Desde el viernes 17 y hasta el 31 de marzo en el Complejo Cultural San Martín, ubicado en Sarmiento 1551 de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, se podrá disfrutar del documental «Entrecerros«. Un film dirigido por el productor y guionista Leonardo Cauteruccio que presenta en esta ocasión la historia de vida de Rubén y Mirta, ambos integrantes de la comunidad Diaguita Calchaquí de Amaicha del Valle, Tucumán, Argentina.
“Entrecerros” historias de lucha por los sueños
El documental tiene como objetivo mostrar la actualidad de los pueblos originarios, entre ellos dos personajes con sueños particulares.
En este contexto, Nota al Pie dialogó con el director, productor y guionista Leonardo Cauteruccio, quien relató cuál es el mensaje que le gustaría destacar de «Entrecerros».
¿Cuál es el mensaje que le gustaría destacar de «Entrecerros» y sus historias?
El documental indaga en la relación que existe entre la vocación y el desarraigo, hay muchos amaicheños que tienen un sentido de pertenencia muy fuerte y desean quedarse en la comunidad, como es el caso de Rubén Suárez, uno de los protagonistas de la película. Él tiene acceso a una educación terciaria pero se encuentra con que difícilmente podrá ejercer su profesión dentro de su comunidad debido a las actuales reglas del sistema educativo.
Por otro lado está la historia de Mirta Flores, quien tiene un fuerte deseo de ejercer una vocación religiosa pero, para poder llevarla a cabo, debe dejar de lado el rol fundamental que ocupa dentro de su familia. Ella es la encargada de realizar los trabajos rurales más pesados dentro de su hogar y es quien cuida la salud de su madre.
El documental retrata un debate recurrente que existe entre los habitantes originarios de Amaicha del Valle que tiene que ver con la apertura o el encierro de la comunidad frente al resto del mundo. A partir de ese planteo, se desprenden dos opciones que en principio parecen contrapuestas: la de permitir que vengan personas desde otros lugares a habitar la zona y poner en riesgo la identidad de la comunidad, frente a la opción de encerrarse.
Esta posibilidad implicaría que solo los habitantes originarios podrían pertenecer y pondría en riesgo el crecimiento de la comunidad.
¿Por qué decidió hablar de la comunidad Diaguita Calchaquí?
Lo que sucedió en Amaicha es que enseguida conocí gente muy interesante, personas muy verdaderas, abiertas a compartir sus historias de vida: recuerdo haber presenciado desde arriba del micro que recorre desde Tafí del Valle hasta Amaicha del Valle, encuentros entre familiares o amigos que no se veían desde hacía mucho tiempo.
Asimismo, eso podía percibirse en la intensidad de sus abrazos y la felicidad en sus rostros. Creo este sentimiento es el que despertó en mí el interés por la temática del desarraigo en esta comunidad. Me interesó esta comunidad, además, porque tiene la particularidad de ser dueña de sus tierras.
Las personas nativas del lugar y sus descendientes acceden, de manera gratuita, a una parcela que pueden destinar a la construcción de un hogar o a la producción de su tierra. Sin embargo, cuando conversaba con la gente de la comunidad siempre surgía la misma problemática: la migración de sus integrantes hacia otros lugares con mayores posibilidades laborales.
¿Porque decidió el nombre de «Entrecerros»?
Cuando me puse a investigar cuál era el significado de Amaicha, descubrí que una de las interpretaciones se vincula con la palabra ‘aymacha’, cuyo significado en el aymara, idioma madre del kakán, alude a la noción de ‘cuesta abajo’. Esto se siente cuando uno está llegando al centro de la población y se encuentra con un valle rodeado de cerros de gran altitud.
El nombre lo terminé de definir cuando estaba en la etapa de montaje de la película y eso sucedió en plena pandemia, seguramente el contexto de encierro haya influido en esa elección. ‘Entrecerros’ suena fonéticamente a un encierro en los cerros y me pareció adecuado porque es entre los cerros que transcurren estas historias en su totalidad.
¿Conoce cómo es la actualidad de les amaicheños hoy en día?
No puedo responder con absoluta certeza a esta pregunta ya que me encuentro viviendo en Buenos Aires pero sé, por testimonios que recibí recientemente de personas que habitan la zona, que el sistema de puntajes para acceder a cargos docentes sigue igual, que es el problema que tiene uno de los protagonistas de la película, Rubén, con el ejercicio de su profesión.
Las personas oriundas de Amaicha del Valle siguen sin tener prioridad para ejercer la docencia dentro de la comunidad. Por otro lado, tengo entendido que los cursos de capacitación docente son cada vez más accesibles gracias a la virtualidad pero que, sin embargo, la gran mayoría de los jóvenes siguen pensando en un futuro alejado de sus tierras.
A modo personal, ¿le interesan como tema los pueblos originarios o que otro tipo de temas son de su interés?
Tengo un interés temático bastante amplio; actualmente estoy desarrollando un nuevo documental que reflexiona sobre la problemática de inclusión que tienen los adultos que se encuentran dentro del espectro autista y cómo esta problemática repercute en su entorno familiar.