El sistema de salud argentino se encuentra en alerta roja, afectado por la falta de personal en los puestos con más demanda. Según los resultados de una reciente encuesta realizada por la consultora Randstad, hay cargos “difíciles de cubrir”, sobre todo los de médiques y enfermeres.
La entidad internacional indicó que en el país hay “un déficit de perfiles calificados para cubrir posiciones en el área de salud”. En total, son seis los cargos que cuesta incorporar: “enfermeros y médicos, director médico, instrumentador quirúrgico, codificador quirúrgico y bioquímico”.
Según la encuesta, las razones de esta problemática oscilan entre los salarios, las condiciones laborales y las disposiciones geográficas. Por si fuera poco, desde los gremios de la salud caracterizaron al sistema sanitario como “expulsivo”.
Además, le adjudicaron la problemática a las condiciones salariales y de trabajo que enfrentan los equipos de salud. “Hay un éxodo de profesionales, jóvenes sobre todo, tanto del sistema privado como público que se van a otros países”, contó Luciana Fernández, secretaria gremial de la Asociación de Licenciados de Enfermería (ALE), a este medio.
En ese marco, indicó: “La política de desfinanciamiento y ajuste del ámbito es brutal, entonces los profesionales prefieren instituciones privadas donde les van a pagar más o irse directamente del país”.
Al respecto, Guillermo Pacagnini, secretario general de la Asociación Sindical de Profesionales de la Salud de la Provincia de Buenos Aires (CICOP) indicó: “Hay dificultades para cubrir puesto de médicos y enfermeras en función de que son los componentes del equipo de salud con mayor peso específico, numérico y de gravitación en el equipo”. Aunque aclaró que dicho inconveniente se aplica a todo el equipo de salud, “desde camilleros, psicólogos, bioquímicos, kinesiólogos”.
La salud, en tiempos difíciles
La encuesta realizada por Randstad reveló que “el creciente déficit de perfiles calificados para cubrir posiciones en el área de salud es una realidad también en Argentina”. Esta problemática “tiende a agravarse en la medida en que crece la demanda de algunos perfiles”.
Según el relevamiento, las seis posiciones nombradas previamente “son los puestos con alta demanda y los más difíciles de conseguir”. Además, “hay en gran parte del mundo una creciente escasez de talento con formación en disciplinas vinculadas con la salud”.
Respecto a los puestos de enfermería, durante la pandemia ganó mucha visibilidad la lucha por los mejores salarios y el reconocimiento profesional. En lugares como la Ciudad Autónoma de Buenos Aires (CABA), donde los salarios son de hasta un 50% menores que en el sector privado, conseguir trabajadores representa un gran problema.
En cuanto a les médiques, es “una profesión cuya demanda tuvo un enorme crecimiento y aún continúa en alza”, pero los salarios siguen siendo bajos. En la CABA y la Provincia de Buenos Aires el salario bruto se encuentra en un promedio de 300 mil en una PyME, y crece hasta 400 o 500 mil dependiendo de ser una empresa mediana o grande.
Planteles necesarios
Pacagnini aseguró que este déficit para CICOP se debe a tres cuestiones principales. Por un lado, “hace muchos años no se determina lo que se llama ‘planteles necesarios’”. Estos salen de un “cálculo científico” que se hace en función de las áreas programáticas del sistema de salud y el nivel de oferta que está dispuesto a hacer un gestor del sector.
“Tiene que ver con la inversión que se hace en salud, la planificación y de los miembros del equipo de salud, de cada especialidad, de cada profesión que hacen falta para cada lugar”, explicó.
Hace un tiempo que el gremio viene pidiendo que se aplique esta medida. Incluso en la última paritaria les gremialistas reclamaron la creación de una mesa específica, técnica técnico-política, para discutir los planteles necesarios. “Lo que figura en el propio ministerio es una distorsión completa entre los registros y la realidad”, indicó.
Por otro lado también está el “factor salario”, que según Pacagnini también se ve afectado por la inversión. “Las dificultades para cubrir no solo son porque no se sabe bien cuáles son las vacantes”, sino que “cuando hay concursos es difícil cubrir porque el nivel salarial es bajo”.
El bajo salario también tiene un impacto sanitario, generando una “baja del recurso que se necesita y eso repercute en la atención de la gente”, expresó el dirigente.
El tercer factor son las condiciones laborales “de altísimo desgaste”. Al respecto, Pacagnini indicó: “El estrés crónico produce enfermedades psicofísicas mayores que en la media de la población en el equipo de salud, si uno sabe que va a trabajar por poca plata y con una altísima exposición al riesgo”.
Expulsión de profesionales de la salud
Por otro lado, Luciana Fernández aseguró que se viene acrecentando “este ajuste de financiamiento de los gobiernos, no solo del gobierno de la Ciudad, sino de todos, el nacional y los provinciales, porque es una política global”.
Al respecto indicó que dichas políticas “generan la expulsión de profesionales altamente capacitados, tanto médicos, como enfermeros de todo el equipo de salud, porque las condiciones son deplorables”.
La enfermera ejemplificó que “en el Hospital Garrahan en estos últimos tres años renunciaron aproximadamente 200 profesionales jóvenes recontra especializados en medicina pediátrica” debido a “medidas específicas de ajuste”.
“La salud pública viene siendo desfinanciada desde hace tiempo, somos la variable de ajuste siempre”, denunció Fernández. “Los presupuestos para salud son cada vez menores este 2023. El presupuesto es totalmente desfavorable para el pueblo porque es un ajuste total”.