Luego del fracaso de las negociaciones gremiales con las patronales, el sindicato de trabajadores automotrices de Estados Unidos realizรณ una huelga laboral paralizando la actividad de mรกs de 12.000 personas.
La estrategia cosechรณ el apoyo de numerosos sindicatos norteamericanos y diversos actores del Partido Demรณcrata. Nota al Pie analiza el resurgir sindical en Estados Unidos en un contexto econรณmico de aumento inflacionario.
Huelga automotriz
El conflicto iniciรณ cuando el sindicato United Auto Workers (UAW) exigiรณ una serie de condiciones que Ford, General Motors y Stellantis rechazaron. Entre ellas, se encuentra principalmente, un aumento salarial del 36% en cuatro aรฑos considerando el aumento interanual de la inflaciรณn en Estados Unidos, situaciรณn que el gobierno de Joe Biden aรบn no ha podido controlar.ย
A su vez, las โTres Grandesโ de Detroit tambiรฉn se negaron a conceder dรญas adicionales de vacaciones y a aumentar las pensiones, proporcionadas por fondos especรญficos de cada empresa. Se calcula que la medida de fuerza puede desestabilizar al sector automotriz, y en caso de que se extienda por diez dรญas podrรญa representar una pรฉrdida de mรกs de 5.000 millones de dรณlares para la economรญa estadounidense.
La huelga, que iniciรณ la noche del jueves, comenzรณ en las โTres Grandesโ que controlan a la marca Chrysler. En el caso de General Motors fueron afectadas las instalaciones de montaje de Wentzville en Misuri; para Stellantis las de Toledo en Ohio; y para Ford las de Wayne en Michigan.
โEstamos lanzando una nueva estrategiaโ, habรญa anunciado la noche del jueves Shawn Fain, presidente del sindicato, dos horas antes de que venza el plazo -finalmente frustrado- para alcanzar el acuerdo. Fain convocรณ a la mayorรญa de los 146.000 miembros del UAW a estar en estado de alerta para sumarse al paro en funciรณn del desarrollo de las negociaciones, y advirtiรณ que el sindicato no dudarรญa en extender la huelga si no se contemplan las condiciones exigidas.
En tanto, el presidente Joe Biden conversรณ el mismo jueves por telรฉfono con Fain y los dirigentes de las automotrices para hacer un balance de las negociaciones y respaldรณ su reclamo argumentando que las โganancias rรฉcordโ de los fabricantes deben ser distribuidas de forma โjustaโ.
Por el contrario, las posiciones de las patronales son muy confrontativas. Jim Farley, jefe de Ford, acusรณ a Fain de estar โocupado preparando una huelgaโ en lugar de โnegociar el contratoโ y calificรณ los condicionamientos como โinsosteniblesโ. En cambio, General Motors demostrรณ predisposiciรณn de alcanzar un acuerdo al asegurar que continuaban participando โen negociaciones directas y de buena feโ. La compaรฑรญa Stellantis sรญ expresรณ su decepciรณn por las negativas de los lรญderes del UAW โa comprometerse responsablemente para llegar a un acuerdo justoโ.
Resurge la fuerza sindical
El conflicto gremial en el sector automotriz tuvo la capacidad de poner de relieve la capacidad de generar movilizaciรณn laboral e instalar el tema en la agenda polรญtica. UAW recibiรณ un amplio respaldo sindical de parte de actores con poder de fuego como Teamsters, el sindicato de camioneros de Estados Unidos y Canadรก.
โ1,3 millones #Teamsters apoyan a nuestras @UAW hermanas y hermanos que hacen historia en la clase trabajadora. Es hora de acabar con la avaricia corporativa de los Tres Grandesโ, se solidarizรณ el sindicato de choferes. โEl costo de la mano de obra que se utiliza en un vehรญculo es el 5% del vehรญculoโ, explicรณ el presidente Shawn Fein. โNo importa dรณnde trabajes, nuestras luchas son las mismasโ, fue la consigna de diferentes dirigentes en apoyo a UAW.
Sin embargo, el reclamo tambiรฉn se prolongรณ en las filas del Partido Demรณcrata. โCuando hay trabajadores automotrices que no pueden permitirse comprar los autos que ellos fabrican, eso es malo para la โeconomรญaโโ, seรฑalรณ el histรณrico dirigente Bernie Sanders en el mitin en Detroit.
โLos directores ejecutivos de las empresas automotrices ganan en un mes lo que sus trabajadores ganan en toda su vida. Eso es simplemente injustoโ, opinรณ Nancy Pelosi, presidenta de la Cรกmara de Representantes. โPaguen a sus trabajadoresโ, reclamรณ Alexandra Ocasio Cortez, legisladora demรณcrata por el distrito de Nueva York.
Nuevas reivindicaciones, viejas luchas
La tradiciรณn liberal que atraviesa la historia polรญtica de Estados Unidos suele relegar a un segundo plano la fortaleza sindical de sus trabajadores organizados. La AFL-CIO, federaciรณn que agrupa a los sindicatos norteamericanos y fundada en 1955, representa a mรกs de 12 millones de trabajadores en el paรญs y Canadรก. A su vez, en Estados Unidos han destacado figuras como Jimmy Hoffa, el sindicalista que liderรณ a los camioneros mundialmente conocidos como Teamsters, llegรณ a representar a 2 millones de trabajadores en 1976.
Este mismo sindicato fue el que impulsรณ la construcciรณn de un sindicato en Amazon en 2021, iniciativa que finalmente fracasรณ. Gigantes del comercio electrรณnico e Internet como Google bloquean cualquier intento de organizaciรณn sindical que pueda llegar a cuestionar el rรฉgimen de millonarias ganancias que sostienen. Si bien no proliferaron estas propuestas, la resistencia de trabajadores en Estados Unidos, Francia y otros paรญses centrales expresan la capacidad de organizarse para enfrentar polรญticas de ajuste a sus ingresos o reformas laborales.
El sindicalismo norteamericano, un factor polรญtico en disputa
La huelga general de UAW encendiรณ las alarmas en las patronales automotrices y las principales corporaciones pero tambiรฉn despertรณ el interรฉs y movilizรณ la complicidad de sectores polรญticos en Estados Unidos. Histรณricamente, el Partido Demรณcrata expresรณ en sus bases sociales al sindicalismo del cinturรณn industrial norteamericano. Sin embargo, el proceso de financiarizaciรณn de la economรญa que se iniciรณ en la dรฉcada del setenta y se profundizรณ durante las gestiones de demรณcratas como Bill Clinton, puso en crisis la representaciรณn polรญtica del partido y debilitรณ a las organizaciones sindicales.
No obstante, dirigentes gremiales como el propio Hoffa movilizaron a sus sindicatos en 2008 para impulsar la candidatura de Barack Obama luego del colapso econรณmico de Lehman Brothers.
La crisis de representaciรณn al interior de la dirigencia demรณcrata tuvo su pico en la campaรฑa de descrรฉdito que diversos dirigentes del propio partido empujaron en contra de Sanders durante la presidencia republicana de Donald Trump. A tal punto ha llegado la crisis que las bases sociales de Trump encuadradas en el empresariado nacional han tenido puntos de contacto con los trabajadores organizados en el brazo sindical del Partido Demรณcrata.
La financiarizaciรณn de la economรญa que ha golpeado no solo a los paรญses perifรฉricos sino, paradรณjicamente, a las propias potencias, encontrรณ cรณmplices en la รฉlite norteamericana situada tanto en el sector demรณcrata como en el republicano. Este Estado profundo financiero con terminales en el globalismo de los Clinton y los Obama y los continentalistas de los Bush se empeรฑa en bloquear el desarrollo polรญtico de expresiones como las de Sanders pero tambiรฉn las de Trump, que durante su presidencia alentรณ el regreso al paรญs de los capitales norteamericanos.