La comunidad mapuche-tehuelche Newentuaiñ Inchiñ, ubicada en Costa del Lepá, realizó una convocatoria para construir la casa de Maria Luisa Huincaleo, una mujer originaria de la comunidad. ’’Necesita ayuda y colaboración de manos amorosas para poder levantar su casita en el territorio recuperado’’, expresaron a través de un comunicado.
Dicha iniciativa tendrá lugar el 21 de enero, fecha en la cual se celebrará el Rukantun mapuche. Es decir, la ceremonia de construcción de una ruka (casa). Según afirmaron desde la comunidad, la colonización les quitó esa práctica originaria que de a poco comienzan a recuperar.
Además, explicaron: ’’Antiguamente la construcción de la casa era comunitaria, se hacía ceremonia, se colaboraba con trabajo, se traía ofrenda a quién vivirá ahí’’. Por último, invitaron a quienes quieran participar: ’’Si querés aprender la forma de levantar una casa, acércate. María Luisa necesita vivir bien como ella siempre deseó en la comunidad’’.
La ceremonia del Rukantun
Como se dijo, las comunidades solían realizar una ceremonia en la que se ayudaba a la construcción de la ruka con trabajo, se compartía la comida y se ofrendaba algo al nuevo morador. Respecto a ello, desde el Lof afirmaron: ’’De a poco volvemos a recuperar nuestras formas y modos, pero sobre todo Kimun (conocimiento mapuche)’’.
Según los escritos del lonko Pascual Coña recolectados por el Museo Mapuche de Cañete, hacia mediados del siglo XIX, ’’el rukan se iniciaba cuando el propietario de la futura casa escogía a un killa o vecino de prestigio para que convocara a la comunidad, distribuyera las tareas y dirigiera el trabajo’’.
Dichas escrituras explican, además, que ’’las labores se dividían entre las más pesadas, como talar y trasladar los árboles, y las más livianas, como cortar las enredaderas para amarrar las piezas del armazón’’. Se trata de una tradición comunitaria y solidaria.
La recuperación de las tierras
Ubicado en el Departamento Cushamen, Costa del Lepá es tierra disputada entre productores y terratenientes por un lado y las comunidades originarias por el otro. Estas reclaman la propiedad ancestral del territorio.
Cabe mencionar que tras la usurpación por parte de poderosos terratenientes, les integrantes de las comunidades fueron desalojades. Entre elles, Maria Luisa Huincaleo. Al ser despojades, terminaron habitando barrios marginales bajo condiciones precarias.
Al respecto, la pobladora Juana Antieco afirmó: ’’Los pueblos originarios no tenemos voz y estamos empezando a resurgir. Nos colonizaron la cabeza y el saber’’. Asimismo, aseveró que son pueblos sobrevivientes ’’al mayor genocidio mundial’’. Por último, dijo: ’’Nos estamos recuperando de la maldita Campaña del Desierto que terminó en el Departamento Cushamen”.
Pese a todo ello, en 2019 se inició el proceso de recuperación de las tierras con una gran resistencia por parte de les usurpadores. ’’Queremos dar a conocer y recordar las amenazas y hostigamientos que vivimos por parte de las y los terratenientes usurpadores’’, publicó el Lof en sus redes sociales.
Además, explicaron que esto ocurrió con complicidad del Instituto Autárquico de Colonización y Fomento Rural (IAC) y los municipios. Según el Lof, estos ’’cortaron el camino comunal en actitud terrorista con sus camionetas, fuego, armas y gritos racistas y discriminadores para evitar que se acerquen personas a acompañarnos, luego del allanamiento de la policía del Chubut el 22 de julio’’.
Por último, el Lof transmitió el siguiente mensaje: ’’Queremos que nuestros hijos y nuestras hijas, nuestros nietos y nietas puedan elegir cómo vivir teniendo la libertad del territorio donde vivieron sus abuelos, abuelas, bisabuelos y bisabuelas’’. ’’A todas las personas a las que les quitaron el territorio, únanse a la lucha. A las personas conscientes, invitamos a que se acerquen’’, concluyeron.