A través de una serie de paneles, que se llevarán a cabo a lo largo del año, jóvenes ambientalistas se proponen pasar de la protesta contra el cambio climático a la acción concreta. En ese marco, durante la tarde de ayer se llevó a cabo el primer encuentro en la Facultad de Derecho de la Universidad de Buenos Aires. La consigna fue “Aprendiendo a adaptarnos para no resignarnos ante la crisis climática”.
En el encuentro participaron activistas climáticos, científiques y organizaciones de barrios populares. Uno de les expositores fue Federico Robledo, científico del cambio climático y miembro del Centro de Investigaciones del Mar y la Atmósfera (CIMA – CONICET), quien disertó sobre las medidas de adaptación que se deben tomar ante esta situación.
También expusieron integrantes de la Garganta Poderosa, una organización social que tiene presencia en villas y asentamientos de todo el país. En su caso, contaron, en primera persona, cuáles son las problemáticas ambientales que más les impactan. Además, hablaron de sus principales preocupaciones sobre las consecuencias del cambio climático en los barrios populares.
Tras finalizar el panel, Nota al Pie dialogó con Martin Vainstein, coordinador nacional de Climate Save Argentina, quien se refirió a las exposiciones de cada une de les disertantes.
Adaptarse al cambio
El primer encuentro llevado a cabo en la tarde de ayer se denominó “De la protesta a la propuesta”. El objetivo fue debatir en torno a las adaptaciones posibles frente al cambio climático. “La adaptación es eso: adaptarse a un contexto. En el caso de lo que hablamos ayer, adaptar las ciudades y demás espacios urbanos a las actuales consecuencias de la crisis climática y ecológica”, explicó Vainstein.
Agustina Cundari, integrante del Centro de Derecho Ambiental de la Facultad de Derecho de la UBA (CEDAF), fue una de les expositores. Respecto a su planteo en el panel, Vainstein comentó que la joven “hizo especial foco en la necesidad del trabajo intra e interjurisdiccional para planificar estas políticas de adaptación”.
Asimismo, el coordinador nacional de Climate Save Argentina señaló que, Robledo, “remarcó que la mejor manera de pensar la adaptación es co-produciendo conocimiento climático con las comunidades más afectadas”, añadió.
Por su parte, Tamara y Paloma, de La Poderosa, “contaron la cruda realidad que se vive en las villas. Expresaron que las problemáticas ambientales en los territorios cuestan vidas. Hay vecines sin agua disponible para el consumo humano y otres que mueren electrocutados en las tormentas”, detalló el entrevistado.
En ese sentido, Vainstein indicó que desde La Poderosa hacen relevamientos territoriales ambientales a través del Observatorio Villero. “Esperan aportar todos los datos necesarios para producir políticas públicas de adaptación que se ajusten a las necesidades de sus territorios”, manifestó.
Jóvenes unidos por el cambio climático
La crisis climática es una realidad que no se puede negar. Por eso, todos los debates que tengan como objetivo minimizar los impactos en el ambiente y en la sociedad, o bien atenuar sus efectos, son prioritarios. Así, lo que se pretende lograr con este ciclo de paneles es buscar la forma de adaptarse a un mundo en crisis climática y ecológica.
No obstante, este primer panel fue organizado por jóvenes ambientalistas de Eco House Global, Climate Save Argentina, Jóvenes por el clima, Consciente Colectivo, Alianza por el clima y Ahora qué?.
El mismo contó con el apoyo de la Facultad de Derecho de la UBA y del Centro de Derecho Ambiental de dicha institución, la Facultad SocioAmbiental y la Carrera de ciencia política UBA. También de Eco Politizate -Seminario de socioambientalismo UBA, la Formación de Líderes Ambientales, la Universidad Nacional de Flores y el Centro de Estudios Metropolitano.
Argentina en default ambiental
El “default ambiental” es una iniciativa impulsada por Global Footprint Network (GFN), una organización internacional dedicada a la sustentabilidad. Este indicador global busca generar conciencia a través de la medición de la velocidad con la que se están consumiendo los recursos naturales.
La fecha con la que cada país ingresa en el default, es decir, la fecha en la que agotó los recursos del año, va variando. “Según datos de la huella ecológica ayer 24 de junio nuestro país alcanzó el sobregiro. Ya agotó la capacidad biofísica que tenía disponible para todo 2022”, explicó Vainstein. “¿Qué quiere decir esto? Que a partir de hoy entramos en default ambiental y empezamos a utilizar los recursos del año próximo”, agregó.
En tanto, según indicó Manuel Jaramillo, director general de Fundación Vida Silvestre, al diario Perfil, “la sobreexplotación de los recursos para las actividades humanas afecta a los ecosistemas”. También “a su funcionamiento y a todas las especies asociadas. Esto nos lleva a una reflexión urgente: la variable ambiental debe ser incluida en el desarrollo de un modelo social económico y productivo, que tenga en cuenta a la naturaleza y a las personas, para que sea justo y sostenible en el tiempo”.
Por eso, para Vainstein “es fundamental repensar nuestro estilo de vida y nuestros hábitos de consumo si queremos un planeta habitable y sano. El momento es ahora”