El artista gráfico Brian Janchez creó un blog en el que comparte historietas de su autoría creadas durante la cuarentena por Covid-19. El proyecto, de distribución gratuita, incluye novelas gráficas de ciencia ficción y fantasía.
Tras realizar varios fanzines en papel, en 2006 comenzó a incursionar en la publicación online junto a colegas en el blog Semana Onírica. Luego, hizo lo propio en Historietas Reales. Si bien se desempeñó como artista integral, también trabajó junto a otres artistas y publicó historietas de la mano de editoriales como Maten al Mensajero y Hotel de las Ideas.
Nota al Pie dialogó con Brian Janchez, quien se refirió a su actual proyecto de comics online.
¿Cómo surge la idea de hacer un blog de historietas de acceso libre y gratuito?
Empecé teniendo blogs hace casi 20 años, en el 2006, con otros chicos que hacían historietas también. En ese momento, era una página por semana y cada uno tenía su temática. El blog en esa época era un nuevo paradigma en la historieta argentina: producir historietas sin que te paguen.
Con los años, el blog fue mutando a lo que estoy haciendo ahora, que fue justamente cuando inició la cuarentena en el 2020. Dije: “Voy a armar uno donde se puedan leer todas las historietas completas, tenerlo bien ordenado, que esté en carátulas, que no sea difícil de navegar”. Lo que fui haciendo, fue subir historietas que ya tenía hechas y las que voy haciendo ahora; voy armando como si fueran libritos, una ‘Janchezteca’. Quiero contar una historia de tal cosa, la dibujo, la escribo, y la subo al blog toda entera.
Ahora tengo otro blog de historietas de aventuras serializadas que se llama ‘Editorial Columna’. Dije: “Quiero hacer algo más genérico”. Ahí sí estoy tirando como capítulos, como una aventurita del personaje Shimshon. Al mes siguiente subo otra y otra, hasta que me aburra.
Tengo esos dos blogs donde voy manejando las historias unitarias semi largas y las historias cortitas de aventura mensuales.
¿Cómo se sostiene un blog gratis en un mundo capitalista?
Estoy comprometido con la ficción, con escribir, con la historieta y con el hecho de contar. No tengo la paciencia como para esperar que otra persona me de el ‘ok’ para publicar una historia. Prefiero tener yo toda esa capacidad, obviamente aprendiendo a través del proceso. Es un compromiso que ya asumí y que creo que no va a finalizar jamás.
¿Cómo es ese compromiso?
Esa necesidad, ese compromiso me lleva a un lugar donde constantemente estoy con ganas de hacer cosas…no creo que me canse. Me puedo cansar de otras cosas que puede traer la historieta: ir a eventos, estar vendiendo las historias, trabajar con un distribuidor, hacer un montón de cosas burocráticas.
Todo el tiempo estoy pensando en historias, en cómo contarlas. Es algo que no se va y está siempre.
Hablás mucho de evitar todo lo que son las idas y vueltas de la publicación, ¿preferís entonces trabajar solo?
Cada forma de trabajar tiene sus propias seducciones. Cuando trabajé con el dibujante Pablo D’alio en “Lo que ya pasó, El hombre que dormía con los muertos”, hubo como un ejercicio totalmente diferente al que siento al trabajar particularmente solo.
También es otro trabajo sumamente atractivo e interesante trabajar con un editor. Es otra actividad y también son otros tiempos; o sea, otra manera y otra dinámica.
Hay historietas en el blog que se pueden bajar y otras que solo se pueden leer online, ¿de qué depende eso?
Hace muchos años me pidieron que arme un formato CVR, PDF con las historietas para bajar. Siempre respondí que era igual de cómodo leer desde el navegador, hasta que un día entendí la necesidad de tener dicho formato.
Las historietas del blog que pueden bajarse es porque las hice de pago. Empecé haciendo eso por entender la necesidad que tenían algunos lectores con ciertos rituales de lectura. Me acuerdo uno que me decía: “Prefiero tener todos los CVR juntos, estar tranquilo”. Entonces, comprendí esos rituales de lectura y empecé a permitir la descarga.
Le ofrecés a la gente en Instagram y en X mandarles historietas por Internet, ¿cómo es eso?
Sí, tengo la posibilidad de ofrecer mis historietas porque trato de ofrecer diferentes comodidades a la hora de leer en formato digital. Si lo querés leer online, descargar en cierto formato particular…entendí que tenía que ofrecerlo por mail.
Esas historias las mando nada más por mail, tengo un drive donde las acumulo. Si no leíste alguna en específico, andá al drive y leéla. También mando lo del blog en CVR y PDF.
¿Podríamos decir que esto de mandar por mail se vuelve como un newsletter?
Sí, ya tengo casi 300 personas en la lista de mail. No pensé que iban a ser tantas. Pido que me digan qué les pareció, me responde tal, le digo “gracias por leer” y ahí tenemos cierto diálogo.
Me sirve mucho ese ida y vuelta. Si no pasa nada raro, debería salir un libro de una de esas historias que mando por mail. Me sirve como brújula y me ayuda a entender otras cosas de mi trabajo con la gente.
¿Por qué la decisión de que las historietas sean en blanco y negro, y las portadas a color?
Me gusta mucho pintar en computadora, es algo que disfruto muchísimo. Pero publico las páginas en blanco y negro por dos razones: por la necesidad constante de estar todo el tiempo contando historias; y porque me imagino que en algún momento puede que se publiquen y es mucho más fácil que salgan en blanco y negro que a color. Si en algún momento salen en papel, que sea más económico. El blanco y negro me ahorra un paso de producción.
En cuanto a las historietas, ¿hay algún tipo de temática?
El futuro porque me permite no estar atado a cierta realidad, sino a la imaginación que tenga disponible en ese momento. Con el futuro puedo inventar lo que quiero, puedo ir para adelante y estar todo el tiempo ejercitando la imaginación.
También está ese disparador de ‘no se me ocurre nada’. Hay un montón de cosas que pasan a la hora de narrar que merecen ser narradas. Necesito contar y necesito además contar esa necesidad de contar.
Muchas veces las historias salen de los títulos, de alguna idea. No hay mucho más. O sea, soy muy de trabajar con los títulos. Muchas veces tengo este título y después veo cómo.
Las últimas historias de blog son como si fueran un tríptico: “El Petiso Orejudo en el en el Espacio”, “Pelos Chinos”, y “El Asesino de la Paternal”. Me planteé diferentes reglas a la hora de escribir: tenía que contar historias de asesinos seriales y tiene que haber ciencia ficción. Dos premisas. Después, a partir de ahí, me iba a poner a trabajar.