La Argentina atraviesa fuertes sacudones y una realidad preocupante a nivel social y político, algo que se refleja en el día a día. Tras la asunción de Javier Milei como máximo mandatario nacional el pasado mes de diciembre, los argentinos amanecen con diferentes problemas cada mañana. En ese sentido, la Agencia Nacional de Seguridad Vial (ANSV) dejó de entregar nuevas licencias de conducir por falta de los insumos necesarios para tal acción.
En las últimas horas se informó que la ausencia de los suministros requeridos es debido a que el Gobierno Nacional no los provee. Este panorama impide la capacidad de producir licencias en diferentes municipios del país. Ante la falta de envíos de los plásticos homologados para la impresión, las autoridades de la ANSV detuvieron la realización de más licencias hasta nuevo aviso.
Asimismo, aquellas personas que deban realizar trámites de renovación u otorgamiento, recibirán un certificado hasta que la situación se normalice. Cabe mencionar que esta complicación vial sufre atrasos en los envíos de los materiales desde el pasado mes de enero. El certificado tendrá un formato provisorio y junto a la licencia digital, permitirá su acreditación ante las autoridades que lo soliciten. Se espera que en el corto plazo el Gobierno resuelva todo y entregue los insumos.
Se extiende el plazo para las licencias digitales
Con la alarmante situación de la ANSV y la emisión de nuevas licencias, a inicios de febrero se tomó una medida para contrarrestar la falta de suministros. El Ministerio de Transporte bonaerense extendió el plazo para conducir con trámites de renovación y licencia digital de la app Mi Argentina. Para quienes tengan vencida la licencia y hayan finalizado el trámite para renovarla, tendrán una prórroga hasta el próximo 1° de marzo de 2024.
“El Gobierno de Milei no entrega los insumos necesarios para emitir la Licencia Nacional de Conducir”, sostuvo hace dos semanas el ministro Jorge D’Onofrio. A lo que agregó: “Esperemos que designen prontamente autoridades y se termine con esta inacción que perjudica a todos los bonaerenses”. Esto último hacía referencia a la falta de nombramiento de un nuevo director ejecutivo, lo que impide realizar los procesos administrativos para la emisión de licencias.
Por otro lado, mediante la Resolución N°20 B/2023, el Ministerio decretó “con carácter extraordinario” la extensión del plazo que finalizaba el último 31 de enero. A su vez, la resolución indica que “la escasez de divisas en el país, conjuntamente con ciertas restricciones a las importaciones, han producido atrasos en el giro de fondos a proveedores del exterior”. Incluso, aclara que “imposibilita que los insumos se encuentren disponibles en la Argentina a tiempo». En tanto, la medida se comunicó en su momento a los 135 municipios de la provincia, donde se tramitan los correspondientes registros de conducir. Además, la prórroga seguirá en vigencia durante todo el mes de febrero y podría tener otra extensión en caso de que la situación siga sin rumbo fijo. Será cuestión de tiempo para ver como la administración nacional de Milei, en conjunto con el ministro de Economía, Luis Caputo, solucionan este problema vial.
Nadie se salva
Más allá de la delicada situación con la ANSV, existe otra problemática vinculada al transporte que tiene preocupados a los argentinos. El pasado viernes, se conoció la noticia de que el saldo negativo de la tarjeta SUBE quedó congelado en $480, lo que equivale a menos de dos viajes, por “problemas técnicos”. Desde la implementación del Sistema Único de Boleto Electrónico, se estableció que el saldo negativo debería equipararse a cuatro pasajes mínimos.
En el documento señalaron que el problema radica en que el sistema “actualmente no cuenta con capacidad interna lógica suficiente para el almacenamiento del saldo negativo”. A lo que añadieron: “De manera que técnicamente no resulta posible cumplir con el monto de crédito de recarga que establece la ley”.
Desde el pasado 6 de febrero el valor mínimo pasó a $270 en el Área Metropolitana de Buenos Aires (AMBA), algo que se contempló en un principio. De manera oficial se planteaba que el tope sin saldo alcanzara los $1080 a partir del corriente mes, pero no se pudo concretar en la práctica. Sin embargo, el propio Gobierno explicó que trabajará en una solución para los próximos días.
En tanto, la resolución también indicaba que las autoridades correspondientes estaban abocadas en los ajustes necesarios para extender la capacidad del saldo negativo en las tarjetas. No obstante, explicaron que hasta que no se concreten todos los recambios requeridos, los plásticos tendrán un límite de $480. Este panorama implica que los usuarios cargarán con mayor frecuencia sus tarjetas, lo que se suma a la saturación del sistema de registro.
Una misión imposible
A pesar de que la SUBE se encuentra en el foco social por su actual límite del saldo negativo, también presenta otra complicación en el día a día. Hace dos semanas comenzaron a regir los aumentos de las tarifas dentro del AMBA y aquellos usuarios que no tengan sus tarjetas registradas podrían sufrir otro incremento en los pasajes. Aunque esa penalidad se activará recién en abril próximo, quienes no tengan su tarjeta a su nombre o usen la de un tercero, pagarán casi un 60% más.
Con los nuevos valores en los viajes, muchos usuarios presentaron diversas dificultades a la hora de cargar sus tarjetas o registrarlas. El primer caso se debe a la mayor demanda que generó el aumento de los boletos ya que se consumen más rápido y la gente se presenta con mayor frecuencia para acreditar las cargas. Esta situación se presentó en diferentes puntos del AMBA, donde la gran mayoría se queda sin saldo en el sistema.
Asimismo, diversas demoras en el sistema de carga de Nación Servicios, empresa encargada de SUBE, dificultaron la actualización de los cupos de dinero de cada punto de recarga. Además, el hecho del límite en el saldo negativo y que el tope máximo se mantenga en $6.600 tampoco ayudan. Se espera que con el correr de los días se normalice y actualice los equivalentes al momento de cargar la tarjeta.
Por su parte, el registro de las tarjetas también presentó sus propios inconvenientes con largas filas de varias horas y un sistema online colapsado la mayor parte del tiempo. Con estaciones puntuales para realizar el trámite, los nuevos montos de $270 para el colectivo y $130 para el tren generaron que los usuarios se amontonen para registrar la SUBE. Quienes no logren nominalizar sus tarjetas antes del próximo 2 de abril, deberán abonar una tarifa de $430 y $260 de manera respectiva.
Posibles alternativas
“Las largas colas en las estaciones de tren son puntos de registro que sirven como apoyo para los medios habituales de registración”, explicó la Secretaría de Transporte. “No deben ser vistos como los principales medios para lograr el registro de la tarjeta”, agregó sobre los lugares seleccionados para el trámite.
Además, señalaron que “la web presenta una saturación anormal producto de la cantidad masiva de personas que entran a la vez”. Ante ello indicaron que se pueden generar intermitencias temporales en cuanto a su estabilidad, pero aseguraron que trabajan para optimizarla. En tanto, subrayaron que también se pueden registrar las tarjetas en los Centros de Atención SUBE, donde cada uno presenta su horario, y en la Unidad de Gestión SUBE más cercana a cada domicilio.