Una nueva iniciativa del Gobierno nacional será presentada hoy a las 17 en el Museo del Bicentenario de Casa Rosada. Se trata del impuesto Renta Inesperada y que está destinado a aquellas empresas que tuvieron ganancias extraordinarias a partir del incremento de precios internacionales a causa del conflicto Ucrania–Rusia.
Fue el ministro de Economía, Martín Guzman, quien adelantó en abril que se trata de una alícuota enfocada a un conjunto de empresas con ganancias netas imponibles altas superiores a los mil millones de pesos, que en 2021 abarcó sólo al 3,2 % de las empresas.
Este impuesto aplica para empresas cuya ganancia neta imponible real haya crecido en forma significativa en 2022 respecto a 2021. Si la renta inesperada se canaliza hacia la reinversión productiva, la alícuota será menor.
Detalles del proyecto
Ante el anuncio, la Asociación Empresaria Argentina (AEA) y la Unión Industrial Argentina ya expresaron su preocupación. Desde el Gobierno dijeron que el objetivo no es recaer sobre las personas: no afectará a trabajadores, inversiones ni rentabilidad.
Los sectores alcanzados por este impuesto serían el agronegocio, el petróleo y la minería. La zona pampeana es una de las principales en cuanto al agro.
“Estamos frente a un shock sin precedentes desde el punto de vista de la combinación de la pandemia y las medidas para lidiar con eso y la guerra en Ucrania. Como sociedad, debemos construir una solución y esa es la convocatoria que hace el Gobierno nacional”, dijo Guzmán el 18 de abril cuando adelantó el proyecto.
Sobre esto, la oposición hizo notar su descontento. El jefe de gobierno porteño, Horacio Rodríguez Larreta, sostuvo: “Argentina no soporta más un impuesto a la producción”. Al mismo tiempo, Patricia Bulrrich, presidenta del PRO, categorizó la medida como “expropiatoria”.
La injerencia del FMI en las políticas económicas de Argentina
Este impuesto es avalado por el Fondo Monetario Internacional (FMI). A mediados de abril, cuando se presentó un informe técnico por el economista Jean-Marc Natal, se adelantó esta norma que se aplica en el mundo entero. “Al igual que debe hacerse y a veces se hace después de las guerras, donde también mientras unas empresas luchan por sobrevivir otras se vuelven más boyantes que nunca, los gobernantes pueden hacer que estas últimas compensen a las primeras con un impuesto adicional y temporal”, sostuvo.
Estas políticas fueron aplicadas por países como Gran Bretaña, Italia y España. Los gobiernos decidieron el incremento de los costos de la energía para compensar el pago de las tarifas domiciliarias; esto ocurrirá en la Argentina y se incrementarán en los próximos meses.
El gobierno del Reino Unido anunció a finales de mayo un “impuesto a las ganancias inesperadas” (windfall tax) para los productores de petróleo y gas. Por su parte, Italia ordenó que las compañías de energía paguen un impuesto único del 25 por ciento para compensar el aumento del servicio. Un 10 por ciento del pago fue ordenado para fines de este mes y el resto deberá ejecutarse antes de noviembre.
Finalmente, España ya tenía un impuesto a las ganancias extraordinarias en el contexto de la pandemia de Covid 19 y la guerra. El gobierno decidió reforzar y aplicar a las empresas energéticas.