martes 10 de diciembre de 2024

Henry Kissinger, expresión de la impunidad

El ex secretario de Estado norteamericano falleció sin ser juzgado por los diversos crímenes de los que, directa o indirectamente, fue responsable.
ilustracion kissinger
Kissinger ganó el premio Nobel de la Paz por su papel como mediador en la guerra de Vietnam. Crédito: Horacio Tiseira.

El pasado miércoles, en Estados Unidos, falleció a los 100 años el ex secretario de Estado norteamericano Henry Kissinger. Más allá de que en estos días se han rendido homenajes alrededor de todo el mundo para quien fue el jefe de la diplomacia estadounidense durante los gobiernos de Richard Nixon y Gerald Ford, en el denominado Sur Global se lo recuerda por ser el responsable de diversos golpes de Estado y de un derramamiento de sangre sin igual.

Un criminal de guerra

Kissinger, alabado por ser el gran estratega norteamericano de la segunda mitad del siglo XX, murió en su casa de Connecticut sin ser juzgado por el enorme derramamiento de sangre del que fue responsable en distintas partes del mundo. Bajo la excusa de proteger el interés nacional de Estados Unidos, el diplomático estuvo involucrado, directa o indirectamente, en la muerte de millones de personas alrededor del globo.

Según señaló el historiador de la Universidad de Yale, Greg Gandin, en su libro: “La sombra de Kissinger: el largo alcance del estadista más controvertido de Estados Unidos”, las acciones del ex secretario de Estado norteamericano, desde 1969 a 1977, significaron la muerte de más de 3 millones de seres humanos.

Mas alla de la cifra, numerosos archivos desclasificados dan cuenta de los ríos de sangre de los cuales Kissinger es responsable por su participación en el conflicto de Vietnam y los bombardeos sobre Laos y Camboya. Del mismo modo, tuvo un importante rol en el envío de armas al ejército de Pakistán que se encontraba en una guerra con la actual Bangladesh y, en 1975, en la invasión de Indonesia a Timor Oriental, donde más tarde una dictadura provocó una feroz represión.

2 Rolling Stone
El ex secretario de Estado también respaldó los últimos años de la dictadura de Francisco Franco en España. Crédito: Rolling Stone.

El respaldo a las dictaduras latinoamericanas

Las dictaduras cívico-militares que tuvieron lugar en Latinoamérica durante la década de 1970 tuvieron, como es sabido, el respaldo de Estados Unidos. Bajo la Doctrina de Seguridad Nacional impulsada por Washington, que en el marco de la Guerra Fría tenía como objetivo contener la expansión de las izquierdas para proteger los intereses económicos de Estados Unidos en el continente, el país norteamericano fue el arquitecto de diversos golpes de Estado que llevaron a regímenes militares a cometer las más atroces vulneraciones de derechos humanos.

En Chile, Kissinger tuvo un rol fundamental para que Washington debilite al gobierno de Salvador Allende incluso antes de que fuese elegido. “No veo por qué tenemos que permitir que un país se vuelva comunista debido a la irresponsabilidad de su propio pueblo”, afirmó el diplomático en 1970 en una reunión del Comité 40, un espacio integrado por la CIA, el Departamento de Estado y el de Defensa.

3 La coope
Kissinger visitó Argentina, invitado por la dictadura, cuando se desarrolló el mundial de fútbol en 1978. Crédito: La Coope.

Para Kissinger, la victoria de Allende representaba un peligro para los intereses norteamericanos no solo en Chile sino en todo el continente. Temía que la llegada al poder de un socialista por la vía democrática pudiera generar un efecto contagio en una región que Estados Unidos siempre consideró como su “patio trasero”. Es por ello que Washington orquestó el golpe de Estado de 1973 y respaldó, sostenidamente, la dictadura de Augusto Pinochet a pesar de saber las violaciones a los DDHH que cometía.

Del mismo modo, además de apoyar la dictaduras de países como Uruguay y Paraguay y respaldar el Plan Cóndor, Kissinger fue un actor trascendental para que el Proceso de Reorganización Nacional en Argentina pudiera gozar con el aval de Estados Unidos a la hora de llevar adelante el plan sistemático de desaparición de personas. En una reunión en junio de 1976 con el canciller de la dictadura, el almirante César Guzzeti, Kissinger afirmó que “si tiene algo que hacer, háganlo rápido”. Un respaldo que meses más tarde aparecería de nuevo frente a la preocupación de la dictadura por su imagen ante la Comunidad Internacional.

Compartir:

Nota al Pie es un joven medio alternativo y autogestivo. Precisamos tu aporte para sostener el día a día de un periodismo popular que encuentra cada día más dificultades para mantenerse independiente. Con tu suscripción mensual nos ayudás muchísimo. Podés cancelarla cuando quieras. Por mail te iremos informando de los beneficios de ser parte de Nota al Pie.
¡Muchas Gracias!

Notas Relacionadas

Seguir Leyendo

La resistencia del sector nuclear contra el desfinanciamiento del gobierno

Se realizó un acto en la sede central de la Comisión Nacional de Energía Atómica para denunciar las políticas de ajuste y por la soberanía energética. Nota al Pie dialogó con la delegada general de ATE en la CNEA, Carolina Komar.

10 de diciembre: el Día del Trabajador Social y la Restauración de la Democracia

En Argentina se celebra el regreso de la democracia en 1983 y rinde homenaje a los trabajadores sociales, profesionales clave en la construcción de una sociedad más inclusiva y equitativa.

Ricardo Alfonsín: “En la Argentina hay que renovar el pacto democrático”

A 41 años de la recuperación democrática, el fundador del Frente Amplio por la Democracia llama a la ciudadanía a fortalecer el diálogo y rechazar la ideología del odio, a la que asocia con el modelo autoritario que impulsa el gobierno de Milei.

Ultimas Noticias

Más del autor

Nota al Pie | Noticias en contexto