Bosque Nativo invita a conocer la ribera Avellaneda Quilmes del Río de la Plata como un patrimonio natural y cultural. El libro es una recopilación de una investigación de 14 años donde diferentes disciplinas estudiaron en pos de construir conocimiento científico sin perder de vista lo que significa este recurso natural para las comunidades que allí se desarrollan.
Nota al Pie se puso en contacto con su autora, Vanina Santy para conocer más acerca de la obra. Santy, es investigadora en Ecología Política y estudiante de doctorado del Instituto de Etnología de la Universidad de Colonia, Alemania. El material fue presentado el pasado lunes 5 de diciembre en la Biblioteca Manuel Estrada de la escuela Técnica El Chaparral (Bernal, Quilmes).
“Fue un evento emocionante porque fueron diferentes asambleas y organizaciones de Zona Sur; llegaron desde La Plata también así que fue muy movilizante la participación de ellos en el evento”, expresó Vanina. Si bien la autora realizó un trabajo de investigación científica, su primer acercamiento fue a través del relato de les vecines del río. Ese primer contacto con el campo de estudio llevaron a conocer asambleas en defensa de estos patrimonios naturales y establecer un vínculo durante que se extendió a través de los años.
Bosque Nativo, un trabajo de colaboración colectiva
Las fotografías que acompañan esta edición son de Hernán Vitenberg, quien aporta una mirada artística respecto del territorio costero. Para ello se sirve del punto de vista que le proveen su activismo y compromiso con causas y movilizaciones sociales. A las muestras fotográficas se suman las de la Asamblea No a la Entrega de la Costa Quilmes y Avellaneda (NECQA). Estas documentan no sólo los cambios en el lugar, sino las formas de participación que han impulsado.
Santy contó que muchas editoriales no aprobaron la idea de incluir fotografías a un trabajo científico. Sin embargo, para construir este tipo de material, les pareció indispensable poder acercar un lente de cámara que capte el espíritu de estas zonas, las cuales contrastan con el gris de los asfaltos.
Las asambleas nacieron a raíz del conflicto por la conservación de los bosques nativos. Más precisamente en torno a la conservación Nueva Costa del Plata. Como contó Santy, este libro es resultado de la puesta en común de diferentes disciplinas. ”Parte de nuestra propuesta fue tener diferentes miradas desde lo antropológico, la geología, la historia, la biología y las ciencias ambientales”, puntualizó.
De esta forma, el disparador de la investigación fue querer saber “qué es ese lugar que es lo que hay ahí. Cuáles son los beneficios que brindan y cuál es la importancia de este lugar como patrimonio cultural, natural e histórico. No solamente para Avellaneda Quilmes sino también para la región”, dijo.
“Es una oportunidad importante para plantearse qué tipo de lugares son estos y cómo deberían protegerse en un contexto de crisis ecológica como el que estamos viviendo”, reflexionó la antropóloga.
Asimismo, destacó la importancia del origen del libro. “Se gestó a partir de la diferencia que hay entre nosotros, en ningún momento nos propusimos generar un pensamiento homogéneo a este lugar. Por supuesto que hay una postura orientada a la conservación de estos lugares, pero en todo caso lo que hicimos fue incorporar al trabajo científico el trabajo asambleario”, compartió. Bosque Nativo fue un trabajo horizontal donde se encontraron diferentes miradas para aprender, difundir y tomar decisiones en consenso.
Cuidar el ambiente de manera colectiva y social
Para Santy, la discusión de la conservación del medio ambiente es uno de los temas que sigue el mundo muy de cerca. Por ello, Bosque Nativo está financiado por el Centro de Estudios sobre el Sur Global (Global South Studies Center, GSSC) de la Universidad de Colonia, Alemania. Por ello, este material es “una forma de generar un registro histórico de todo lo que habíamos aprendido e incorporar diferentes formas de conocimiento”.
Uno de los aportes más importantes fue el “conocimiento territorial que estos vecinos fueron adquiriendo durante todos estos años”, dijo Santy. Además agregó: “También estaba el rescate de la memoria de personas que vivieron en este territorio y como es la vida ribereña actualmente”.
Es cierto que la ribera de Avellaneda Quilmes quedó detrás de la autopista Bs As La Plata. Según la investigadora, esta actúa como si fuera una barrera artificial entre la ciudad, y apenas se divisa el río.
Una de las reflexiones de la autora sobre el resultado del trabajo es que al acceder al libro se pueda seguir en contacto con este tipo de asambleas. “Rescatan el valor de estos lugares y pueden empezar a desarrollar una nueva conciencia ambiental y repensar la relación con la naturaleza”, expresó.
“Estos lugares no son solamente una zona de pajonales que regulan el agua, son territorios que contienen una identidad popular o una identificación con el río y su ambiente natural. Tiene que ver con el río, con una memoria, con recuerdos de épocas más felices o de una abundancia con la naturaleza”, concluyó Santy.