Los incendios producidos en Corrientes dejaron al descubierto la ausencia de políticas públicas eficientes para salvaguardar la ecología de la provincia. El sistema productivo, el sistema forestal, el cambio climático y la constante negativa a la implementación de la ley de humedales son algunos factores que califican como potenciales responsables de la emergencia ígnea.
En este contexto, las pérdidas son infinitas. Desde les productores quienes perdieron gran parte o el total de su producción, hasta miles de animales que se vieron obligados a emigrar escapando del fuego, y en el peor de los casos muertos a causa de lastimaduras y quemaduras. Si bien continúan existiendo focos activos, es necesario comenzar a implementar mecanismos para restaurar y recuperar los sectores afectados.
Flora y fauna
Por ello, Nota al Pie dialogó con Emilio Spataro, licenciado en gestión ambiental sobre la situación en la que se encuentran la flora y la fauna de la región.
Spataro dijo que para empezar a hablar de recuperación “es preciso frenar el avance productivo en aquellas áreas quemadas, de pastizales, bosques, humedales que fueron devorados por el fuego”.
En la provincia de Corrientes se desarrolla un grado de producción que, en gran medida, atenta contra los espacios naturales. Es por eso que Spataro aseguró que es inevitable la “clausura” de producción en los espacios afectados para la regeneración natural y se garantice la reinserción de especies.
En este sentido, uno de los beneficios de contar con esta legislación será contar con un inventario de humedales a nivel nacional, por eso su importancia, “porque son instrumentos que hay que tener para gestionar y para preservar los humedales”, aseguró el licenciado.
Recuperar los espacios
El fuego también se desarrolló en diversos portales al Iberá, uno de los mayores humedales del país. En estos espacios hay una gran biodiversidad conformado por humedales, pastizales y bosques. Además, al ser únicos en su biodiversidad, es el hogar de especies amenazadas, como el venado de las pampas, el aguará guazú, y el yetapá de collar. Es por eso, también, que desde la Fundación Rewilding Argentina, se trabaja desde la reinserción de especies extintas, como el guacamayo rojo, la nutria gigante y el yaguareté.
San Alonso es el escenario natural donde se viene trabajando en la reinserción de animales. Sin embargo, el fuego también azotó ese lugar, por lo que desde la fundación aseguraron que los animales que se encuentran en corrales se movieron de lugar de forma preventiva ante los incendios.
Por otra parte, también se deben ejecutar mecanismos a mediano y largo plazo para que todo el ecosistema verde pueda resurgir. En este sentido, Spataro señaló que la recuperación completa dependerá del tipo de ambiente. “Hay algunos estudios que hablan que los pastizales, para recuperar su estructura y su funcionamiento necesitan alrededor de cinco años”, dijo.
En el caso de los bosques, “entre 15 y 20 años. Pero hay que tener en cuenta también el ambiente y la severidad del daño sufrido”, agregó. En el caso del territorio del Iberá, aseguró que tiene más posibilidades de regenerarse y volver a ser el mismo, “porque al menos no va a estar sometido a las presiones productivas en relación a las áreas que no están protegidas. En ese sentido, está en mejores condiciones”, dijo Spataro.
Situación animal
Los focos de incendios datan desde el mes de enero, y con el correr de las semanas la situación se agravó a tal punto que el 11% de la provincia es arrasado por el fuego. Desde entonces, comenzaron a circular, sobre todo por redes sociales, imágenes de los territorios afectados. Además, la crítica situación de animales lastimados, calcinados, y otros escapando de las altas temperaturas y el fuego.
“Más allá de las imágenes de animales calcinados y muertos, que son dramáticas y conmovedoras, los animales que en más riesgo están son los que ya contaban con una situación de vulnerabilidad”, dijo Spataro. En este sentido, es oportuno remarcar que, por ejemplo, los tordos amarillos y los yetapá de collar, dos grupos de aves que estaban en peligro de extinción se encuentran perdidos de vista a causa de los incendios.
Spataro agregó que estos animales “veían su hábitat en retracción, y que son sobre todo especies que en el resto de Argentina desaparecieron y que encontraron en los pastizales correntinos su refugio”. Como por ejemplo el aguará guazú, el venado de las pampas, y otras especies típicas de los pastizales.
Hay infinidad de imágenes que ilustran la dramática situación en la que muchos animales quedaron. Si bien hay una gran cantidad de veterinaries y centros de protección animal colaborando, muchos ejemplares resultaron muertos por el fuego.
Desde el INTA detallaron, además, que la sequía que viene atravesando la provincia desde hace dos años redujo la presencia de agua al 10% en el Iberá, cuando en una época normal, la presencia ronda el 40%. Esta situación implicó que muchas lagunas y humedales se secaran y no pudieran actuar como cortafuegos en esta situación, dejando que el fuego avance sin obstáculos.
Cura animal
Por la situación, una red de veterinaries se encuentran trabajando en la protección y refugio de los animales cuya hábitat son amenazados por el fuego. Además, continúan las curaciones correspondientes a los ejemplares que fueron alcanzados por las llamas. Son alrededor de 80 veterinaeries de la Red de Veterinarios en Catástrofes, quienes llegaron a Corrientes para socorrer a los animales.
Desde esta organización no supieron precisar aún la cantidad de animales heridos, y remarcó en la necesidad de dar aviso al personal idóneo para tratar con los animales y evitar realizar curas, ya que los mismos pueden ser transmisores de enfermedades.
Algunos ejemplares, al encontrarse acorralados por el fuego, pudieron acercarse a bomberes y rescatistas, quienes les socorrieron con agua y medicamentos, asegurándolos posteriormente en refugios transitorios.