El cine en tiempos de angustia es un libro electrónico de cine y filosofía, cuyo autor principal es Leandro Cuellar, oriundo de Garín, Buenos Aires. El libro se inspira en la Escuela de Cine en Línea, “Amour du cinema”, un proyecto impulsado por el mismo escritor en noviembre de 2020.
A lo largo del libro se podrán leer diversos ensayos, reflexiones y críticas sobre el cine y la filosofía. Además de Cuellar, se destaca el aporte y participación de otros autores como Juan Velis, Lautaro Colautti y la periodista de cine Julieta Ortiz.
En este trabajo colectivo abordaron con un lenguaje y narrativa crítica algunas películas que han llamado la atención de les alumnes y seguidores de Amour du Cinema.
En definitiva, “El cine en tiempos de angustia” es un fiel reflejo que presenta al cine como una forma de consuelo y redentora frente a los acontecimientos dolorosos que puede traer el transcurso de la vida.
En relación a lo mencionado, los autores exploran desde una mirada que consideraron novedosa el abordaje de diferentes directores como Pasolini, Truffaut, Douglas Sirk y Kieślowski, entre otros. Además, Nietzsche y Foucault ocupan un lugar fundamental en el libro.A un día de su lanzamiento oficial, Leandro Cuellar reveló a Nota al Pie que el libro será sin costo para los amantes del cine que sufren ansiedad y ataques de pánico. A continuación, compartimos su palabra para adentrarnos más en este trabajo.
¿Qué rol ocupa el cine en la vida de las personas?
Lo lindo del cine es poder habitar todos esos mundos que son para uno impensables de poder soñar con entrar a ver una película y tratar de sentir esa empatía o esa sensación de que uno puede vivir y sentir lo que está haciendo el personaje. El cine es la representación del alma humana a través de lentes, de técnicas.
El cine cuando es bueno, es sincero y la sinceridad en las personas es algo casi extinto, pero que resulta lo más hermoso del mundo. Además, en tiempos de angustia, el cine es la herramienta que ayuda a reflexionar acerca del mundo y es la manera en la que muchas personas abren su corazón y escriben para sanarse y sanar a otros.
“El cine en tiempos de angustia” por Leandro Cuellar
¿Cómo empezó este amor por el cine?
Inició desde muy chico, cuando tenía 15 años ya veía películas de Federico Fellini y recuerdo a “La Dolce Vita”, “La Strada”, películas que realmente me gustaron y me fascinaron en su momento. Por otra parte, la filosofía nace de la mano de un autor que se llamaba Nietzsche, que estaba en la biblioteca de mi casa y empecé a leerlo y la verdad que me gustó mucho.
Fui a un colegio católico y la influencia que tuve por parte de este autor fue notable en mi formación. En grande me empezó a interesar más el cine y la filosofía y ver la forma siempre de que coexistan. Es un ejercicio reflexivo, interesante y que me apasiona.
Leandro, ¿Cómo surgió la idea de impulsar la Escuela de cine Amour du cinema?
Luego de haber estado cerca de un año con otra escuela de cine virtual, dadas las condiciones de pandemia me pareció que yo podía crear por mí mismo una propia escuela y que tenga mi impronta en los cursos y la mirada que yo deseaba darle ya que en la otra escuela no tenía esa oportunidad o era un poco restringida. Así que me pareció interesante para mi carrera, para lo que soy, para lo que me estoy formando.
¿Qué cursos dictan?
Dictamos cursos sobre films, directores o temáticas como puede ser por ejemplo Nouvelle vague, el cine negro, directores como Kieślowski. Este director polaco que tanto nos gusta lo trabajamos en el primer curso que hicimos.
Entre lo trabajado se encuentra “Synecdoche, New York”, de Kaufman, Siempre con una impronta existencialista que es la que yo quise siempre, un cine para pensar las cuestiones más terribles o problemáticas de nuestra vida como lo son la muerte, el duelo, la identidad, la amistad, el amor, el desamor.
Creo que los profesores que participaron en la Escuela de Cine y que son parte del staff supieron cómo llegar a esa impronta que quise desde el inicio.
Te gusta el cine crítico, reflexivo. ¿Cómo lo ves esto con la industria cultural que hace quizás más «popcorn», asegurándose el éxito?
En el caso de Marvel no creo que sea cine. Más bien, creo que el cine está hecho para pensar, para reflexionar y creo que esa es la utilización que tiene para mí. El cine “pochoclero”, para mí no tiene sentido.
No creo que sea agradable ver una película de superhéroes, creo que sería perder el tiempo y eso es algo que no me gusta, por eso creo que se trata en este espacio de Amour du cinema de explorar tal vez películas de cineastas que no son tan conocidos y de alguna manera reivindicar ese tipo de cine.
¿Cómo empezó el proyecto de El cine en tiempos de angustia?
El libro “El cine en tiempos de angustia”, nace de una necesidad propia de poder canalizar mis emociones tristes a partir de la escritura o de la compilación, ya que es un libro compilado y los otros autores forman parte de la escuela Amour du Cinema. De alguna manera fue una forma de exorcizar los demonios que tenía adentro y fue un trabajo que me ayudó a poder estar mejor.
Este libro fue tu cable a tierra ¿Qué significado le atribuís a El cine en tiempos de angustia?
El Cine en Tiempos de Angustia significa para mí el hecho de que yo compilé ese libro en estado de angustia y creo que se puede ver esa esa impronta y el título también hace mención a que nosotros comenzamos con la escuela en un estado de incertidumbre, de angustia por el hecho de que estábamos en pandemia y no sabíamos qué iba a pasar.
¿Cómo fue el proceso de escritura de este libro digital?
Fue en cierta medida un trabajo simple por el hecho de que tanto los otros autores como yo, teníamos estos ensayos escritos o críticas de cine escritas. De alguna manera lo único que nos faltaba era tal vez corregir, agregar algún texto, pero como las clases o cursos que tuvimos escribíamos sobre lo que dictábamos lo único que nos hizo falta fue corregir y profundizar un poco más sobre algunos aspectos.
¿Cuál es la importancia del cine como forma de arte y expresión precisamente en esos tiempos de angustia?
Creo que el cine tiene el poder de canalizar nuestras emociones tristes, aquellas emociones que nos angustian de alguna forma. Tanto el cine, la literatura, como la filosofía tienen el poder de redimirnos y tienen este carácter redentor a pesar de que el mismo cine hable de temas que no escapan al destino humano. Tiene su carácter redentor, su carácter sublimatorio que nos hace tal vez estar mejor.
¿Qué tanto hay de Nietzsche en este libro?
en la sección dos del libro, que se llama “Una pizca de filosofía”, hay un ensayo mío que se llama “Nietzsche y el cine”, el sentido de la correcta divulgación en donde expreso o intento mostrar cómo aparece la figura de Nietzsche en el discurso cinematográfico a partir de diferentes películas de Scorsese y de Hitchcock.
También, películas brasileñas que han tenido una recepción en Brasil interesante como un cortometraje que se llama “Mi amigo Nietzsche”, de Fáuston Da Silva y “Días de Nietzsche en Turín”, de Júlio Bressane.
Hay una famosa frase que dice: «Es más fácil compartir las penas que las alegrías de los demás»… En ese sentido también hablabas de canalizar las emociones y el libro se podría decir que es como un sistema de abreacción. ¿Cuál es tu reflexión personal?
Considero que sin duda este libro puede resultar interesante para personas que sientan angustia, que sienten tristeza o estén pasando por un momento difícil y necesitan hacer catarsis o abreaccionar como decís.
Y creo que puede ser una buena fuente o un buen refugio para aquellas personas que están pasando por un mal momento. Mi reflexión es que el cine puede ayudarnos a estar mejor.
¿Qué aprendiste durante este proceso de liberación?
A mi modo de ver creo que aprendí a leerme y tal vez entenderme, es decir, saber qué pienso, saber qué me estaba pasando en el momento en que escribí lo que escribí y también en leer a los otros autores y poder admirarlos también, tanto Juan Velis, Lautaro Colautti y Julieta Ortiz que presentan en su escritura mucha creatividad. Aprendí a admirar a estas personas que me ayudaron en este proceso creativo.
¿Cuál es el mensaje que te gustaría dejar a los lectores?
El mensaje que les puedo dejar es que nos ayuden a reivindicar o seguir reivindicando al cine de autor, al pensamiento a directores que merecen ser vistos y conocidos no sólo por intelectuales, sino también por el público en general. Creo en el cine también como una herramienta emancipadora.