En el año 1992 se realizó el primer Congreso de Mujeres Latinoamericanas y del Caribe en República Dominicana para abordar las distintas problemáticas que éstas enfrentan. Desde ese primer encuentro, se conmemora el Día Internacional de las Mujeres Afrodescendientes, llamado también Día Internacional de la mujer Afrolatina, Afrocaribeña y de la Diáspora.
En ese momento también se creó la Red de Mujeres Afroamericanas, afrocaribeñas y de la Diáspora, que cuenta con participantes en más de 30 países.
Desde la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO), sostienen que en este día se conmemora la reivindicación de los derechos y la dignidad de la mujer afrodescendiente, ya aún en el siglo XXI persiste múltiples formas de discriminación contra las niñas y mujeres.
Estas se agravan al verlas desde la perspectiva étnica. En este sentido, el mencionado organismo internacional promueve terminar con la violencia racial y la exclusión hacia la mujer afrodescendiente, combatir la intolerancia y los estereotipos de la sociedad.
Las problemáticas actuales que enfrentan las mujeres afrodescendientes en América Latina
La Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL) elaboró el informe “Afrodescendientes y la matriz de la desigualdad social en América Latina”. En el documento se observan, a través de diferentes datos estadísticos, las desigualdades sociales que recaen sobre la población afrodescendiente en el continente.
Algunas de las conclusiones del informe plantean que es necesario destacar que la incidencia de la pobreza extrema entre les afrodescendientes es significativamente superior a la registrada entre les no afrodescendientes en todos los casos. Asimismo, se observa, por un lado, una tendencia a la feminización de la pobreza y, por otro, que esta es más acentuada en los hogares afrodescendientes en situación de pobreza.
Esto evidencia la importancia de que las políticas de lucha contra la pobreza sean diseñadas e implementadas con una perspectiva tanto de género como étnica. Otra de las conclusiones del estudio es que, en mayor o menor grado, las carencias y privaciones que vive la población afrodescendiente en la mayoría de los países analizados, son más severas que las que afectan a la población no afrodescendiente, en especial en las zonas rurales.
La invisibilización de la población Afroargentina
En la historia argentina hubo diferentes corrientes migratorias desde distintos países africanos. Entre los siglos XVI y XIX les africanes eran esclavizades. Luego en el siglo XX, llegaron principalmente desde Cabo Verde y en la década del 90 se produjo la nueva migración africana. Hubo un esfuerzo por parte de los sectores dominantes del Estado para invisibilizarles y de esta manera negar su existencia, lo que también era negar sus derechos.
En el libro Los Afroargentinos de Buenos Aires, del autor George Reid Andrews se plantea que alrededor del año 1850 en Buenos Aires hubo un “proceso de desaparición” de la población negra, que fue bastante repentino. El texto plantea que el Censo de la ciudad de 1.778 demostraba que los “negros” y “mulatos” constituían el 30 % de la población (7.256 sobre un total de 24.363).
En 1810 el censo mostró que el porcentaje de afroargentines se había mantenido constante durante 30 años, ya que “pardos” y “morochos” sumaban 9.615 de una población de 32.558. En 1838 la población negra había crecido a 13.967. Estos datos correspondían solamente a un cuarto de la ciudad. Cabe mencionar la utilización de las distintas denominaciones coloniales para referirse a les afroargentines en las distintas épocas.
Ocultamiento de datos
Mientras que en el año 1887 (en el período faltante no se relevaron en los censos datos étnicos) el proceso de invisibilización se encontraba avanzado. Les afroargentines habían disminuido a 8.005 de una población total de 433.375. Esto es menos del 2%. El autor citado señala que hay poco material histórico que revele los motivos de esta disminución. En este sentido, en su libro se dedica a analizar las causas de este fenómeno.
Otres historiadores plantean que en los censos se intentó realizar un borramiento de la identidad afroargentina y su cultura, al simplificar las diferentes etnias en la clasificación “trigueña”. De esta forma se invisibilizó la pertenencia étnica de cada grupo, lo que constituye un acto de racismo estructural.
Les afrodescendientes en la actualidad
A partir de la lucha de distintas organizaciones se logró visibilizar la existencia de estos colectivos, pese a que aún queda mucho por hacer. En la actualidad el censo 2022 incluyó por primera vez la pregunta sobre el origen étnico. Con la incorporación de esta pregunta, según expresaron desde el Instituto Nacional de Estadísticas y Censos (INDEC), “todas las personas responderán si se reconocen afrodescendientes o de antepasados negros o africanos”.
Esta variable, sostienen, “es muy importante para el relevamiento estadístico, una herramienta fundamental para la obtención de datos demográficos, económicos y sociales”. A la vez, desde el organismo informan que estos datos son “imprescindibles para el diseño y seguimiento de las políticas públicas necesarias para construir una sociedad más justa, equitativa e inclusiva”.
Este lunes 25 de julio a las 18 horas se realiza una Jornada por el Día de las Mujeres Afrodescendientes. La actividad es en el Museo Provincial de Bellas Artes Emilio Pettoruti situado en calle 51 Nro. 525 e/ 5 y 6, La Plata.
Allí disertarán Sara Rueco, integrante de la comunidad indígena Afro Charrúa Anaxiguat Epaj y Cooperativa Minga; y Luz Marina Mateo, Secretaria del Departamento África IRI-UNLP de la comunidad caboverdiana. También estará Lena Gomes Stabi, una joven afroargentina, activista antirracista LGBTIQA+ de la comunidad caboverdiana de Dock Sud. Además habrá una intervención de la muestra “Fundaciones” con obras que recuperan la cultura afrodescendiente y música de Tilsa Llerena.