Este domingo, el padre de Lucas González, el adolescente de 17 años asesinado por una brigada de la Policía de la Ciudad del barrio de Barracas, aseguró que para él “hay más gente implicada” en el crimen. Esta declaración se da luego de la detención de otro agente, al cual señalaron como el responsable de plantar el arma de juguete que se encontró en el vehículo en el que viajaba el joven con tres amigos.
Mientras tanto, el próximo martes 6 de junio seguirá el juicio oral y los policías imputados podrán, si así lo desean, prestar declaración antes de que comience la etapa de alegatos.
En diálogo con la agencia de noticias Télam, el papá de Lucas, Héctor Gonzalez, expresó: “Sin duda creo que hay más gente implicada que no fue imputada”. Respecto a Facundo Matías Torres, el último detenido en la causa, sostuvo: “Ésta persona fue tan partícipe y tan culpable como el resto. Para mí hoy son 15 imputados”.
Cabe mencionar que, de acuerdo a la declaración del principal Héctor Claudio Cuevas (50), Torres llegó a la escena del crimen en una moto y ayudó al oficial Gabriel Alejandro Issasi (47) en el encubrimiento.
Frente a este testimonio, el abogado de la familia del adolescente, Gregorio Dalbón, y los fiscales Guillermo De la Fuente y Lionel Gómez Barbella pidieron que se solicite a la Oficina de Transparencia de la Policía de la Ciudad informes sobre la geolocalización de la moto de Torres y de su celular para corroborar los datos brindados por Cuevas.
Según Télam, el informe comprobó que Torres estuvo en la zona del crimen y que también se dirigió ida y vuelta a la Comisaría Vecinal 4D. A su vez, una cámara de seguridad registró el paso de una moto de la Policía de la Ciudad, la cual sería conducida por él, y cuyo acompañante es Isassi.
Ante ello, el fiscal Gómez Barbella solicitó la detención, la cual tuvo lugar el pasado sábado. Torres será indagado durante la mañana de este lunes por la jueza Vanesa Peluffo, a cargo del Juzgado Criminal y Correccional 7.
La causa
Durante la etapa de instrucción, Gómez Barbella solicitó las detenciones de otras cinco personas por encubrimientos. Entre ellas, dos abogadas de la Policía de la Ciudad y del Ministerio de Justicia y Seguridad porteño y de un comisario mayor y dos oficiales de la fuerza de la Ciudad.
Sin embargo, la Sala IV de la Cámara Nacional en lo Criminal y Correccional les dictó la falta de mérito. Esto también ocurrió con las agentes Lorena Miño y Micaela Fariña, las primeras en llegar al lugar del hecho, quienes fueron imputadas en un primer momento.
De este modo, además de Issasi, los imputados por el homicidio son el oficial mayor Fabián Andrés López (48) y el oficial Juan José Nieva (37). La Justicia les adjudica la coautoría del delito de “homicidio agravado por haber sido cometido con alevosía, por placer, por odio racial, por el concurso premeditado de dos o más personas y por cometerse abusando de su función o cargo por un miembro de una fuerza policial”.
Por otra parte, enfrentan cargos por las “tentativa de homicidio agravado, falsedad ideológica y privación ilegal de la libertad agravada por abuso funcional y sin previsión de la ley”, en el caso de los amigos de Lucas.
En tanto, otros 11 policías de la Ciudad, también detenidos, son juzgados por el encubrimiento del crimen del adolescentes y las torturas a las que fueron sometidos sus amigos.
Las declaraciones del padre de Lucas
Aunque González no pensó que los imputados pudieran quebrarse durante el juicio, expresó que “gracias a Dios, esta persona (por Cuevas) se puso en el papel de papá y de ser humano”. Durante su declaración del pasado jueves ante el Tribunal Oral en lo Criminal (TOC) 25 porteño, mencionó que Torres fue quien trajo la réplica de arma de fuego hallada en la Volkswagen Suran donde viajaba Lucas junto a Julián Salas (19), Joaquín Zuñiga(19) y Niven Huanca(19).
Cuevas aseguró en su testimonio que vio a Issasi vestido de civil cuando “tira el arma” en la parte trasera del auto, luego de que otro de los policías enjuiciados, el subcomisario Roberto Orlando Inca (47), le indicó “anda a poner eso”.
En referencia a ello, el padre de Lucas sostuvo que fue “una mezcla de sentimientos” escuchar desde su casa lo que decía Cuevas. Además, afirmó: “No lo voy a perdonar porque a mi hijo no lo perdonaron” y agregó: “Que sea Dios y los jueces quienes lo juzguen”.
Por último, comentó que el martes estará en los tribunales de la calle Paraguay 1536 en donde espera que haya otros testimonios “contundentes” que “destapen muchas ollas”.
Para finalizar, expresó: “El último partido lo vamos a jugar el 13 de julio y ahí vamos a convocar a todos porque queremos que estén todos gritando por justicia por Lucas”. “Mis hijos extrañan a su hermano, mi mujer se quiso matar cuatro veces. Ellos (los imputados) se ven con sus hijos y yo tengo que irme del otro lado para si Dios quiere volver a verlo”, finalizó.