Tal como convocó la Asociación Madres de Plaza de Mayo, el pasado jueves por la tarde en Plaza de Mayo tuvo lugar la despedida a la militante de Derechos Humanos Hebe de Bonafini.
La convocatoria en la plaza del centro histórico porteño fue “para honrar el legado de nuestra eterna compañera Hebe”. La presidenta de la Asociación Madres falleció el último domingo a la edad de 93 años en la ciudad de La Plata.
Si bien la organización calculaba que un gran número de asistentes se harían presentes, la respuesta a la convocatoria fue mayor a la esperada. Por este motivo, se tuvo que improvisar una cadena humana para proteger a las protagonistas que realizaron la acostumbrada ronda. En esta oportunidad, les participantes debieron transitar por las calles circundantes a Plaza de Mayo.
A las 15:30 horas llegó un vehículo blanco que trasladaba los restos de Hebe de Bonafini y algunas de sus compañeras de militancia. Poco después, el lugar se pobló de organizaciones, políticas, sindicales y de distintos espacios de la cultura para acompañar la ronda número 2328 de las Madres.
La comitiva de Madres fue recibida con cánticos, aplausos, arengas y mucha algarabía por parte de una masiva asistencia. Se hicieron presentes importantes figuras de la política, del ámbito gremial y la cultura. Algunos de ellos, como el Gobernador de la Provincia de Buenos Aires, Axel Kiciloff y el presidente nacional de Nuevo Encuentro, Martín Sabatella, recibieron y acompañaron a las luchadoras por los derechos humanos.
Una multitud de militantes y organizaciones ovacionaron a Hebe
Sobre un escenario montado para la ocasión, se inició un acto moderado por el periodista y militante de derechos humanos Demetrio Iramain. El resto de les integrantes del palco se completaba con las Madres Sara Mrad; Visitación de Loyola; Josefa de Fiore; Carmen Arias e Irene de Chueque.
A pesar de su muerte, Hebe de Bonafini, volvió a dar la ronda acostumbrada de los jueves, que esta vez debió marchar sobre las calles periféricas a la plaza. Luego de una ceremonia cargada de emoción, las cenizas de la referente y última presidenta de la organización, fueron sepultadas bajo el verde que rodea la Pirámide de Mayo.
La referente de los derechos humanos padecía un delicado estado de salud durante las últimas semanas. Llamativamente, el pasado domingo, Bonafini, a través de sus redes sociales había expresado: “El día que yo me muera no tienen que llorar, tienen que bailar, tienen que cantar, hacer una fiesta en la plaza porque hice lo que quise y dije lo que quise”.
“Amor con amor se paga”
Desde el escenario, Demetrio Iramain pidió de manera encendida “por Hebe, por todas las que cayeron y por todas las que están todavía, por suerte con nosotros”. Luego agregó: “Ahora nos toca estar, compañeros y compañeras, a la altura de ese ejemplo extraordinario, de su lucha, de su cualidad revolucionaria para siempre decir las verdades más duras en los momentos más difíciles”.
Por su parte, Visitación de Loyola declaró con visible emoción: “Yo la tengo viva y voy a seguir con todos sus consejos y pensamientos porque es madre de todas”. Además, agregó: “Sólo vamos a seguir su ejemplo, su lucha y su bondad tan hermosa. Y con ella y con Cristina…”. La Madre de 98 años no llegó a cerrar su declaración, pero fue vivamente aplaudida por la concurrencia.
El acto se alineó, claramente, con el espacio y los referentes kirchneristas. Las organizaciones que más dominaron la escena fueron el Frente de Todos y La Cámpora. En su discurso, Iramain remarcó: “Nos dejó un mandato, ella convocó a una pueblada contra los jueces del partido judicial. Nos dijo que teníamos que hacer un 19 y 20 de diciembre para echar la Corte Suprema”.
Finalmente, el orador principal del acto realizó la despedida formal y colectiva a Bonafini. “Ya te estamos extrañando. Lo que prometemos es que nunca vamos a bajar los brazos. Hasta la victoria siempre Hebe”, cerró el militante de Madres frente a una fuerte ovación de miles de personas.
Un poco de la historia de Hebe de Bonafini
Hebe María Pastor de Bonafini nació en la localidad de Ensenada el 4 de diciembre de 1928. Del matrimonio que contrajo en 1942 surgieron sus tres hijos: Jorge Omar, Raúl Alfredo y María Alejandra. En 1977, durante la última Dictadura Militar en Argentina, fueron secuestrados y desaparecidos sus dos hijos varones.
Ese mismo año, en el mes de abril, un grupo de mujeres liderado por Azucena Villaflor de Vicenti (primera titular de la asociación) comenzó a concentrarse en el centro de la Plaza de Mayo. Después del secuestro de Villaflor, Bonafini se hizo cargo de la presidencia del organismo a partir de 1979 hasta el presente.
Los restos de “Hebe” descansan en la Plaza, de la misma manera que los de Azucena Villaflor (la primera madre, cuyas cenizas fueron sepultadas bajo el jardín de la Pirámide de Mayo). La entidad Madres, luego escindida en 1986, fue reconocida a nivel mundial por la lucha por los derechos humanos y contra la impunidad de los culpables de crímenes de lesa humanidad.
Arreglos florales, fotos de distintas épocas de la vida de Bonafini y pañuelos blancos fueron colgados de la protección de rejas que circunda a la pirámide situada a metros de la Casa Rosada. La presidente de la Asociación Madres de Plaza de Mayo persistió en su lucha aún después de la muerte de su esposo, acontecida en 1982.