El próximo jueves la Cámara de Diputados someterá a votación una serie de proyectos que viene aguardando una resolución. Sin dudas, uno de los más importantes es aquel que propone la Ley de Alcohol Cero al volante.
El proyecto fue impulsado por la Agencia Nacional de Seguridad Vial (ANSV), organismo que depende del Ministerio de Transporte. La propuesta sugiere modificar la Ley de Tránsito 24.449, vigente hasta el día de la fecha, con el objetivo de prohibir de forma total el manejo de vehículos a personas con graduación de alcohol en sangre superior a cero. Actualmente, este ítem solo aplica a conductores profesionales.
La norma vigente autoriza hasta 0,5 gramos de alcohol por litro de sangre para conductores de automóviles y 0,2 gramos en el caso de motociclistas.
El objetivo principal de la futura ley es reducir el número de siniestros viales y muertes en accidentes de tránsito. Esta es la primera causa de muerte en adolescentes.
Pablo Carignano, director ejecutivo de la ANSV, resaltó: “La muerte en nuestras calles y rutas causada por conductores que manejan después de tomar alcohol es un problema que nos lastima año a año”.
Números dolorosos
En la última década se superaron las 50.000 muertes por causa de accidentes ocasionados por la ingesta de alcohol. También se sabe que fueron más de un millón de personas las lesionadas por el mismo motivo.
Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), con una graduación entre 0,1 y 0,5 gramos por litro de sangre es tres veces más alto el riesgo de provocar un siniestro vial que en une conductore sobrie.
El diputado Alejandro Rodríguez, de Identidad Bonaerense, afirmó que el proyecto “es una deuda de este Congreso con las familias que sufrieron una pérdida irreparable. Y, también, con el presente y las generaciones futuras”.
El proyecto cuenta con el apoyo transversal de todas las bancadas, además del Gobierno y de asociaciones civiles como Madres del Dolor.
De acuerdo a datos de la Ciudad de Buenos Aires, el alcohol está presente en casi uno de cada cuatro siniestros viales. Además, une de cada tres conductores hospitalizades por accidentes de tránsito tiene alcohol en sangre. Además, está comprobado científicamente que el consumo de alcohol genera una disminución en la capacidad de reacción, en los reflejos y en la posibilidad de advertir riesgos y peligros.
El rol de la política
Hoy en día existen experiencias similares en cuanto a la regulación de alcohol cero en países vecinos como Brasil, Paraguay, Colombia, Chile y Uruguay. Además, once provincias argentinas ya se rigen bajo este reglamento. Estas son: Córdoba, Chaco, Tierra del Fuego, Jujuy, Entre Ríos, La Pampa, Río Negro, Salta, Tucumán, Santa Cruz y Chubut, y en todas los resultados fueron positivos.
La provincia de Buenos Aires podría sumarse en poco tiempo al listado, ya que la ley tiene media sanción aprobada en el Senado. Sin embargo, es resistida por la industria vitivinícola y los sectores gastronómicos, que increíblemente temen un posible impacto negativo en sus ventas.
En este sentido, dirigentes de distintos sectores de la política han coincidido en su postura a favor de la ley. Cristian Ritondo, del PRO, Alejandro Rodríguez de Identidad Bonaerense y el diputado Ramiro Gutiérrez del Frente de Todos, firmaron el dictamen de mayoría, explicando que es una deuda que el Congreso tiene para con la sociedad.
Sin embargo, algunes diputades de Mendoza y San Juan se muestran reticentes a acompañar el impulso de la ley y se debaten entre el voto en contra y la abstención.
Por su parte, Carignano reivindicó el rol legislativo de les funcionaries y el accionar de la política afirmando que: “están demostrando sensibilidad, cercanía con el dolor de las víctimas e interés con un país más mucho más, para dejar de lado lo que nos divide y encontrar lo que nos une”.