La ola de calor que sufrió recientemente la Ciudad Autónoma de Buenos Aires (CABA) y que continúa afectando al país puso de manifiesto, una vez más, la desinversión en política educativa por parte de las autoridades porteñas.
Problemas infraestructurales, falta de mantenimiento, escasez de artefactos eléctricos y una insuficiente respuesta del Ministerio de Educación profundizaron el padecimiento de docentes y alumnes en las aulas.
La comunidad educativa, sindicatos docentes y familias denunciaron a lo largo de la semana la falta de ventilación en las aulas, aparatos sin funcionamiento y la descompensación que sufrieron muches alumnes.
Sólo en algunas instituciones privadas retomaron las clases virtuales. Hasta el momento, la cartera educativa a cargo de Soledad Acuña informó que no suspenderá las clases. En este contexto, la Ministra anunció un operativo para distribuir 170 mil botellas de agua fría entre los institutos porteños.
La medida fue recibida con mucho desagrado por la docencia escolar, quienes habían reclamado mantenimiento y más ventiladores. El “solidario” cargamento, anunciado el martes, llegó este miércoles a las unidades escolares.
Los directivos consideraron a la iniciativa como un mero paliativo. En muchos casos, se denunció que el agua llega a temperatura ambiente y no alcanza a cubrir las necesidades de todes les alumnes y profesores.
“No esperamos nada de la Ministra”
Fernando Protto, profesor de historia en siete establecimientos de nivel medio en CABA y delegado por la Unión de Trabajadores de la Educación (UTE), fue consultado por Nota al Pie para conocer la experiencia que están atravesando en distintos colegios porteños. El docente calificó la situación como caótica dependiendo de cada escuela y de las horas del día.
“No todas las escuelas están preparadas para para aguantar tanto calor, muchas de ellas, o sus ventiladores no funcionan o funcionan mal o están mal ubicados. Muy pocas tienen una ventilación acorde a la cantidad de alumnos o al espacio y esto genera que los chicos se sientan más cansados, con la necesidad de tomar agua todo el tiempo”, comentó Protto.
Además, agregó que bajo las condiciones actuales se hace difícil la tarea: “No hay situación cómoda para recibir y dar educación”. Por otro lado, destacó que en el Comercial 8, les docentes se están organizando junto a las familias.
“Hemos tenido un problema ayer, con el agua, porque se cortó el suministro, cosa que está pasando en varias escuelas, y obligó a suspender medio turno”, afirmó. Consultado acerca de las expectativas de que las autoridades den libertad para suspender clases, Protto señaló que ni docentes ni sindicatos esperan nada de la Ministra.
“Su política es tener a los chicos en el aula a cualquier costo sin importarle la cuestión sanitaria de salud. No esperamos que habilite una orden para que docentes o directivos puedan suspender la actividad”, manifestó el delegado.
El escenario escolar en el ámbito de las provincias
El calor extremo que atraviesa gran parte del país llevó al Servicio Meteorológico Nacional (SMN) a calificar de “alerta roja” a las condiciones climáticas. En la Provincia de Buenos Aires se suspendieron clases en por lo menos 50 centros educativos del área metropolitana y municipios del interior.
La medida no provino directamente del Ministerio de Educación bonaerense, sino que cada institución decidió la continuidad de clases según las condiciones socio ambientales (temperatura, disponibilidad de agua fresca, ventilación o aires acondicionados).
El caso del Municipio de La Matanza fue el más significativo, por el alto número de escuelas que suspendieron el dictado presencial. En otras localidades como Avellaneda, San Fernando, Tigre, Luján, General Rodríguez, Chacabuco y Bahía Blanca hubo algunas suspensiones.
Mientras tanto, el Gobierno provincial brindó asistencia por medio de agua y ventiladores. Cabe aclarar que en el ámbito bonaerense los directivos escolares tienen la potestad de proponer o imponer el levantamiento del servicio educativo si es necesario.
En la Provincia de Entre Ríos se está barajando la posibilidad de pasar las clases a modalidad virtual para esta misma semana. Una filial de la Asociación Gremial del Magisterio de Entre Ríos (AGMER) elevó una petición planteando la conveniencia de volver al dictado virtual. La solicitud fue enviada a la Secretaria General de Paraná del mismo sindicato, Cristina Miño.
Antecedentes similares ante la ola de calor
El último antecedente de levantamiento de clases por altas temperaturas es el que tuvo lugar en la última etapa de clases del 2022 en la capital de la Provincia de Córdoba.
Las dificultades eran las mismas que padece actualmente la Capital Federal: falta de medios de ventilación, falta de mantenimiento de aparatos eléctricos y la observaron de niñes y adultes descompuestos.
En ese entonces, el Ministerio de Educación cordobés delegó en los equipos directivos la capacidad de tomar medidas para “mejorar las condiciones de habitabilidad de las comunidades educativas”.
Entre otras medidas, se incluyó la suspensión de clases. En muchas escuelas afectadas por las condiciones climáticas se decidió que gran parte de las asistencias pasen a la virtualidad.
Otro antecedente histórico es el que aconteció en enero de 2014 en la provincia de La Rioja. En ese entonces, se inició la construcción de escuelas con aire acondicionado. De esa manera, las autoridades provinciales buscaron evitar que las clases se suspendan por las habituales altas temperaturas estivales en la región.
Además, con fondos nacionales, se implementó un plan de equipamiento a cargo del Área de Infraestructura y Mantenimiento del Ministerio provincial para remozar establecimientos ya construidos que no contaban con los medios de ventilación adecuados.
La voz de los gremios porteños
El reclamo también se hizo escuchar desde el sector gremial. La Asociación de Enseñanza Media y Superior (ADEMyS) reclama que se garantice el envío de agua en las condiciones y cantidades óptimas, se reparen artefactos de ventilación y se acondicionen todos establecimientos.
Por su parte, la Secretaría de Condiciones y Medio Ambiente del gremio UTE comenzó a distribuir entre las escuelas un acta modelo para que les docentes puedan denunciar ante les supervisores los reclamos por «altas temperaturas» y otras necesidades.
Este mismo sindicato presentó en el año 2022 un informe en el cual advertía que más de 200 escuelas presentaban graves problemas de infraestructura. En definitiva, luego de una semana de clases bajo una intensa ola de calor, se conoció que son más de 450 instituciones las que presentaron problemas de ventilación.