El pasado viernes culminó el Foro Global de Hidrogeno Verde realizado en Bariloche, Río Negro. En ese sentido, Argentina avanza en sus proyectos de sustentabilidad y sostenibilidad para reducir el impacto del calentamiento global. En el encuentro, la secretaria de Energía, Flavia Royon, oficializó el proyecto de Ley de “Promoción del hidrógeno de bajas emisiones de carbono y otros gases de efecto invernadero”.
El mismo ya realizó su circuito administrativo, y se encuentra a la espera de que, en los próximos días, se envié a la presidencia para su evaluación y posterior firma. Con una mirada transversal, Royon expresó: “Cuando nosotros queremos impulsar un desarrollo, tenemos que ver qué modelo de país queremos impulsar y queremos desarrollar”.
Con respecto al ámbito financiero y de desarrollo, la gobernadora de Río Negro, Arabela Carreras, sostuvo que las inversiones estarían distribuidas en distintas regiones de la provincia: la costa, Sierra Grande y Punta Colorada. Del mismo modo se repartirán por la región sur, ya que son áreas en busca de desarrollo.
Por su parte, el CEO de YPF, Pablo Iuliano, aseguró: “Como país necesitamos definir una estrategia de largo plazo. Hay una gran oportunidad de convertirnos en el proveedor de energía verde a través de un carrier como el hidrógeno”.
Qué dice el proyecto
El proyecto de Ley busca promover la producción de hidrógeno verde. A su vez, una de las consideraciones es poder contribuir con los procesos de descarbonización de las matrices energética y productiva.
En ese sentido, se impulsará la utilización del hidrógeno de bajas emisiones en aplicaciones que resulten viables y seguras. Es así que el Artículo 1, busca incentivar el desarrollo de toda la cadena de valor del mismo en sus etapas de producción, transformación, logística y transporte.
Cabe mencionar que la implementación de este proceso sostenible y sustentable, permitiría crear nuevos polos productivos además de generar nuevos empleos. Es por ello que en el foro se expusieron los nuevos avances tecnológicos de la industria a nivel mundial.
Por su parte, Argentina se encuentra en la lista de los países latinoamericanos que presentarán proyectos para una transición de energía limpia.
El borrador del proyecto que se encuentra a la espera de ser firmado, tuvo la participación de la Secretaría de Cambio Climático, de Asuntos Estratégicos, Industria, Energía y Política Tributaria.
Además del hidrógeno verde, que es obtenido total y exclusivamente a partir de fuentes de energía renovables, se incluyeron otras más en el escrito.
Uno de ellos es el hidrógeno azul, el cual se obtiene a partir de procesos que involucran la utilización y/o transformación de combustibles fósiles. Además, sus procesos productivos incluyen una o más etapas de captura, y el almacenamiento o utilización de las emisiones de gases de efecto invernadero generadas en su obtención se reducen de forma significativa.
De la misma forma, también contempla al hidrógeno rosa, producido a partir de energía generada exclusivamente de fuentes de origen nuclear.
Un proyecto que busca ser pionero en la región
Argentina busca ser pionera en la región con la producción y comercialización del Hidrógeno. Por ello, el proyecto legislativo menciona la creación de la Agencia Nacional del Hidrógeno (ANHIDRO).
Se tratará de un organismo descentralizado que dependerá de la Secretaría de Industria y Desarrollo Productivo del Ministerio de Economía. Su trabajo será asesorar en materia técnica y regulatoria a la Autoridad de Aplicación.
Además, deberá definir las actividades, etapas y procesos que integran la cadena de valor del hidrógeno de bajas emisiones. De este modo, tendrá que elaborar un Plan de Desarrollo para dicha cadena a nivel nacional. A su vez, establecerá los estándares máximos admisibles de emisiones de dióxido de carbono.
Si bien la demanda de hidrógeno está a la vista, los principales países que lo consumen son China, que utiliza casi el 30% del consumo total; Estados Unidos y Medio Oriente, con un 12% de consumo mundial cada uno. De la misma forma, Europa e India, consumen un 8% del hidrógeno sobre el consumo total.
En América Latina se consume un total de 4, 4 Megatones (Mt) de hidrógeno, lo cual representa un 4,7 % del total mundial. En 2021, la demanda aumentó un 5% respecto al 2020; sin embargo, las proyecciones de producción para el 2030 sostienen que alcanzará los 130 megatones.
De esa proyección, el 25% de la misma será baja en carbono. Principalmente, hidrógeno verde, de electrólisis, e hidrógeno azul, de combustibles fósiles con captura y utilización de carbono (CCUS).
Ahora, Argentina busca producir y comercializar el combustible del futuro. Con vistas a una producción inclusiva, el país buscará con este proyecto tener una estabilidad fiscal y beneficios tales como amortización acelerada de impuesto a las ganancias y derechos de exportación.
El potencial argentino
Según la Plataforma para el Desarrollo del Hidrógeno Verde en Latinoamérica y El Caribe (H2LAC), la capacidad renovable de Argentina supera los 5 Gigavatio (GW) de potencia instalada. La misma cubre una demanda del casi 15% en promedio, siendo su récord de 29,7% en febrero de 2023.
El potencial argentino está en la mira internacional. Es que según la H2LAC “Argentina tiene uno de los mayores potenciales del mundo para el desarrollo de productos renovables de hidrógeno y PtX”.
Asimismo, según el Atlas Global PtX, el país tiene el tercer potencial más grande del mundo, después de Estados Unidos y Australia. El mismo se identifica con la energía renovable y con la disponibilidad de agua, recurso clave en el paso de electrólisis para la producción de hidrógeno renovable.
Promulgar la ley que Royon presentó en el Foro Global de Hidrógeno Verde, evidenciará que Argentina presenta vastos recursos.
Vale destacar que en Comodoro Rivadavia, Chubut, se encuentra la planta de hidrógeno Hichico, inaugurada en 2008. La misma produce 120 Nm3/h (metros cúbicos por hora) de hidrógeno y 60 Nm3/h de oxígeno. Desde el 2010 almacena metano verde en un pozo petrolero agotado para la producción de metano verde, a través de un gasoducto apto para el transporte de H2 de 2,3 km de longitud.
Con leyes promulgadas, como la Ley 26.123, hoy el país se encuentra a la espera de contar con una nueva normativa en la materia. Las proyecciones, tanto de energías renovables como de energías limpias, son muy buenas; habrá que esperar a las inversiones, su producción y posterior comercialización para saber qué frutos dará en términos de sustentabilidad.