El pasado septiembre, los activistas de la comunidad LGBTIQ+ Moisés Tomás Juárez Abarca y Brian Josué Vargas Hernández desaparecieron en Guerrero, México. Este mes, sus familiares encontraron sus cuerpos, junto con los de otras personas, en fosas clandestinas.
Según informaron medios locales, el 1 de septiembre un comando armado en camionetas de la Fiscalía General del Estado de Guerrero irrumpió en un centro de rehabilitación de Acapulco. Allí se llevaron a la fuerza y sin explicaciones a 7 personas: Moisés Abarca, Brian Vargas, Jesús Arroyo, Eric Chávez, Julio Pérez, María Guzmán y Andrés Delgado.
Ante la falta de respuestas estatales, el Colectivo Memoria, Verdad y Justicia de Acapulco, integrado por familiares de personas desaparecidas, realizó jornadas de búsqueda en el Parque Nacional El Veladero. En el lugar encontraron 17 cuerpos, en siete fosas clandestinas. Cuatro de ellos pertenecían al grupo de desaparecides del centro de rehabilitación.
Cabe mencionar que según la Encuesta Nacional sobre Diversidad Sexual y de Género, cinco millones de personas se identificaron como parte de la diversidad sexual y de género, en 2022 en México. El informe creado por el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI) reveló que, dentro de este grupo, 3 de cada 10 encuestades fueron expulsades de su casa, les violentaron y obligaron a asistir a terapias para “corregirles” su orientación o identidad.
¿Quiénes eran Moisés y Brian?
Les amigues de las víctimas comentaron a medios locales que, además de su activismo, Moisés y Brian hacían trabajo comunitario en el Centro de Tratamiento y Prevención en Adicciones Renovación Espiritual. Como se mencionó, fue allí donde se los vio por última vez con vida.
Aunque son muchos los casos de desapariciones en ese país, este caso cobró más relevancia por involucrar a Moisés Abarca. Este se desempeñaba como coordinador del área de diversidad sexual del Partido de la Revolución Democrática (PRD), en Guerrero. A su vez, era un defensor de los derechos humanos de las personas LGBTIQ+ en dicho estado. Además, el activista iba a disputar un cargo público en las elecciones de 2024.
A la semana de su desaparición, la fiscalía a cargo de la investigación confirmó que un grupo de búsqueda trabajaba para hallarlo. Sin embargo, sus familiares denunciaron que el operativo tardó en comenzar, y que no les brindaron avances.
Por su parte, la mamá de Brian sostuvo, en diálogo con el medio Animal Político, que “la Fiscalía del estado aseguró a las familias que la dependencia no realizó ningún operativo en dicho centro de rehabilitación y tampoco privó de la libertad a los jóvenes”. En cuanto a la investigación, la misma todavía no determinó qué ocurrió ese día, ni quienes fueron los efectivos que se llevaron a las 7 personas.
La situación de México
De acuerdo al análisis de las cifras del Registro Nacional de Personas Desaparecidas y No Localizadas (RNPDNO), una persona desaparece cada hora en México.
Este país tiene matrimonio igualitario en sus 32 estados y en algunos de ellos cuenta con derecho a la identidad de género y adopción homoparental. No obstante, la comunidad LGBTIQ+ aún sufre discriminación y violencia en espacios públicos; y sus integrantes no encuentran lugares para alquilar o trabajar. Según un informe de Letra S, en 2022, 87 personas de la misma fueron asesinadas en México.
En julio, Ulises Salvador Nava Juárez, también activista LGBT+, fue asesinado a las afueras del Museo Descubre de Aguascalientes, cuando salía de un congreso sobre diversidad sexual. El joven había fundado en 2017 el Departamento de Diversidad Sexual, desde donde impulsó acciones para la inclusión y el respeto para las personas LGBTI+ en la universidad.
Según el medio Desinformemonos, durante 2022, 72 activistas fueron asesinados en México. Elles defendían el territorio, el agua, los derechos humanos, y eran promotores culturales, indígenas, artistas, buscadores de desaparecides, feministas, activistas trans, sindicalistas, comuneros, ambientalistas y comunicadores.