El pasado lunes comenzó el juicio por la violación grupal ocurrida en febrero de 2022, en el barrio porteño de Palermo. Ángel Pascual Ramos, Lautaro Dante Ciongo Pasotti, Thomas Fabián Domínguez, Franco Jesús Lykan, Alexis Steven Cuzzoni e Ignacio Retondo están acusados como coautores del delito de “abuso sexual con acceso carnal agravado por la intervención de dos o más personas”.
El hecho ocurrió el feriado de carnaval del 28 de febrero, en la calle Serrano al 1300, en la zona de Palermo Soho; donde una pareja de panaderos intervinó al ver que dentro de un Volkswagen Gol un grupo de jóvenes abusaba de una mujer. Las claves del caso fueron los múltiples videos de las cámaras de seguridad, como también los relatos de la víctima y les testigues que la auxiliaron.
El debate se extenderá por otras siete jornadas los días 1, 4, 11, 15, 18, 25 y 29 de septiembre, a lo largo de los cuales se prevé la declaración de más de 30 testigues. Por tratarse de un delito de instancia privada, el juicio se desarrollará a puertas cerradas.
El proceso está a cargo del Tribunal Oral en lo Criminal (TOC) Nº 14, integrado por los jueces Gabriel Vega, Gustavo Valle y Domingo Altieri. Mientras que la acusación está en manos del fiscal Fernando Klappenbach.
Por el delito de “abuso sexual con acceso carnal agravado”, los acusados podrían enfrentarse a una pena de 8 a 20 años de cárcel. Además, enfrentan cargos por “lesiones leves”, producidas al testigo Luis Riveros Espínola, por lo que podrían obtener de un mes a un año de prisión.
Las declaraciones de las partes
Previo al inicio del debate oral, el abogado de la denunciante, Hugo Figueroa, aseguró que existió “una participación necesaria de todos ellos”. Y agregó que “sin el accionar de cada uno de ellos no hubiera llegado al desenlace final esta situación”.
Mientras que para Figueroa “cada uno tuvo un rol preponderante”, del otro lado, les familiares de los acusados se manifestaron en la puerta de los tribunales asegurando que son inocentes. La hermana de uno de los acusados sostuvo que “todos son inocentes, no hay pruebas de relación sexual violenta” y agregó que “la Justicia determinará si fue consentido o no”.
En defensa de los acusados, la organización “Basta de denuncias falsas” acompañó a les familiares de los imputados que se agruparon en la puerta de los tribunales. Se trata del mismo grupo que realizó un violento ataque al Ministerio de la Mujer durante 2022. Esta vez, en uno de sus carteles se podía leer: “Los hombres tenemos derechos” y “No juzguen con perspectiva de género, respeten la constitución”.
En relación a ello, Figueroa sostuvo que “consentimiento no pudo haber porque no estaba en condiciones de haberlo dado”. Por último, contó que fue “un año complejo” para la joven, quien está siendo atendida por un equipo multidisciplinario.
Por su parte, Pascual Ramos fue el único de los acusados que no se negó a declarar; se trata de quien está más comprometido por las pericias de ADN y por los videos. Allí aseguró que es inocente y dijo que “no hubo un plan para abusar de nadie”.
La víctima, cuya identidad se resguarda para preservarla, está representada por los abogados Osvaldo Cantoro y Figueroa. En tanto, los acusados están representados de manera individual por les defensores Jorge Alfonso, Oscar Isidro Aguirre, María José Fanego, Santiago García Berro y Fernando Ovalle. El próximo viernes comenzarán a declarar les testigues y existe la posibilidad de que la víctima pueda brindar su declaración.
No son manada, son violadores
El año pasado, cuando ocurrieron los hechos, surgieron debates en relacion a la accion de violar en grupo. En primer lugar, activistas y referentes de las luchas feministas debieron explicar que no se trata de violaciones “en manada”, debido a que se trata de individuos que viven en sociedad y no de animales.
Esta no es la primera vez que un grupo de hombres adultos abusa sexualmente de una mujer, lo mismo sucedió tiempo atrás en un camping de Miramar, en un boliche de Villa Gesell, y en otros países como Colombia y España. Al respecto, la antropóloga y docente Rita Segato, explica en sus libros que “el violador no es un desviado, es un moralizador”.
Para la referente, “es alguien que está enseñando a una mujer a colocarse en una posición en la que es debida, ocupar el lugar que corresponde, que es de subordinación y de disponibilidad de su cuerpo”. Además, asegura que “la violación es un crimen de poder vinculado a la idea de masculinidad”.
Al respecto, según el último informe del Ministerio de Seguridad de la Nación, en 2020 se registraron 5.613 violaciones. El 80% de estos casos corresponde a víctimas femeninas y en sólo un 10% a hombres.
El Ministerio explicó, además, que por sus características “los delitos contra la integridad sexual tienen un alto nivel de subregistro, debido a los procesos de estigmatización que sufren las víctimas”.
Por su parte, la viceministra de Poblaciones Vulnerables del Ministerio de la Mujer, Elba Espinoza, manifestó que, solo en lo que va del 2023, se conoció que existen más de 20 mil denuncias por abuso sexual, de las cuales 8.000 son adolescentes.
Al respecto, la última Encuesta Nacional de Victimización, publicada por el INDEC, da cuenta de la tasa de “no denuncia” de acuerdo a cada tipo penal. Según ese informe, publicado en 2017, la tasa de “no denuncia” de los delitos de “ofensa sexual” es del 87%, uno de los registros más altos de todos los analizados.