Como cada año, la Organización Internacional del Trabajo (OIT) realizó el evento más importante del mundo en materia laboral. En ese sentido, del 5 al 16 de junio, se llevó a cabo la 111a conferencia anual en Ginebra, Suiza. Allí participaron ministres, delegades de trabajadores y gobiernos de los 187 Estados Miembros del organismo.
Las sesiones, que fueron transmitidas vía streaming, tuvieron como eje central la “justicia social para todos” con el objetivo de crear un mundo más sostenible y equitativo. Asimismo, les participantes compartieron sus visiones sobre dicha temática y mencionaron qué medidas adoptan u adoptarán al respecto.
Entre les referentes que expusieron se destaca al Director General de la OIT, Gilbert Houngbo; el secretario general de la Organización de las Naciones Unidas (ONU), António Guterres y, el secretario general interino de la Confederación Sindical Internacional, Luc Triangle.
Asimismo, del cierre del evento participaron referentes de Suiza, Australia, Suecia, Argentina, Panamá, Bangladesh y México, entre otros. Además, Marysol Rodríguez, consejera técnica gubernamental de Argentina por el Grupo de Países Latinoamericanos y del Caribe (GRULAC), fue la encargada de cerrar la sesión.
En esta jornada de congreso, Abiodun Richards Adejola, de Nigeria, fue elegido Presidente del Consejo de Administración de la OIT por el periodo 2023-2024. Electo por consenso, Adejola es Representante Permanente de Nigeria ante la Oficina de las Naciones Unidas en Ginebra desde 2021.
La justicia social, un eje fundamental
En la apertura de la conferencia, el director de la OIT presentó un discurso sobre el mundo del trabajo. En ese sentido, hizo énfasis en la Declaración de Filadelfia de la OIT, en 1944, con un llamado a la juventud.
Ante ello mencionó que “esta juventud múltiple, dividida a regañadientes por desgarradoras desigualdades de nacimiento, que empuja una parte de entre ella –socavada por el desempleo, atrapada en informalidad y sin protección social–, en las peligrosas rutas de migración, incluso trabajo infantil”.
“Se ven obligados a conciliar simultáneamente los desafíos de la supervivencia inmediata y los relacionados con la preservación del medio ambiente” citó. En su discurso, el director se refirió en torno a la justicia social y a la confianza en las instituciones.
Es por ello que, en función del discurso inaugural, se espera que el evento sirva para debatir, plantear compromisos políticos, discutir en espacios multilaterales, y que los miembros de la cumbre defiendan la causa de la justicia social en otros foros o reuniones mundiales.
Para el caso de Argentina, la ministra de trabajo, Kelly Olmos, fue partícipe de la conferencia realizada en Suiza. Con el objetivo de reafirmar la propuesta y con la iniciativa de construcción de una Coalición Mundial para la Justicia Social, el director de la OIT y la funcionaria argentina coincidieron en la necesidad de avanzar en un rediseño de la ingeniería financiera mundial y en la adecuación de las normas mundiales de comercio.
A su vez, la ministra planteó que “las políticas sociales y los derechos laborales no pueden estar condicionados por las imposiciones de organismos como el Fondo Monetario Internacional (FMI)”.
“Es tiempo de afirmar a nivel global la senda de la Justicia Social, de validar la necesidad del fortalecimiento orgánico de los sindicatos y sus representaciones colectivas por actividad”, expresó Olmos.
Dos semanas de puro debate
Otro de los temas que se debatieron en la jornada de la conferencia fue la desigualdad. En los últimos años, su magnitud evidenció que la falta de acceso al mercado laboral y la salud, la informalidad del empleo y los ingresos bajos para satisfacer necesidades básicas, son algunas de las problemáticas que deben tratarse para lograr un cambio.
Por esta razón, en la mesa redonda se debatió la temática “paliar las desigualdades, la informalidad y facilitar la inclusión”. En ese sentido, se dispuso la adopción de medidas para su reducción y prevención, determinar soluciones y fomentar la colaboración política.
Asimismo, la presencia de la periodista Nozipho Tshabalala, encargada del debate y moderadora, permitió realizar algunas preguntas sobre pobreza, trabajo doméstico, informalidad, sistema tributario, trabajo migrante, entre otros.
Por otra parte, el congreso de la OIT fue partícipe de la adopción de una nueva recomendación sobre aprendizaje de calidad. Dicha norma, tiene como objetivo “apoyar las oportunidades de las personas de todas las edades para cualificarse, recualificarse y perfeccionarse continuamente” en los mercados de trabajo.
Asimismo, también se analizaron 24 casos individuales de países relacionados con el cumplimiento de los convenios de la OIT. Entre ellos se encuentran casos como Líbano, Nigeria, Afganistán, Madagascar, Costa Rica, Nepal, Perú y Guatemala, entre otros.
Al mismo tiempo, se discutió sobre la igualdad de género en el trabajo. En la búsqueda de consensos, los miembros tripartitos de la comisión destacaron la “urgente necesidad de eliminar todas las formas de discriminación en el empleo”. También, recalcaron acerca de la ocupación, la protección plena y efectiva de la maternidad.
Con la presencia de 5.000 delegades en representación de gobiernos, trabajadores y empleadores de los 187 Estados Miembros de la OIT, la jornada del congreso ratificó su compromiso en materia laboral. Aunque falta cambiar políticas en diversos países para cumplir con lo discutido, les representantes reafirmaron su deber para alcanzar una transición justa y de calidad, y la protección laboral.