En 2007 el mangaka Kakifly, que lleva el seudónimo de una comida que no le agradó hasta que tomó su nombre, logró su primer éxito. Su obra: “K-ON!”, se serializó en la revista Manga Time Kiara de la Editorial Höbunsha. Esta historia trata de un grupo de chicas de preparatoria que buscan crear una banda de música ligera.
El éxito de la serie, creada en formato Yonkoma, extendió la publicación hasta 2012, recopilándose al fin en un total de 6 tomos. Además, llegó a tener una adaptación al Anime de dos temporadas con OVAs, una película y hasta un videojuego. Hasta allí la extensión de su éxito.
Juntando a la banda
Ritsu desea unirse al club de Música Ligera de su escuela, sin embargo, su ilusión se ve truncada al ver que la agrupación está por desaparecer. Resulta que todas las participantes de este club, egresaron, así que sin contar como mínimo con cuatro integrantes, quedaría disuelto. Ritsu se pone en modo Presidente, y comienza a reclutar de inmediato.
La primera en caer es su amiga Mio, una chica que aparenta ser más adulta, pero es super tímida, y resulta que toca el bajo. Luego, llegará Tsumugi, una niña que siempre lleva dulces, pero acepta entrar aunque buscaba el club de Coro, y termina por ser la tecladista. Por último, llegará Yui, la protagonista principal, quien no sabe tocar ningún instrumento, pero quiere participar.
Yui terminará por aprender a tocar la guitarra y a cantar, y se convertirá en la front woman de la banda. Más adelante, Azusa llegará para convertirse en la quinta miembro de la agrupación como segunda guitarra. La aventura por formar el grupo musical comienza aquí.
Las experiencias de la adolescencia
Con varios personajes con algunas características específicas, la historia de Kakifly se apoya en la dinámica de las interacciones. Este grupo ecléctico busca formar una banda pop (que es a lo que se refieren con “música ligera”), pero los episodios tendrán esto como mera excusa. Cada interacción dará una intención casi auto conclusiva por página, cosa que arrastra del formato.
Cuando se habla de formato, se habla del Yonkoma, y es que estamos hablando de un sistema de hasta 8 viñetas que tienen que encerrar una escena en particular. Si bien a veces se extiende hasta dos páginas, esto suele ser todo. Introducción, nudo y desenlace para un humor ligero que satisfaga. Sin embargo, los puntos fuertes son algo más sutiles.
Por ejemplo, el personaje de Tsugumi, deja entrever que proviene de una familia muy acomodada, siendo un personaje que anhela lo mundano. No es materialista en absoluto, pero posee una gran fuerza física. Este juego de carácter que sale del cliché, es algo que se deja entrever no tanto en diálogos, si no en lo que sus compañeras van viendo y deduciendo.
Cada una con una fortaleza y una debilidad marcada, llegarán a llevarse muy bien, y el descubrir sus personalidades será la clave de la dinámica de la obra. Aparecen varios personajes secundarios, siendo los más importantes la maestra Sawako, que tiene un pasado en el club, y Nodoka, la mejor amiga de Yui.
Un formato peculiar
Al igual que las tiras cómicas, esta historia fue publicada en un formato especial. En Argentina podemos ver muchas publicaciones de El Eternauta, o Mafalda que vienen en formato apaisado, porque originalmente fueron publicadas como tiras. En el Yonkoma, formato utilizado para la publicación de K-On!, la historia se narra en grupos de cuatro viñetas en vertical, habitualmente en dos columnas.
Es un desafío para les lectores desprevenides de occidente, quienes no están familiarizados con ello. Esto se debe a que, pese a que nos hayamos acostumbrados a las publicaciones con sentido de lectura japonés, aquí ya hay verticalidad directa. Las páginas de ocho viñetas deben leerse como si fueran en vertical, primero la columna derecha, luego la izquierda.
Esto puede cambiar si en la disposición de página hay una gran viñeta intermedia que corte con el diseño, entonces, se vuelve al tradicional. Es por esto, que quien se disponga a entrar en esta comedia situacional, comprenda que debe adaptarse, un poco al menos, a esta forma de leer.
Cambiando el formato
K-ON! Tuvo su adaptación al anime mientras aún se publicaba el manga. En 2009 se estrenó la serie animada en la cadena TBS y producida por el estudio Kyoto Animation. Luego del final de la segunda temporada en 2011, se estrenó una película con una historia original hecha en especial para este formato.
K-ON! Llegó también a Playstation Portable en 2010, con un videojuego de estilo rítmico. En estos juegos, los jugadores deben pulsar botones al tiempo que la pantalla va marcando el momento al ritmo de la melodía de las canciones.
En Argentina la editorial Kemuri Ediciones ha publicado de forma reciente la “Complete Edition” de K-ON!. Es la primera edición en español que se edita, y posee la serie entera en un tomo recopilatorio de 472 páginas.