A partir del 1 de enero de este año, el Ministerio de Salud de la Nación aplicó la modificación del esquema de vacunación a una sola dosis de la vacuna contra el Virus del Papiloma Humano (VPH). Esta vacuna forma parte del Calendario Nacional de Vacunación Obligatorio y Gratuito y se aplica a mayores de 11 años.
En el caso de las mujeres, está se encuentra indicada para las nacidas después del año 2000. En tanto para los hombres, su aplicación es válida para aquellos que nacieron después del 2006. Por lo tanto, el esquema de vacunación estará completo para las personas que, entre los 11 y los 20 años, recibieron al menos una dosis de vacuna.
Esto difiere en el caso de las personas de entre 21 y 26 años, ya que requieren dos dosis separadas de 6 meses. Para las que están inmunocomprometidas, el esquema es de tres dosis repetidas a los 2 y a los 6 meses.
Cabe mencionar que la aplicación no requiere orden médica, debido a que se trata de una vacuna incluida en el Calendario Nacional. Pero sí es necesario presentar alguna documentación, como el DNI, que acredite la edad.
Además, es importante resaltar que la aplicación de la vacuna no reemplaza ninguna práctica de prevención del cáncer de cuello uterino. Entre ellas se destacan el uso de método de barrera, la realización de estudios como el papanicolau (PAP), Test de VPH y colposcopia.
También el diagnóstico precoz y el tratamiento en lesiones tomadas a tiempo se suman a estas prácticas. En definitiva, para conocer sobre esta modificación en el esquema de vacunación, Nota al Pie consultó a la Dra. Daniela Iglecia, ginecóloga especialista en tocoginecología.
Virus del Papiloma Humano: conocer para prevenir
“El Virus de Papiloma Humano (HPV, por sus siglas en inglés), es un virus de transmisión sexual que se asocia al cáncer de cuello de útero, entre otros. La mayoría de las personas que tuvimos relaciones alguna vez en la vida, ya estuvimos en contacto con el virus, pero no a todos nos genera alguna lesión”, explicó la especialista.
“A otras mujeres les puede afectar el cuello del útero. La mayoría de las veces las lesiones se curan solas gracias a nuestra inmunidad. Pero si la lesión persiste en el tiempo sin curarse, puede llegar al cáncer de cuello”, agregó.
“Para el diagnóstico precoz de las lesiones que todavía no son cáncer, se usa el papanicolau y colposcopia. En la actualidad también se está usando el test de HPV, que sirve para detectar la presencia del virus en el cuello de útero”, indicó Iglecia.
La importancia de la vacunación
Respecto de la vacuna del HPV, aclaró que “no previene la enfermedad ni contagio. Pero, al darnos inmunidad, hace que si nos contagiamos con el virus, directamente no nos produzca ninguna lesión ó si lo hace, sea muy leve y se cure sola más rápidamente”.
En cuanto a la modificación en el esquema de vacunación, mencionó que “según evidencia mundial, con una dosis sería efectiva la inmunidad que nos produce. A partir de ahora, las personas entre 11 y 20 años requieren una sola dosis, mientras que de 21 a 26 años se requieren dos dosis separadas de 6 meses para completar el esquema”.
Además, hay que tener en cuenta que si la persona es inmunodeficiente, como en el caso de trasplantados o portadores de VIH, se deben administrar tres dosis. Por otro lado, sostuvo que “es una realidad que hay una baja adhesión a la segunda dosis, ya que en general cuesta que vuelvan para la segunda dosis”.
Sin embargo, la especialista dio su opinión sobre ese detalle y expresó que “la decisión de una dosis es por lo anterior: la evidencia demuestra que con una dosis se llega a tener una inmunidad suficiente para la prevención del cáncer de cuello”.