La tracción a sangre para tirar carros de recicladores, en su mayoría, es habitual en gran parte del conurbano bonaerense. A diario se viven situaciones de maltrato animal, en las que los caballos son sometidos a largas y pesadas jornadas de trabajo, por lo que terminan desplomados en plena calle, agonizando o finalmente muriendo.
Si bien existen soluciones para reemplazar a los caballos por carros a pedal o motos, su implementación depende no sólo de un tema presupuestario sino también de la voluntad política. En el caso particular de Quilmes, existen 1000 carros tirados por caballos en pésimo estado físico y nutricional.
En este contexto, el pasado miércoles 20 de septiembre, distintas organizaciones que forman parte del Grupo Buenos Aires sin TAS marcharon al Congreso para reclamar medidas urgentes. También para juntar firmas de un petitorio para que se traten los proyectos de ley, como el de Ley Sintientes. No sólo exigen una legislación que proteja a los caballos sino que también buscan que se mejoren las condiciones de trabajo de les cartoneres.
Nota al Pie conversó con Karina Dotto, presidenta y fundadora de Caballos de Quilmes. Respecto de la Peregrinación Gaucha a la Basílica de Luján, Dotto informó que, como todos los años, hubo accidentes trágicos, con caballos muertos en la calle. “Esto es arreglado y avalado por la Iglesia. Hemos tenido infinidad de reuniones con los curas y sin embargo siempre está la promesa de que solo se va a permitir ingresar para el desfile cívico del domingo en batanes. Sin embargo, ya el jueves salió, por ejemplo desde La Plata, una caravana de carros que no estaban preparados para traccionar. Tampoco había puestos de hidratación”, describió.
Por una ley que prohíba la tracción a sangre
En nuestro país no existe una ley contra la tracción a sangre animal, sólo hay distintas ordenanzas municipales de prohibición. “Una de las más comunes ahora es la impulsada por el Grupo Buenos Aires Sin TAS, que es una ordenanza común a todos los municipios. Cada uno de ellos puede adaptarlo según la población equina que tenga y según la población que tenga”, aclaró Dotto.
“En el caso nuestro de Quilmes, no tenemos esa porque fuimos pioneros en tener la ordenanza de prohibición que se firmó en el 2012 pero que nunca se reglamentó”, indicó. Al no reglamentarse por el Concejo Deliberante en el período de tiempo requerido, no se otorga presupuesto y por lo tanto no se puede aplicar. Por eso, desde Caballos de Quilmes hicieron una medida de amparo a la Municipalidad, a cargo del Dr. Leonardo Barnabá, abogado de la ONG.
“Esto permitió impulsar y obligar a la municipalidad de Quilmes a reglamentar la ordenanza, que se logró en 2020. Con la pandemia se retrasó todo, pero es una ordenanza que va por anillos, se va extendiendo la zona de prohibición”, mencionó Dotto. Por otro lado, la Ley 14.346 de Protección Animal abarca a todos las especies.
“Nosotros secuestramos caballos maltratados con esa ley. Aunque es antigua, tiene penas muy suaves y hay delitos que no están contemplados, es la única en el país que protege los animales”, remarcó.
“Por eso nosotros apoyamos el proyecto de Ley Sintientes, que ya ingresó en el Senado. Es un proyecto de ley que declara a los animales seres sintientes. Es algo tan básico como eso, pero el Código Civil y Comercial los toma como objetos. Lo que se propone es modificar los artículos para que los animales dejen de ser objetos y pasen a ser llamados animales no humanos, o sea, seres sintientes. Dentro de esa categoría entran también, por ejemplo, los animales de consumo”, explicó.
La falta de respuesta a la tracción, tanto animal como humana
Sobre el motivo por el cual no hay un reemplazo masivo de caballos por motos o carros, sostuvo que es tanto presupuestario como de falta de voluntad política. En Quilmes hay más de 1000 caballos, por lo que entregar un carro o dispositivo a cada persona que posee uno, es un costo elevado.
Ante esto, desde Caballos de Quilmes presentaron dos proyectos. “Uno tiene que ver con las motos que tienen contravenciones simples. Están acumuladas por secuestro en el playón municipal, por ejemplo, por falta de pago de patentes o por adulteración de documentos. Esas motos que están hoy sin delitos penales graves se podrían estar usando en vez de ser compactadas, para anexarle un carro. En nuestro proyecto la idea es que lo hagan las escuelas técnicas del municipio”, mencionó.
“El otro proyecto son los carritos de mano como los que entregó la Intendente Mayra Mendoza pero con un motor a propulsión o a batería. Esto último para que la gente no traccione sino que solamente lo maneje, lo frene y lo arranque”, agregó.
“El problema mayor de todos los distritos es la falta de compromiso y voluntad política. También la falta de educación en la ciudadanía en la separación de residuos sólidos urbanos”, describió. En este sentido, si les recolectores tuviesen un camino para recorrer donde estén dispuestos los residuos reciclables, no tendrían que estar todo el día dando vueltas y revolviendo la basura. Por eso instan no sólo al gobierno sino también a la ciudadanía a separar residuos.