Nicolás Maiques es un artista muy recordado por su caracterización de los hermanos Nicolás y Lautaro Fritzenwalden en la exitosa tira Floricienta (2004-2005), pero fue mutando profesionalmente. Apuntó al teatro, televisión y cine. Además trascendió fronteras. En Perú, fue dos veces ganador del reality Los Reyes del Playback (2016).
En Ecuador, en el papel de Dustin Donald, participó en la ficción, La Trinity (2016-2018). En Italia, hizo de Geronzi, en la serie infanto juvenil, Dalia de las hadas (2017). Uno de los sucesos más importantes de su carrera fue la obra Chicos católicos, apostólicos y romanos, estuvo en cartel desde el 2011 al 2016.
Posteriormente, llegaron otras comedias como La Lechuga (2019), El Plan Rodolfo (2020) y La Bomba (2021). Por otro lado, creó un divertido personaje inspirado en su abuela, cuyos videos llamados Por siempre Sofía se pueden ver en su Instagram.
También, en 2022, fue convocado para participar en el reality El Hotel de los Famosos (eltrece). En 2023, actúa en 100 metros cuadrados. Junto a María Valenzuela y Sabrina Carballo iniciaron una gira por el interior del país.
Actualmente, se encuentra grabando el show televisivo ¿De qué Signo Sos?, conducido por la actriz paraguaya Lali González. Nicolás, junto con otres artistas, será uno de les coaches que ayudarán a les concursantes a encontrar el amor.
Una carrera en ascenso y en su mejor momento
En una charla amena con Nota al Pie, Nicolás Maiques, quien dio sus primeros pasos como actor en las series Chiquititas y Rebelde Way, abrió la puerta de su casa para contarnos todo lo que respecta a su carrera y anhelos.
Estás por estrenar un nuevo espacio que empata corazones ¿ Cómo estás viviendo tu rol en este programa?
Tuve la propuesta de eltrece, me explicaron que el objetivo era formar parejas, algo divertido, y que lo conduciría Lali González. Es una genia. Somos doce famosos, que hacemos el rol de panelistas; acompañamos a les participantes, con cada uno de signos zodiacales distintos.
Yo soy Aries. Es un signo de fuego, y puedo darme cuenta si una concursante puede tener más afinidad con otra persona de otro signo. Mis compañeros son: Ailén Bechara, Aníbal Pachano, Mica Lapegue, Jorge Rey, Adabel Guerrero, Matilda Blanco, entre otros.
También participaste en el reality El Hotel de los Famosos
Sí, entré una semana después que había empezado. No había visto, ni entendía nada. Tenía ganas de vivir la experiencia de estar encerrado en un programa de televisión. Lo que sí fue agotador era levantarte temprano. Y no teníamos reloj, pero asumimos que era tipo siete de la mañana. Hacía el desayuno, lavaba los baños, cocinaba platos elaborados que nos indicaba un chef, pero no sabía nada de cocina.
Tu recibimiento fue muy cálido de parte de les participantes
Sí, con muy buena onda puedo decir que me fui. No porque me nominaron o porque el público decidió. Fue porque no pasé una de las pruebas físicas, pero no me molestó para nada, porque no soy competitivo. Obviamente me quería quedar, pero me tocó un juego de embocar seis aros y solo logré cuatro. Mi contrincante, Rodrigo Noya, tuvo más puntería.
Floricienta fue un éxito internacional, de alguna manera, ¿sentiste que te costó desapegarte del estigma de la serie, para continuar tu carrera?
Nunca me aferré al personaje que hice, pero obviamente la gente me habla todo el tiempo de eso. Es natural y fabuloso. Además, hago un montón de cosas absolutamente distintas a lo que hice en Floricienta, no tienen ni siquiera que ver con la actuación.
Las experiencias de trabajar en Perú y en Ecuador, ¿qué te dejaron?
Fue y es un placer enorme haberlo hecho, en esos países y también en Italia. En ellos viví bastante tiempo, logré establecer vínculos importantes.
Tengo hermanos peruanos y ecuatorianos. En Ecuador, Brenda es una mujer a la que siento como mi madre, con mis hermanas de corazón, Valeria y Gabriela. Tengo muchos hogares emocionales, y siempre quiero volver.
Fuiste hacedor de tu destino y a los 11 años buscaste tu profesión
Fue muy loco. Mi prima consiguió el número de teléfono de la representante de una agencia, la llamé y pedí trabajo como actor. Ella no entendía por qué un pendejo llamaba y quería trabajar, así tan directo. Por suerte, me ayudó para hacer un casting para un producto y así empecé a hacer publicidades.
Fui creciendo y me anoté en otras agencias, así laburé mi destino. Me esmeré mucho, porque quería trabajar en el mundo del espectáculo.
¿Qué es lo que te atrapa de tu profesión?
Entretener a la gente. Es raro con 41 años de edad. Miro el pasado y pienso cómo a los once años tenía mi deseo tan claro. Porque también quise ser psiquiatra. Hoy no, solo prefiero leer sobre psiquiatría, pero sigo eligiendo el mundo del espectáculo. No tengo tantas ganas de hacer ficción, prefiero ser yo en los proyectos. Por eso estoy feliz con el programa de eltrece. Las cosas que hice no me llovieron, las busqué.
Sueños
¿Qué te falta por hacer?
Sueño con tener una librería café, muy chiquita, en un pueblito italiano del Sur. Pero nunca dejaré de actuar, de entretener. Me gusta que todo fluya. También me gusta el tema de estar al día en las redes sociales. Conducir algo online, para YouTube o streaming para Luzu TV.
Muchos actores afirman que la risa los ayudó a hacer catarsis. ¿El humor de qué te salvó?
Me salvó, de la discriminación por mi sexualidad, de mi mente excesivamente analítica.
En estos tiempos vivimos una sociedad inclusiva, ¿pensás que sigue existiendo discriminación?
Sí, lo que pasa es que ahora me planto distinto frente a la vida. Cuando era más chico no me defendieron.
Aparte era otra época, pero por suerte todo es diferente a lo que pensaban en los ochenta y noventa. Los chicos viven un poco más libres.
Siempre cuento mis dolores, para que le sirva a alguien. Es parte de ser un comunicador o, por lo menos, me interesa como un compromiso de causa social.