Con buenos talentos y ambiciosos proyectos fuera de Europa y Sudamérica, Asia ha dado qué hablar en los últimos días, ya que el alemán Jürgen Klinsmann fue contratado como nuevo entrenador de Corea del Sur. La principal misión será lograr la clasificación mundialista por onceava vez consecutiva.
El anuncio fue realizado por la propia Asociación de Fútbol de Corea a inicios de la semana. Por lo pronto, saben que tendrán un hombre experimentado en materia de Mundiales, debido a que los disputó tanto como jugador y como técnico.
El contrato con Klinsmann es hasta marzo de 2026, así lo informó la Asociación en su comunicado. Además añadió que el alemán llegaría la próxima semana a Seúl y estará presente en el amistoso contra Colombia del 24 de marzo.
De esta manera, el ex delantero germano volverá a dirigir tras su último paso por el Hertha Berlín en la temporada 2019-2020. En aquella campaña solo estuvo en 10 partidos con el conjunto bávaro, donde obtuvo tres victorias, tres igualdades y cuatro derrotas.
Luego de su experiencia con el club blanquiazul, el entrenador se ha mantenido fuera de las canchas por un largo período. Para su nueva etapa en el continente asiático, tiene sobre sus hombros dos pasos por selecciones de importante renombre en el fútbol: Alemania y Estados Unidos. De este modo, el sucesor del portugués Paulo Bento se hará cargo de su tercera selección nacional a los 58 años.
Cabe destacar que formó parte de manera reciente del grupo de estudios técnicos del Mundial Qatar 2022, una de las áreas de la Federación Internacional de Fútbol Asociación (FIFA).
En el último campeonato mundial, Corea del Sur llegó hasta octavos de final, ya que quedó eliminado ante Brasil por un contundente 4-1. En cuanto a la zona de grupos, compartió el H con Portugal, Uruguay y Ghana, donde quedó segundo con 4 unidades detrás de los lusos.
Una carrera que lo llevó a lo más alto
El oriundo de Goppingen tuvo su debut profesional con el Stuttgarter Kickers en la segunda división de Alemania en 1978. Hasta 1981 figuró como una joven promesa con algunos puñados de partidos pero desde 1982 tomó más protagonismo en el equipo titular y las redes rivales. Para 1984, luego de anotar un total de 19 goles, fue adquirido por el equipo rival que se encontraba en la máxima categoría, el VFB Stuttgart.
En su segundo club anotó un total de 94 goles durante cinco temporadas, hasta que en 1989-1990 fue transferido al Inter de Italia. Para ese entonces ya jugó dos finales aunque perdió ambas, la copa doméstica ante el Bayern Munich y la de la Copa de la UEFA frente al Napoli de Diego Armando Maradona. En el conjunto “Nerazzurri” estuvo tres temporadas y pudo obtener grandes actuaciones y ganar la Copa de la UEFA en 1991.
En 1992, Klinsmann fichó para el Monaco francés, donde salió subcampeón de liga en su primera temporada. Sin embargo, en 1995 se fue de la institución a falta de un año para que finalice su contrato por ciertas actitudes criticadas de sus compañeros. Luego de su abrupta salida del club monegasco, el goleador recaló en el Tottenham de Inglaterra a cambio de dos millones de libras esterlinas. A pesar de ello, la siguiente temporada retornó a Alemania.
Durante las temporadas 1995-1996 y 1996-1997 jugó con el Bayern Munich, donde fue el máximo goleador de la institución. Asimismo, logró ganar con el club bávaro su segunda Copa de la UEFA en 1996 con 15 tantos en 12 partidos. Al siguiente año se dio el gusto de proclamarse campeón de la Bundesliga aunque antes de finalizar la temporada se fue a la Sampdoria de Italia. Con solo seis meses en tierras italianas, decidió pegar la vuelta al Tottenham.
En su segundo ciclo con el equipo londinense, logró marcar cuatro goles necesarios para que el club no descendiera tras una victoria 6-2 ante el Wimbledon FC. En el verano de 1998 decidió retirarse del fútbol profesional aunque, cuando se mudó a California, reapareció bajo el seudónimo de Jay Goppingen. Con la nueva identidad jugó en 2003 para el Orange County Blue Star de la cuarta división norteamericana, donde pudo anotar cinco goles en ocho encuentros con 39 años.
Jürgen Klinsmann y una relación fuerte con la selección
El delantero tuvo su debut con Alemania Occidental en 1987 y jugó un total de 108 partidos internacionales, donde pudo anotar 47 goles. Se ubica en la tercera colación de máximos goleadores del país junto a Rudi Voller, por detrás de Gerd Müller con 68 y Miroslav Klose con 71. Fue partícipe de los Juegos Olímpicos de 1998 y pudo obtener la medalla de bronce. Además jugó la Eurocopa de 1998, 1992 y 1996, de las cuales perdió la final de la segunda y fue campeón en la tercera.
Por otro lado, Jürgen Klinsmann estuvo presente en los Mundiales de 1990, 1994 y 1998, donde logró marcar goles en todas las ediciones: tres, cinco y tres. Incluso pudo ganar la Copa del Mundo de 1990 y en la actualidad es el tercer goleador alemán en Mundiales detrás de Müller con 14 y Klose con 16. De hecho, fue el primer futbolista en la historia en marcar en tres Mundiales consecutivos, aunque luego fue alcanzado por Ronaldo y superado por el mismo Klose.
Tras el retiro no perdió su tiempo
Una vez que colgó los botines, Klinsmann inició una carrera comercial con la que logró ser nombrado vicepresidente de una consultora de marketing de deportes en Estados Unidos. A raíz de eso, continuó su asesoramiento en la Major League Soccer como miembro de Los Angeles Galaxy. Sin embargo, a mitad del 2004 regresó a su país natal para tomar las riendas de la selección nacional. Su contratación generó críticas en el público y medios de comunicación alemanes.
A pesar de ello, los rendimientos deportivos transformaron esas críticas en elogios y respeto. Logró conseguir un tercer puesto en la Copa Confederaciones 2005 y en el Mundial 2006 que se jugó en Alemania. Tras el campeonato mundial, Klinsmann decidió no renovar su vínculo por cuestiones personales.
“Mi gran deseo es regresar a mi familia y a una vida normal con ella”, explicó en su momento el ex-delantero. Además sostuvo: “Tras dos años de dedicación al equipo, noto una falta de fuerza y energía para poder seguir”. De igual modo, recibió diversos ofrecimientos para seguir su carrera, pero recién a mitad de 2008 aceptó la propuesta del Bayern Munich.
Sin embargo, no logró terminar la temporada porque fue destituido. Sin título alguno a nivel internacional y con tres derrotas seguidas en el plano doméstico, surgieron diferencias con la gerencia del club, la cual decidió rescindir sus servicios.
Para octubre del 2010, Jürgen Klinsmann sumaba otro asterisco a su currícula pero esta vez como consultor junto a su empresa Soccer Solutions, del club Toronto. Menos de un año después, en julio de 2011, volvería a dirigir a una selección que lo buscó en el pasado: la de Estados Unidos.
Su mandato con la selección estadounidense comenzó de menor a mayor, y cuyos frutos se vieron con la conquista de la Copa de Oro 2013. Luego disputó el Mundial 2014, donde quedó eliminado en octavos; la Copa de Oro 2015 y la Copa América 2016 donde en ambas competencias se fue en cuartos. A fines de 2016 y a pesar que había renovado hasta 2018, Klinsmann fue despedido de su cargo. Recién tres años después volvería a escena con el Hertha Berlín.
No es el único con trabajo fuera de su continente
Hubo dos casos resonantes de entrenadores europeos fuera de su continente que dieron que hablar durante la competencia en Qatar. Por un lado está Hervé Renard, entrenador francés que dirige la Selección de Arabia Saudita desde 2019. Antes de este cargo, estuvo al frente de Marruecos desde 2016.
Durante la Copa del Mundo dio la nota al vencer en el debut a Argentina, quien luego sería campeón. Logró dar vuelta el marcador con buen juego colectivo e incluso tras el partido opinó que el combinado albiceleste sería el ganador del torneo.
Por otro lado, está el caso del portugués Paulo Bento al frente de la Selección de Corea del Sur, donde estuvo por cuatro años. “Estoy satisfecho por el trabajo de estos cuatro años. Les agradezco la confianza”, expresó el técnico tras la eliminación ante Brasil en Qatar 2022.
Además, agregó: “Lo que hicimos durante la fase de grupos fue muy bueno, por cómo jugamos, porque hemos llegado a octavos por tercera vez en la historia”.
A nivel clubes, dentro de los entrenadores que trabajan fuera de su país, los dos casos más destacables están en Brasil y ambos son portugueses. Por un lado está Abel Ferreira, actual técnico del Palmeiras desde el 2020 y en total tiene siete títulos como técnico, todos con el club paulista. En su haber obtuvo dos Copas Libertadores, una copa local Seria A, una Supercopa de Brasil, un Paulistao y una Recopa Sudamericana.
Por el otro lado está Vítor Pereira, quien asumió en diciembre último como nuevo DT del Flamengo, vigente campeón de la Copa Libertadores. Su anterior paso fue por el Corinthians brasileño en la temporada anterior.