El Ministerio de Economía, encabezado por Sergio Massa, comunicó la formación de una comisión para definir el traspaso de las centrales hidroeléctricas ubicadas en la región del Comahue, Patagonia. Esto se debe al vencimiento de las concesiones a empresas privadas.
Previamente la secretaria de Energía, Flavia Royón, confirmó que, una vez caducadas las concesiones, las operaciones pasarían transitoriamente a manos de la empresa estatal Energía Argentina (EnArSA). Esta decisión provocó el reclamo de las provincias Río Negro y Neuquén, donde se encuentran las represas.
Por esta razón, anunciaron la conformación de una mesa de diálogo con la participación de funcionaries del ministerio de Economía, la Procuración del Tesoro y las fiscalías de Estado de las provincias.
El acuerdo se cerró en un encuentro entre Massa y los gobernadores en ejercicio y electos de Neuquén, Omar Gutiérrez y Rolando Figueroa y de Río Negro, Arabela Carreras y Alberto Weretilneck.
El ministro sostuvo que la idea es “constituir una nueva etapa que permita garantizar los derechos que tienen que ver con el uso del agua, con la generación de energía y que tiene como objetivo garantizar precios justos”.
Además, convocó al sector privado para establecer “un nuevo proceso de inversiones que nos permita mejorar la infraestructura del sistema eléctrico argentino”.
El proceso de estatización, en el horizonte
La decisión sobre el futuro de las represas hidroeléctricas ubicadas en los ríos Limay y Neuquén significa una oportunidad para el avance en la soberanía energética. Las obras fueron privatizadas hace 30 años durante la gestión menemista y ahora podrían pasar a manos estatales.
El próximo 11 de agosto vencen los contratos del Embalse de Alicurá, a manos de la empresa AES Argentina, y los embalses de El Chocón y Arroyito, operados por ENEL Generación y Planicie Banderita, manejada por Oroazul Energy.
Por otro lado, el fin de la concesión del complejo Piedra del Águila, a manos de Central Puerto, tiene fecha para el 29 de diciembre.
Por lo tanto, en los próximos 120 días se “definirá como será el proceso para que esta etapa que termina, de las viejas concesiones por licitación, pase a ser una nueva etapa en la que provincias, Nación y actores del sector privado puedan llevar adelante un nuevo proceso de inversión para el sector energético argentino”, declaró Sergio Massa.
Los reclamos se hicieron presentes
Los mandatarios provinciales expresaron su preocupación y exigieron su participación en las decisiones, alegando que el recurso hídrico es propiedad de las provincias por mandato de la Constitución Nacional.
Por su parte, la legislatura neuquina sancionó la Declaración 3540 que rechaza la decisión del Gobierno nacional de poner a EnArSA a cargo de las centrales, calificándola de “inconsulta y unilateral”. También, a través de la Declaración 3537, apoyaron las gestiones para establecer una administración tripartita entre Nación y las provincias.
Además, los gremios del sector energético que forman parte de la Confederación Argentina de Trabajadores y Empleados de los Hidrocarburos, Energía, Combustibles, Derivados y Afines (CATHEDA) exigieron la participación accionaria y un puesto en la conducción de las centrales.
En esa línea, el sindicato destacó la importancia de “la participación de los trabajadores en las decisiones sobre el futuro de las concesiones, como así también en la gestión ejecutiva de cada una de ellas”.
A ello agregaron que esto es para “evitar situaciones que puedan traer complicaciones en un futuro, ya que los verdaderos actores que conocen y saben la realidad de cada una de ellas son los trabajadores”.
El interés privado en Alicurá
La empresa multinacional AES comunicó que espera una oferta del Gobierno nacional para seguir operando la central de Alicurá. Por lo tanto, expresaron su intención de participar en caso de una nueva licitación, la extensión de la concesión o bien formar parte del paquete accionario.
El CEO de AES Argentina, Martín Genesio, expresó: “Queremos quedarnos, esto ya lo comunicamos abiertamente y estamos dispuestos a hablar, para formar parte del activo pero en un rol preponderante y positivo”.
Finalmente, manifestó que: “No estamos en una postura de enfrentamiento, si no dicen que nos vamos, nuestra postura es apoyar la transición”.