Tras los alegatos de la Fiscalía y de la querella, este jueves fue el turno de la defensa de los ocho imputados por el crimen de Fernando Báez Sosa. El abogado defensor Hugo Tomei sostuvo ante el Tribunal Oral en lo Criminal (TOC) 1 de Dolores que los acusados deberían ser absueltos en el juicio debido a la “incongruencia” entre la elevación a juicio y la acusación en los alegatos. De no ser así, pidió que sean condenados por el delito de “homicidio en riña”, que prevé una pena máxima de seis años de prisión.
En su defecto, el abogado solicitó que se los declare culpables por “homicidio simple con dolo eventual” y “se distribuyan las participaciones que el tribunal entienda” de cada uno, o por el delito de “homicidio preterintencional”. El Tribunal informó que el veredicto por el crimen de Villa Gesell ocurrido en el 2020 será el próximo 6 de febrero.
El letrado consideró: “No hay dolo, no se pudo comprobar el plan para matar en esos siete minutos, no hubo estado de indefensión, sí hubo una agresión”, según la agencia de noticias Télam.
En su argumentación final, Tomei sostuvo: “Estos pibes no tenían idea de lo que había pasado, tenían 18 y 20 años, se fueron a dormir y a ir al Mcdonalds. Hubo una sarta de frases de menores sobre el hecho, pero ellos no lo concientizaron”. Además, arremetió contra el informe del perito y aludió a la autopsia: “Yo pensaba, dónde fue ese golpe, esa zaña, porque no está. Lo que tiene el informe son moretones y raspones. En la autopsia hay 6 golpes”.
En cuanto al pedido de cadena perpetua por parte de la fiscalía y de la querella, argumentó: “Todos hicieron todo, esa es la cuestión. Sin embargo, cuando estábamos en el transcurso del proceso, en la rueda de reconocimiento, que fue a los 10 días, no dijeron eso: 5 le pegan a Fernando Báez Sosa, 3 están afuera”.
Por otro lado, el abogado defensor apuntó contra la repercusión mediática que tuvo el caso desde el comienzo del proceso. “Represento a ocho condenados por el poder mediático, por la sociedad y por la opinión pública. Considero que es una forma de presionar al poder judicial”, expresó.
Los acusados pidieron disculpas
Máximo Thomsen (23), Enzo Comelli (22), Matías Benicelli (23), Blas Cinalli (21), Ayrton Viollaz (23), y Luciano (21), Ciro (22) y Lucas Pertossi (23) dijeron sus últimas palabras antes de la sentencia.
En la última jornada de alegatos, tres años después de que ocurrió el crimen, los “rugbiers” pidieron perdón a Graciela y Silvino, padres de Fernando Báez Sosa. “Quisiera volver el tiempo atrás”, sostuvo Benicelli. “Quería pedir disculpas a la familia y todas las personas afectadas, jamás hubiese pensado que podía pasar algo así”, dijo.
Por su parte, Cinalli expresó: “Quiero pedir disculpas a todas las personas afectadas por lo que pasó. Es algo que duele muchísimo hasta el día de hoy. Es muy triste en realidad. No hubo ningún plan ni nada de lo que se dice”.
En tanto, Lucas Pertossi sostuvo: “Nunca tuve intención de matar a nadie”. Ciro Pertossi le pidió perdón a la familia “por haber estado en una pelea donde falleció un chico de nuestra edad, nunca voy a querer matar a nadie”. Viollaz expresó: “Quiero pedirle perdón a la familia, que Dios los bendiga”.
Asimismo, Thomsen manifestó: “Quería pedir disculpas a la familia y todas las personas afectadas, jamás hubiese pensado que podía pasar algo así, ojalá pudiera volver el tiempo atrás”. Comelli también se pronunció ante este “hecho aberrante”. Por último, Luciano Pertossi comentó: “Quiero pedir disculpas a la familia de Báez Sosa, nunca quise ni quería participar en una pelea donde fallezca una persona, perdón por todo lo malo”.
Más fuertes que nunca
Graciela y Silvino, padres de Fernando Báez Sosa, estuvieron presentes durante la presentación del alegato de la defensa a cargo del abogado Hugo Tomei. Ante los pedidos de disculpas, Graciela sostuvo que ninguno la miró a los ojos y manifestó no estar conmovida por las palabras de los acusados.
“Nunca me atreví a mirar los videos y acá los vi reiteradas veces”, manifestó al finalizar la jornada en el Tribunal de Dolores. “Me costó horrores ver la forma cómo asesinaron a mi hijo (…) Tenía esa sensación como madre de tirarme sobre él, de poder ayudarlo para que esas patadas fueran para mi, porque daría la vida por mi hijo”, manifestó. “Siempre (Fernando) me decía ‘no creo en la maldad’”, agregó.