Hace unas semanas, la Municipalidad de Berazategui instaló un cartel de “prohibido pasar” en la entrada a una obra inconclusa en la zona costera. Según denuncian desde el Foro Regional en Defensa del Río de la Plata, la Salud y el Medio Ambiente, lo colocaron “seguramente para librarse de responsabilidad civil ante posibles incidentes que puedan ocurrir en esa zona, o para emprender una nueva embestida para terminar esas obras”.
Mediante un comunicado, desde el Foro aclararon que esa zona es usada por pescadores y vecines como lugar de esparcimiento, ya que la rotonda y pérgola de entrada no dan abasto los fines de semana. “Allí también van a pasar el rato quienes prefieren escapar del cemento de la rotonda para tener un contacto más cercano con el río. El acceso libre a la costa del otro lado de la rotonda está impedido por un camping”, agregaron.
La obra en cuestión consiste en un murallón que sale de la rotonda de la costa de Hudson. El murallón posee seis metros de altura, de los cuales tres están por arriba de la tierra y tres por debajo, esto evita que el río lo tire. También hay un camino costero planificado inicialmente para ir desde la calle 63 hasta la 14, bordeando la costa. “Los casi 1000 metros que ilegalmente lograron construir antes de que una medida cautelar -presentada por el Foro hace ya seis años- frenará la obra. Este relleno y elevación de la cota de la costa impiden hasta el día de hoy el contacto del bosque nativo con el Río de la Plata”, reclama el comunicado.
Nota al Pie conversó con Ernesto Salgado, integrante del Foro Regional en Defensa del Río de la Plata, la Salud y el Medio Ambiente. A continuación, las consecuencias del impacto ecosistémico que produce el murallón que separa al humedal y al bosque del río.
Ecosistema costero
“Actualmente, la costa del Río de la Plata a la altura de Hudson atraviesa un momento muy grave debido a la falta de protección de toda su biodiversidad”, comenzó explicando Salgado. Según indicó, en esta costa se genera una de las biodiversidades más ricas de la región, con gran variedad de flora autóctona. En el caso de la fauna, allí se pueden observar más de 200 aves. Toda la ribera del Río de la Plata es un verdadero corredor aviar a lo largo de todo el año.
Además del bosque ribereño, en la zona se encuentra un humedal con una variedad, riqueza y extensión muy importante, aunque un porcentaje de éste ya ha desaparecido. “Los humedales son indispensables por los innumerables beneficios y servicios ecosistémicos que brindan a la humanidad, como el suministro de agua dulce y alimentos. Además, es un elemento vital cuando hablamos de biodiversidad”, señaló.
También hay planicies o valles de inundación muy extensos y necesarios. “Sirven tanto para evitar inundaciones a los lugares aledaños, como para así también convertirse en reserva de agua permanente para los bosques de la región”. Por último, esta zona se completa con una selva marginal de características amazónicas, siendo la más austral del mundo.
El murallón
“Cuando hablamos de desprotección uno de los elementos fundamentales es, sin duda, la construcción del murallón y del camino vial costero, junto con el camino de ingreso a la costa de Hudson. Esto se ha convertido en un dique que impide que haya el contacto natural, normal y necesario entre el agua dulce del río y el bosque”, añadió el ambientalista. En la actualidad, desde el Foro denuncian que un 50% del bosque en la costa de Hudson se encuentra impedido de recibir el agua dulce del río.
En cuanto a los motivos de la construcción del murallón señaló que “ha sido construido con el objetivo de proteger a los barrios privados que han empezado a construirse en toda esta región. A su vez, posibilitó la construcción del vial costero. Esta es una vieja aspiración de tener un camino que una todos los municipios ribereños y hacer un acceso particularmente beneficioso para todos los barrios privados”.
Si bien la obra se encuentra detenida, de todas formas su impacto ambiental continúa afectando de manera negativa al territorio de la ribera. Parte del bosque ribereño no sólo perdió contacto con agua dulce, sino que además está en contacto con agua salada. “Desde el oeste, por acción de los barrios privados, ha empezado a emerger agua salada, fruto de una perforación particular que se hizo durante la construcción. El bosque, al inundarse de agua salada, está comenzando a secarse”, alertó Ernesto.
Ley de bosques
Desde el Foro no han reclamado formalmente que se declare a la zona costera de Hudson como reserva natural, sino que han exigido a las autoridades que se cumpla la Ley de Bosques. La aplicación de esta ley permite, mediante una clasificación de los distintos bosques de acuerdo a su importancia, biodiversidad y estado de conservación, que se autoricen o no distintos usos de los mismos.
“Toda esta zona es zona roja o amarilla, es decir, zona donde no se puede construir ni generar alteraciones en lo absoluto. Solamente, se puede utilizar para hacer algunas cosas reservadas para el estudio o el disfrute de la gente que visita el lugar. Pero acá eso no es respetado”, indicó. Por último, Salgado dejó muy claro que la acción debe ser inmediata. “Sin humedales y sin bosque nativo, no hay calidad de vida para ninguno de nosotros”, advirtió.