trabaja de manera integral para garantizar una justicia con perspectiva de género.
Carolina Rodríguez, abogada y coordinadora de Abogadas Feministas AMBA contó a Nota Al Pie sobre su trabajo en red con diferentes profesionales para asistir en casos de violencia, su recorrido en la profesión como feminista y las dificultades que se encuentra en los juzgados y fiscalías.
“Trabajo más que nada en derecho de familia, pero hay otras profesionales en las redes que articulamos que hacen penal porque obviamente hay casos en donde necesitan estar patrocinadas en los dos fueros”, explicó Rodríguez.
“Somos abogadas particulares, en mi caso, actualmente coordino la red y trato de linkear con distintas profesionales de distintas zonas del Área Metropolitana de Buenos Aires (AMBA) porque es un territorio muy grande y de distintas especialidades para que llegue la perspectiva de género a todos los puntos del amba, esa es la idea”.
“No somos patrocinio gratuito porque no somos parte del Estado y tampoco estamos constituidas como asociación civil, al menos de momento. Somos abogadas laburantes”, expresó Rodríguez.
Abogada y feminista: el recorrido de una trabajadora estigmatizada
Para Rodríguez es clave “poner mucho énfasis en que la violencia más allá que se de en el plano intra familiar es violencia de género”. En este sentido remarcó que “nadie niega que la violencia hacia los varones existe, el problema entre vecino, el primo, el hermano”.
Además, señaló que “muchas veces las abogadas feministas cargamos con el típico ‘la violencia no tiene género’ pero son afirmaciones peligrosas porque no ayudan a efectivizar los derechos”.
En este contexto la abogada subrayó que caer en esas frases generales causan un daño irreparable “Detrás de esas generalidades hay personas que sufren por la naturalización de las violencias”.
Desde CABA al Conurbano
En la Ciudad de Buenos Aires está la Oficina de Violencia Doméstica (OVD), “en los casos de violencia es más fácil la atención”, dijo Carolina. Y agregó que “la Ciudad es la jurisdicción con más presupuesto también hay que decirlo y les cuesta menos organizarse porque es más chico”.
En la misma línea detalló que “el Conurbano es mucho más grande. Yo soy de Avellaneda pero como estudié en la UBA, me matricule en la Ciudad. Todos son muy distintos, los departamentos judiciales funcionan muy diferentes, no es lo mismo Morón que Avellaneda, Lanús; todos tienen su cosita”.
Además, desde su experiencia comentó que“hay departamentos judiciales que trabajan con más perspectiva de género que otros”. Aunque, en este sentido señaló que todo es más complejo “por ejemplo en lo penal no hay tantas fiscalías especializadas, en género o en violencia”.
La ruta crítica de la violencia de género
Al hablar de las dificultades que se encuentran en muchos juzgados y fiscalías del conurbano bonaerense sumado a los prejuicios que cargan por ser feministas, Rodríguez reflexionó sobre la situación de las víctimas y comentó que “esta realidad lleva a desalentar a las mujeres que quieren salir de una situación de violencia”.
“Cuando denuncian van y se encuentran con lo que se conoce como la ruta crítica de la violencia porque no termina lamentablemente cuando la persona va a denunciar”, agregó la abogada. Y apuntó que el problema es que ”los juzgados no recepcionan la situación de violencia que se está viviendo”.
En tal sentido, Rodríguez afirmó que “está muy instalado en la justicia la imagen de la madre despechada, de la madre luchona. Todas estas construcciones caen en las maternidades”.
“Incluso hay libros que se sacan, hay colegas que publican libros acerca de las denuncias falsas, cuando las estadísticas dicen que casi son inexistentes las denuncias falsas. Hacen mucho daño”, reveló.
La ley como marco legal y el trabajo de muches para garantizar que se cumpla
Aunque existen varias leyes que protegen a las mujeres y diversidades en caso de violencia de género como la ley de protección integral a las mujeres, se requiere de mucho trabajo para que sean ejecutadas correctamente.
Respecto a ello, Rodríguez señaló que “es una herramienta legal muy interesante porque primero reconoce la violencia de género, no solamente en el plano intrafamiliar, sino también laboral, en todo plano, incluso el institucional. Y por el otro lado brinda herramientas específicas”
Sin embargo, en el caso de la Ley de violencia familiar indicó que “no reocnoce que hay algo intrínseco al género en toda esta cuestión porque hablar solo de violencia familiar y borrar que existe la violencia de género es un problema y lo digo como feminista pero todos lo deberiamos ver así porque lo dicen las estadisticas, quienes nos matan todos los días son nuestras parejas o exparejas”.