La Cooperativa Creando Conciencia realiza el servicio de recolección de reciclables tanto puerta a puerta, como en EcoPuntos ubicados en varios barrios, empresas y colegios de Tigre. Hasta el momento, son los únicos que brindan un servicio integral de recolección diferenciada de residuos con camiones con caja seca propios. En su planta se realiza la recepción, el acondicionamiento y el procesamiento del material, con su posterior reinserción en la industria.
Fue fundada en el año 2005 por un grupo de vecines preocupados por la disposición final de los residuos sólidos urbanos. Asimismo, les motivaba la situación de los recuperadores urbanos o cartoneres y la posibilidad de generar alternativas que enfrenten estas problemáticas con responsabilidad social y sustentabilidad.
Desde la cooperativa creen en el trabajo social como la única manera de construir una sociedad más justa y segura para todos. Saben que solo incluyendo a todos los actores sociales es que se pueden seguir generando mayores espacios de inclusión. El trabajo territorial para elles es fundamental, así como también el formato de cooperativa y la interacción con el municipio.
Con el plástico reciclado fabrican diferentes productos, como por ejemplo, mobiliario de madera plástica (bancos, cestos, composteras, decks y mesas). Asimismo, producen kits de útiles escolares, mates con telgopor desechado y perchas hechas con tapitas recicladas. Por citar algunos datos de su impacto, en total se han recuperado 6,500 tn de residuos. La cooperativa evitó la tala de 54.246 árboles y que se entierren en el CEAMSE 2.000.000 de bolsas plásticas. Muchas de estas cifras se traducen en 8.386.393 m3 de metano que no se liberó al medioambiente.
Nota al Pie conversó con Ramiro Martinez, uno de les fundadores de la Cooperativa Creando Conciencia, quien expresó: “Ya hemos pasado un punto límite, no tenemos más tiempo. Necesitamos cambiar hábitos de producción y consumo urgentemente; para poder continuar teniendo un planeta tierra sano para nosotros y, principalmente, para las futuras generaciones”.
Responsabilidad social y sustentabilidad
En 2005, un grupo de vecines de Tigre se empezó a interesar por la situación ambiental de su barrio. De este modo, comenzaron a diseñar el proceso de recolección diferenciada en barrios privados cercanos. “En 2006, tras varias campañas de concientización en barrios y colegios de la localidad, Creando Conciencia formalizó con éxito su primera propuesta en el Barrio Santa María de Tigre, con 2700 residentes”, explicó Martínez.
Luego, se sumaron en el Complejo Nordelta, que en 2012 contaba con 9.000 residentes y en 2014 con 29.000 colaboradores y colaboradoras, así como otros grandes barrios cerrados de la zona de Benavidez. “El pick up de los residuos separados en origen se realiza 3 veces a la semana, sistema pionero en Argentina. Creando Conciencia recuperó 360 toneladas en 2010, 500 toneladas en 2011 y 650 toneladas en 2012, un crecimiento promedio interanual del 25%. La recuperación del 2011 representa 18% de los residuos que fueron a disposición final, en tanto la campaña de concientización logró que en 2012 represente 21%”, señaló.
La Cooperativa está integrada hoy por 92 asociades.”Nosotros no recibimos capacitaciones, sino que las dictamos a diferentes entidades públicas y privadas. También asesoramos a municipios en planes de gestión de residuos”, agregó.
Segundas oportunidades a la “basura”
“Recolectamos materiales de lunes a sábados con unidades propias en diferentes generadores domiciliarios o grandes. Reciclamos 35 materiales, entre los diferentes subgrupos de plásticos, cartón, vidrio, aerosoles, etcetera”, mencionó Martínez. El proceso se da en una primera instancia con la clasificación y acondicionamiento. El segundo paso es una “valorización primaria y determinados productos como, por ejemplo, el telgopor que se utiliza para la fabricación de kits escolares”.
Los productos de plástico reciclado se procesan en una línea de maquinaria donde se muele, agruma y, por último, se inyecta el material hasta llegar a un producto final: mates, broches, perchas, etcétera.
Los materiales reciclados tienen múltiples beneficios. En el caso de la madera plástica no requiere mantenimiento, conserva una apariencia natural y puede tener una vida útil de 25 años. A comparación de la madera natural, la plástica brinda mayor durabilidad ya que no se raja, se astilla ni es afectada por insectos. Tampoco absorbe la humedad, por lo que no requiere pintura ni tintes o selladores especiales en contra de la humedad. Además, evita la tala de árboles.