El 5 de febrero de 2014, un depósito de la empresa Iron Mountain se prendió fuego. Durante el operativo para combatir el incendio, como consecuencia del derrumbe de una pared, fallecieron 8 bomberos y 2 rescatistas de Defensa Civil. Este lunes, a una década del hecho, se realizó un acto conmemorativo en la esquina de Jovellanos y Quinquela Martín del barrio porteño de Barracas.
La hora elegida, 9:04, hace referencia al momento en que se derrumbó el muro del establecimiento que provocó la muerte de Carlos Véliz, Eduardo Conesa, Maximiliano Martínez, Juan Matías Monticell, Leonardo Day y Anahí Garnica, bomberos del Cuartel I de la Policía Federal Argentina. También perdieron su vida los bomberos voluntarios del Cuartel Vuelta de Rocha Sebastián Campos y Ricardo Ambrosi, quién murió pocos días después, y los rescatistas Pedro Barícola y José Méndez Araujo.
Al encuentro asistieron las delegaciones de bomberos voluntarios de San Fernando-Tigre, Villa Domínico-Wilde y de Lanús Oeste. Además participaron compañeres y familiares de los rescatistas del sector de Emergencias y Defensa Civil de la Ciudad de Buenos Aires.
Asimismo, fueron parte el diputado nacional de Unión por la Patria (UxP) Eduardo Valdés y el presidente del Consejo Nacional de Bomberos Voluntarios, Carlos Alfonso. El acto también contó con la asistencia del exsecretario de Articulación Federal, Gabriel Fuks, y les legisladores porteños Claudia Neira y Claudio Ferreño.
La sospecha de intencionalidad
En abril de 2023, la jueza a cargo de la causa, Fabiana Palmaghini, dictó el procesamiento de 20 imputados y elevó el proceso a juicio oral y público por el delito de “incendio culposo seguido de muerte y lesiones culposas”. No obstante, el proceso judicial aún no tiene una fecha establecida.
En la lista de los imputados figuran los directivos de la empresa de origen estadounidense que ofrece servicios de almacenamiento de documentación y activos para otras compañías. El resto son exfuncionarios de la Dirección General de Fiscalización y Control del Gobierno porteño, y un empleado de seguridad de la compañía que se encontraba en servicio al momento del incendio.
Según consta en la causa judicial, los motivos del incendio ocurrido en el antiguo edificio dónde funcionaba Iron Mountain figuran como “indeterminados”. Sin embargo, la investigación vincula el inicio del foco a una “intencionalidad”.
Cabe recordar que durante el evento ardieron más de cuatro toneladas de cajas depositadas en el establecimiento. Algunas de ellas contenían documentación de empresas investigadas por maniobras de lavado de dinero, según repasó la agencia Télam.
La empresa cuenta con un historial de cinco incendios intencionales
Aquel día de 2014, los rescatistas y los bomberos acudieron a la emergencia que se originó en el depósito de la firma ubicado en Azara 1245. La propagación de las llamas causó que la estructura metálica que servía de sostén para el techo cediera por altas temperaturas. Por este motivo, terminó derrumbándose la pared de la calle Jovellanos.
En consecuencia, los diez agentes que intervenían con el fin de sofocar el incendio perdieron la vida. El peso de toda la estructura afectada por la intensa temperatura produjo el colapso de los muros de la firma que resguarda los secretos de las grandes empresas.
Este incendio volvió a iluminar la oscura historia de la empresa norteamericana. En los últimos 27 años, Iron Mountain sufrió siete casos de incendio alrededor del mundo, de los cuales cinco fueron intencionales.
Aún resta probar qué ocurrió con el octavo episodio acontecido en el sur de la Ciudad de Buenos Aires. Las características, frecuencia y vinculaciones de algunos de estos hechos llevan a la justicia a sospechar acerca de eventos sincronizados e intencionalidad.
Contexto de la época
El año 2014 estuvo marcado por la presión devaluatoria ejercida por parte del sector financiero y grandes empresas nacionales y trasnacionales, por medio de corridas bancarias y maniobras especulativas.
La Unidad de Información Financiera (UIF) había iniciado una investigación de estas maniobras y solicitó información a casi 30 empresas que supuestamente estaban involucradas en estas operaciones.
La mayoría de estas firmas contestaron que gran parte de la documentación que se les requería estaba guardada en el depósito del barrio de Barracas y que no poseían copias de resguardo de esos documentos.