“Las calles del centro porteño se convirtieron en un pandemonio luego de que miles de manifestantes de las agrupaciones que integran la Unidad Piquetera realizaran una demostración de fuerza”, rezaba una nota de La Nación del 31 de marzo.
Se refería al acampe de importantes organizaciones sociales como Barrios de Pie – Libres del Sur, el Polo Obrero y MST-Teresa Vive, entre otras, desde el 30 de marzo hasta el 1 de abril. La manifestación se llevó a cabo frente al Ministerio de Desarrollo Social de la Nación, en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires (CABA).
En un contexto de pobreza extrema, las movilizaciones se replicaron en todas las provincias del país. Sin embargo, los medios hegemónicos de comunicación hicieron foco en lo que pasaba en la capital argentina. Desde el miércoles al viernes pasado, los canales de televisión más vistos se llenaron de imágenes del acampe.
La queja que recorrió la boca de les periodistas no fue hacia la precariedad en la que viven miles de personas en Argentina. Más bien, se habló de la incomodidad al transitar en CABA. ¿Quién visibiliza la situación de quienes, según el INDEC, no llegaron a los $76.146 que necesita una familia para no ser pobres?
“Creo que un acampe, una medida tan masiva, fue muy difícil de ocultar”, reflexionó Silvia Saravia junto a Nota al Pie. La coordinadora nacional de Barrios de Pie- Libres del Sur, concluyó: “Por eso, lo que están buscando es demonizarlo por parte de los medios de comunicación. También intentar disuadir que las personas llegaran, como ha hecho la policía del Gobierno de la Ciudad”.
Operativo antiacampe
En las 48 horas que duró el acampe en la avenida 9 de Julio, la policía de CABA quiso frenar de diferentes formas el avance de las organizaciones. Las fuerzas de seguridad montaron diferentes cercos perimetrales en el Obelisco, Once, Retiro y Constitución para impedir su paso.
Eduardo Belliboni en una entrevista al medio La Nación + indicó: “Hay un operativo del Gobierno de la Ciudad que no quiere protestas ni reclamos” . El líder del Polo Obrero expresó: “Creemos que el derecho a manifestar está garantizado por la Constitución. Hay una fiscal que dice que no podemos manifestarnos y queremos denunciar eso”.
A su vez, cuando se estableció el acampe, les manifestantes denunciaron requisas a sus pertenencias por parte de la policía. La referente del MST, Monica Sulle, explicó a Nota al Pie: “Ayer no dejamos que nos corran, vinieron a querer corrernos, a registrarnos y no se lo permitimos”.
Por su parte, Belliboni también se expresó sobre los funcionarios policiales: “Nos dijeron que están tramitando una orden de la fiscal que dice confiscar bolsos o cosas sospechosas de acampe. Si está prohibido deberían habernos avisado, porque es una nueva legislación”.
El momento más violento fue al desalojar el acampe. La Policía de la Ciudad confiscó un camión con alimentos que tenía como destino comedores de la zona. Además, detuvo a seis militantes del Polo Obrero y Partido Obrero, que liberaron horas más tarde.
Las fuerzas policiales alegaron que confiscaron el transporte ya que el conductor no tenía registro de conducir. Desde las organizaciones sociales reclaman que la reacción de les efectives fue desmedida.
La palabra oficial
Pero no es solo el Gobierno de la Ciudad el que criminaliza la protesta. El ministro de Desarrollo Social de la Nación, Juan Zabaleta, también se posicionó en esa línea.
Sus polémicos dichos se dieron en una entrevista que brindó a Clarín. ¿No era acaso el medio más opositor al gobierno nacional? Sin embargo, allí fue donde Zabaleta aseguró: “Cortando calles no los recibo”.
“Los recibí cuatro veces en siete meses de gestión, la última, dos horas el lunes pasado”, expresó Zabaleta, en lo que, para él, es una suma suficiente de horas para determinar el futuro de miles de argentines. “Nos pusimos de acuerdo en varios temas, de igual forma decidieron cortar calles», remarcó Zabaleta en diálogo con Clarín. Otra vez, el foco se corrió al tránsito vehicular.
Silvia Saravia, coordinadora de Barrios de Pie, se expresó sobre sus dichos. “Tienen que ver con este acuerdo que han hecho con el FMI, que tiene que reducir la asistencia a la gente”, explicó. “Lo que él no entiende (o no quiere entender) es que la gente va a protestar y resistir esa situación”.
La lucha continúa
“No es que una parte de la sociedad lo repudia, la ley lo repudia”, se refirió Luis Novaresio en su programa de La Nación +, durante la semana del acampe. “No podés estropearle la vida a la mayoría y que no tenga ningún tipo de sanción”, juzgó desde el noticiero en el que es conductor.
Pero la intención de las agrupaciones tras la Unidad Piquetera lejos está de arruinar la vida de las personas. Al contrario, luchan por mejores condiciones laborales y económicas para quienes más lo necesitan. “No queremos el deterioro de la calidad de vida, ya la situación está muy mal como para que además siga empeorando”, aseguró Silvia Saravia a Nota al Pie.
“Nos parece que la perspectiva de ajuste que se plantea luego del acuerdo con el FMI hace que piensen cómo frenar todo esto. Evidentemente ni al Frente de Todos ni a Juntos por el Cambio les conviene que la gente resista a lo que implica llevar adelante este acuerdo que votaron ambos espacios políticos”, concluyó la dirigente social.